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Cerre los ojos para esperar el impacto contra el suelo, aunque el golpe nunca llego, este pibe pudo atraparme antes de caerme, lo cual no entiendo, ¿Por que quiere ayudarme?

—Necesitas ir a la enfermería—insistió  poniendo mi brazo sus hombros, dandome apoyo para caminar; suspire y solo asentí, no tenia otra opcion.

Durante todo el camino iba en silencio, pero podia sentir su mirada fija en mí, cómo si me analizará por completo.

—Eu—finalmente habló, por lo que voltee a mirarlo, específicamente a sus ojos color café.—, ¿Ese pibe... te hace esto todo el tiempo?—dijo su pregunta segundos después.

Dudé un segundo si contarle la verdad o no, pero de igual forma negue.—Es la primera vez.—añadí a mi mentira, a lo que él  me miro dudando demasiado de mis respuestas.

¿Perdón, ok? No puedo ir por ahí diciendole a un extraño que Demián me golpea cada que tiene la oportunidad, eso mas que ayudarme me causaria más problemas.

Unos cuantos minutos de silencio despues llegamos a la enfermeria,a la cual el pibe me ayudo a entrar.

—¡¿Rodrigo?!—escuché la voz de la enfermera de manera alarmante acercándose hacia mí con preocupación.—¿Tuviste otro accidente?—preguntó ella, a lo que el pibe la miro confundido.

—¿Eh? No, de hech-

—¡Sí!—lo interrumpí rapidamente—Me caí por las escaleras de nuevo, y ehm...—Mire al pibe confundido, me estaba ayudando y nisiquiera sabia su nombre, y probablemente de no ser por la enfermera el no sabría el mío.—¿Me recordas cuál es tu nombre?—pregunte cómo si me lo hubiera dicho antes.

—Tomás—respondió él mientras terminaba de ayudarme a subirme a la camilla de la enfermera.

—Muchas gracias por traerlo, Tomás—hablo la enfermera sonriendole para luego acercarse revisar mi pierna.

—No es nada... Pero, ¿Rodrigo estará bien, verdad?

En ese momento le mire confundido, ¿Se estaba preocupando por mi? ¿Un pibe que recien conoció? Meh, no puede ser cierto, este tal... ¿Tomás? Probablemente quiera pedirme favores luego.

—Asi es cariño, solo es una leve fisura.—Le aclaro a Tomás la enfermera luego de chequear mi pierna, para luego voltear a verme.—Y vos, Rodrigo, necesitas tomar descanso y usar una férula, pero no tenemos aquí, tendrías que ir al hospital más cercano.

—Yo puedo llevarlo, si no es molestia—Se ofreció Tomás, a lo que yo le mire extrañado, ¿Que tanto quiere ayudarme? ¿Y por qué lo hace? Esas preguntas se repetian en mi cabeza desde el momento en que me ayudó con Demián.

—No tienes porque hacerlo—negué amablemente—, Además, ¿No deberías ir a clases ya?

—Tengo la siguiente hora libre, puedo ayudarte y volver a tiempo para clases—aclaró acercándose para ayudarme a levantarme.

En serio, ¿Que tan normal es que un pibe que recien conoces te ayude tanto?
Sin embargo, igual acepte su ayuda, porque lo mas probable es que no me dejaria ir si no lo aceptaba.


—Tomás, ¿Por que me ayudas?—le pregunté  durante el trayecto hacia el hospital, esa pregunta me causaba demasiada intriga.

—Hmmm... Me gusta ayudar en lo que sea posible.—respondió  finalmente con ambiguedad, aun manteniendo su cálida sonrisa.

Yo solo lo mire de reojo  dudando de sus palabras, también me gusta ayudar en todo lo que sea posible, pero... esto es extraño, usualmente nadie nos ayuda de defendernos de Demián, porque siempre tiene a los profesores de su lado.

𝙀𝙡 𝙗𝙧𝙞𝙡𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙣𝙘𝙞𝙚𝙣𝙙𝙚 𝙚𝙡 𝙖𝙡𝙢𝙖 | ᴿᵒᵈʳⁱᵗᵒᵐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora