14.Sancocho de Yuka para la calor.

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Domingo con "D" de "Dios mío por favor sarvame" para el trío Traki Traki. Ya no más domingo de sancocho, no más domingo de jugar play, no más domingo de dormir hasta las cuatro de la tarde y sobre todo, no más domingo hechando se aire en las bolas.

A los tres habían llegado su domingo 7 como a los cochinos.

—Fabian ¿Ya terminaste de doblar la ropa?— Preguntó la señora a su hijo que se encontraba sentado en el mueble de la sala con una montaña de ropa a su alrededor.

Este solo le miró serio y negó con su cabeza lentamente.

—Bueno me terminas rápido que tienes que ayudarme a atender a los demás.

—Naguara mami pero no ves que ando lisiado de un brazo — Se quejó el catire haciendo énfasis en su yeso.

—Cuando me hicieron la cesaría para traerlo al mundo a usted a mi me tocó pararme de la cama y barrer toda la casa porque tú papá era incapaz de tocar una escoba y nunca me queje Fabián...

El carajito rodó sus ojos con ladilla. Siempre le sacaba en cara lo mismo, de pana que uno cuando nace por cesaría nace obligado.

¿Y que culpa tenía el que su papá fuera un flojo de mierda? Vainas que no tienen sentido y se pudieron haber solucionado con un condón.

—Me terminas rápido, ya te dije — Ultimatizó la mujer antes de dejarlo solo para irse al patio con los adultos.

Afuera se encontraban los demás. Riki sentado debajo de una mata con una Paila gigante entre las piernas pelando yuka y demás verduras para el sancocho, tenía un paño en la cabeza para que no le callera pelo a la comida y como 10 kilos de verdura por pelar, y picar. Sin contar los aliños.

En otro rincón del patio se encontraba JungWon con un machete intentando picar leña para prender el fogón, con los cachetes rojos y sin camisa, bañado en sudor, con la pepa de sol quemandole la espalda y con ganas de darse un machetazo el mismo para acabar con su martirio.

En la sombrita de una mata de mango estaban las mamás disfrutando de las vistas, brindando con cervecita y hechando chismesito, muy cómodas y divertidas de ver a sus carajitos sufrir.

Ya estubo buena la vaina pues, las tres llegaron a la conclusión de que tenían a sus hijos demasiado malcriados y que lo mejor era ponerlos a ocupar sus energías en cosas más productivas, como las tareas del hogar y también a servirles.

Papá Yang y papá Nishimura estaban sentados un poquito lejos de las doñas jugando dominó con Konon que los tenía a monte.

—¡Ajá saca la cochina pues papá!— Gritó la carajita con una sonrisa sádica en la cara. Esa carajita era un webo pelao' jugando dominó.

—¡No estés contando las piezas que eso es trampa!— Regañó el señor Nishimura arrecho con la muchacha que solo se hecho a reír más duro cuando vió que efectivamente tenía la cochina y la había puesto en la mesa junto a las demás piedras.

Allí Konon lanzó la 5/6 y llegó de una.

—¡RESCATEEEEN!— Gritó emocionada mientras los dos señores negaban con la cabeza mostrando sus piezas.

—Ya no vamos a jugar más contigo — dijo el señor Yang que tenía encasquetado como cinco piezas. Konon lo tuvo trancado todo el juego.

—Es verdad, tu haces trampa.

—Llora pues. — Estos carajitos ya no respetan a nadie vale — Suelten los bolívares es lo que es — extendió su mano hacia los dos señoraes

Los señores se sacaron del bolsillo 50 bs cada uno a regaña dientes y se lo pusieron en la mano a la carajita mientras las mamás se reian mirando la vaina con gracia.

¡QUE BOLAS! / Enhypen Venezuela AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora