Alessandro
Saliendo del pent-house me dirijo rumbo a la residencia de mis padres, esta mañana recibí un mensaje donde mi padre pedía verme para tratar un tema urgente. Llegando apago el motor del automóvil y al bajar quiero volver a meterme e irme de este lugar.
—¡Aless! esa maldita voz chillona que me hace querer pegarme un tiro.
—Señorita Vanetto—respondo frío—¿Qué hace aquí?
—Vine con mi padre, tal parece que tiene una reunión con el señor Leonardo.
Esto no me hace gracia, se supone que mi padre me pidió venir para hablar conmigo, pero me encuentro con esta mujer aquí en la entrada a pesar de haberle dejado claro que no volviera a cruzarse conmigo. Ignoro a Chiara e ingreso a la residencia, al entrar me topo con la ama de llaves y le pregunto en donde se encuentra mi padre a lo que responde que en su oficina con el señor Vanetto.
Llegando procedo a llamar a la puerta y mi padre responde que pase.
—Llegaste—dice mi padre al verme entrar.
—Si, supuse que tenías un tema urgente que hablar, señor Vanetto—saludo a su socio.
—Alessandro que gusto verte, vamos siéntate—responde el hombre y ya mi paciencia empieza a disminuir, porque este hombre sigue aquí.
—Hijo, Lorenzo vino para hablar sobre el compromiso con Chiara—escupe mi padre así sin más.
—Mi preciosa me conto como les fue en su cita y quedo encantada—habla el hombre y tal parece que tanto padre e hija sufren de delirios.
Miro incrédulo a Lorenzo porque recuerdo claramente haber amenazado a esa mujer con que no volviera a cruzarse conmigo y claramente no le importó o de lo contrario no me habría chillado al llegar.
—Perdón Lorenzo, pero no entiendo porque quedaría encantada—respondo.
—Me comento que incluso la defendiste de una mujer bastante agresiva en el lugar donde llevaron a cabo la cita y me dijo que no podía esperar más para concretar el compromiso y ser tu esposa—me dice y yo solo quiero reír, ¿acaso esa mujer no tiene un poco de dignidad?
—Creo que hay un terrible malentendido —le digo porque no pienso seguir más adelante con esta situación, ya me llenaron los huevos con esa mujer que no soporto ver ni escuchar—En primera no fue una cita sino una trampa—digo fulminando a mi padre con la mirada— segundo, yo no la defendí de nadie y tercero, recuerdo haberle dejado en claro mis intenciones sobre el asunto a la señorita Vanetto.
—¡Alessandro! —grita mi padre—Lorenzo estaremos en contacto, —despide a su socio y éste se retira no muy contento. —¡se puede saber qué demonios sucede contigo! —vuelve a gritar.
—Puedo hacerte la misma pregunta padre, ¿Qué demonios es lo que pretendes orillándome al compromiso con esa mujer? Creo haber dejado bastante claro que me rehusaba a contraer matrimonio y mucho menos con la hija de algún socio tuyo.
—Eres un maldito malagradecido, todo lo que hago, lo hago por tu maldito bien y así me respondes.
—No es por mi bien, es por el bien de tu patrimonio, no me quieras vender peras por manzanas padre. Y que quede claro, yo con esa mujer no pienso casarme ni ahora ni nunca.
Una vez dicho mi postura salgo de su oficina dirigiéndome a mi coche, necesito salir de aquí cuando la imagen de cierta platinada me viene a la mente sonrío. —esta noche tendremos una cena fierecilla—digo una vez dentro del vehículo.
***
Llegando al pent-house me dirijo al baño para darme una ducha y ponerme ropa más cómoda, ya son casi las siete de la tarde, fue agotador, pero valió la pena acelerar el trabajo en la oficina para estar aquí temprano. Una vez duchado y con ropa cómoda me dirijo hacia mi habitación, el cual está siendo ocupado por cierta platinada, me pregunto porque se hiso ese color tan loco, su cabello chocolate era hermoso.
ESTÁS LEYENDO
INOLVIDABLE
RomanceLuana siempre pensó que estaba con el hombre perfecto, seis perfectos años con el amor de su vida y prometido. Hasta que una noche todo su mundo se viene abajo cuando lo encuentra siéndole infiel, herida decide dejar todo atrás y escapar al otro con...