MI OBRA

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    —Hola Vincent, ya regresé.

    —¿Como te fue?

    —Solo asistieron 10 personas...

    —¿Por qué?

    —No tengo idea, así han sido las últimas 3 conferencias que he hecho sobre mis lanzamientos.

    —Tal vez tus libros no son tan buenos ahora.

    —No digas cosas sin sentido, mis libros son perfectos ¿no has visto los números que ha logrado mi primer libro?

    —Exacto el primero, eso fue cuando...

    —¿Cuando que?

    —Cuando ella estaba viva.

    —¿Estas diciendo que desde su muerte ha estado en decadencia?

    —No... Pero es una posibilidad.

    —O ahora a nadie le gusta leer.

    —Miéntete tu solo.

    —Mejor voy a salir a tomar aire.

    Agarre un abrigo del armario y salí del edificio. Camine hasta el parque y me senté en una banca cerca a un estanque de peces, mire el cielo, los árboles, la naturaleza... Recordó a Monet, su pintor favorito, él lograba capturar la esencia de lo que mis ojos estaban observando.

    La luna se elevó ocultando el sol, mire mi reloj el cuál marcaba las 10:00 P.M. me levanté y camine por el parque en círculos esperando que pasaran las horas.

    Del bolsillo derecho de mi gaban de lana negra, cálido y grueso saqué mi cajetilla de cigarros Gauloises, saque uno y lo prendí con un fósforo que saque de mi otro bolsillo.

    Salí del parque y camine por las calles vacías de París, Francia. Las luces resaltaban mi sombra que es mi única compañía y mi guía para pasar esta tormenta.

    Llegué hasta una cafetería, mi reloj timbró marcando las 6:00 y ahí fue cuando ví la inspiración frente a mis ojos...

    De mi bolsillo saque un pedazo de papel y un esfero y comencé a describir la escena: Ella, sentada en la silla, con la cabeza apoyada en la ventana, entre sus manos un capuchino.

    El sol se levanta desde el oriente iluminando su rostro terso, como una obra de arte que se revela. Sus ojos color marrón, profundos y misteriosos. Una bufanda que cubre sus labios. Pero, no puede ocultar su belleza...

    Guarde mi pedazo de papel y camine para entrar a la cafetería pero antes de abrir la puerta me detuve, y cambie de opinión, me di media vuelta y volví a casa.

    Entre y deje mis cosas sobre el escritorio, me acosté boca arriba y me quedé dormido viendo el techo.

    Me acerque a un maestro que caminaba por el pasillo y le pregunté por la ubicación de mi salón, él me señaló la dirección y se fue.

    Al llegar ví como todos ya se encontraban en clase, saludé y entre con un poco de nervios.

    —¿Eres nuevo?

    —Ss, si señor...

    —¿Como te llamas?

    —Stephen...

    —Ve y siéntate allá, al lado de Isabella...

    «con que así se llama, que hermoso nombre».

    —Si señor.

    Camine y todos me observaron de manera extraña tratando de intimidarme, intente no verlos y no perder la compostura, tire la maleta y me sente al lado de Isabella, ella se sonrojo levemente y cruzo sus brazos para acostarse sobre la mesa.

    —Este será un trabajo de a parejas, con la persona que tienen al lado agarraran un lienzo, pinceles y pinturas y crearán una obra de arte, la mejor obra tendrá una nota adicional. A empezar.

    Me levanté y lleve los materiales hasta la mesa, con un poco de timidez toque el brazo de Isabella para llamar su atención.

    —Eh...

    —¿Que quieres pintar?

    —No se... Tu pinta.

    —Pero tenemos que hacerlo juntos...

    —Es... Es que me da pena...

    —Ami también... Pero tal vez así sea la forma de crear una linda relación...

    —¿Quieres tener una relación conmigo?

    —Yo, yo... Yo no me refería... Ehhh

    Me sonroje enseguida y cruce mis brazos, me acosté sobre la mesa para que ella no viera mi cara...

VINO TINTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora