LA TREGUA

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Naci el 29 de Agosto de 1975. En los suburbios de un pueblo alejado de Alemanía.

Mis padres eran dos campesinos que con lo poco que ganaban en sus cultivos me pagaban la escuela para que al momento de graduarme yo los mantuviera.

Pasaron algunos años y ya a mis 10 años, ellos fallecieron y empecé a vivir en un orfanato. Las mujeres del lugar me dieron cama, comida, ropa y me llevaron a un nuevo colegio.

Estudiaba 6 horas diarias, algunas de las materias que me enseñaban eran, matemáticas, inglés, historia y deportes.

Mis padres en algún momento de su vida: antes de tenerme. Cultivaban demasiado y hacían intercambios alrededor del mundo aprendiendo varios idiomas que posteriormente me enseñaron a mi.

Desde pequeño me gustó ampliamente la lectura y una de las mujeres ayudantes del orfanato me ayudaba con eso. Ella me daba clases privadas sobre arte, cultura y biología.

Ya a mis 15 años sabía leer ampliamente, leía en inglés, español, alemán y francés. Mi escritor favorito es Mario Benedetti. Me acuerdo tanto que en ese año de 1990 él sacó un nuevo libro: "La tregua". Apenas me enteré de la noticia le conté a la mujer del orfanato. Ella a pesar de su corto presupuesto y de nuestra localización geográfica consiguió el libro y me regaló.

"Vivir eternamente a la defensiva no es, con toda seguridad, el método más eficaz para mejorar la convivencia». Entonces ella sonrió y sólo dijo: «Contigo no tengo necesidad de vivir a la defensiva. Me siento feliz». Eso ya era superior a mis fuerzas de contención y disimuló."

Nunca tuve amigos, no me interesaba, a mi vida no le interesaba. Encontraba miles de cosas por hacer en un día pará perder el tiempo con niños. Solo me dedicaba a estudiar en el día, llegar al orfanato y tener clases con la mujer, leer un poco y cuando me sobraba tiempo yo mismo me daba a la tarea de aprender algo nuevo.

También, cuando la mujer me contaba sobre cultura: comida, historia, arte entre otros. Me agrado de entre toda la información, él pintor Vincent Van Gogh. Ese día ella me mostró un par de imágenes de algunas de sus obras que lograron a mi también cautivarme.

Me volví alguien tan poco social que ni los maestros me preguntaban, les daba igual si levantaba la mano o no por no entender un tema, era el único niño en el lugar que pasaría de inadvertido.

La mujer del orfanato murió a los meses. Nunca supe su nombre y con ella era la única con quién hablaba. Cogí mi maleta y empaque mis libros, fotos y cuadernos donde tenía la información suficiente para sobrevivir en este mundo y me escapé.

Ni los días ni las noches tenían sentido es ese lugar, ya no sentía los pasos de ella por las tardes cuando llevaba grandes libros amontonados para enséñarme algo nuevo, por las noches no sentía su beso en mi frente refrescarse por el viento ni ella al despertarme para que no se me hiciera tarde ir a estudiar.

Caminando y colandome en los trenes logré llegar a Alemanía y ahi terminé el colegio. A nadie le importaba de a dónde salía, de si hablaba o no, solo que aprendiera, que pasará los exámenes y fuera bien portado y así fue. Me gradué con honores y adquirí una beca para la universidad, estudie artes y fue cuando supe que mi vida no deberia terminar sola y ella supo que su vida nunca estuvo completa...

Todo era esa frase: éramos dos fichas dispuestas a encajar. Pero por primera vez si éramos del mismo rompecabezas.

VINO TINTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora