Luana
Sigo sin procesar lo que paso en la cena y hace un momento, pero no fue nada porque todo apunta a que no se acabará aún. Esta noche me abrí como nunca con Alessandro, ni siquiera a Christian jamás le confesé lo de las fotos a mi padre, y como hacerlo si él nunca dejo abrirme con él cuando de fotografía se trataba, si le mencionaba tan siquiera algo él solo respondía con un "ajá" para luego cambiarme de tema. Es irónico que con el hombre que me raptó me haya sentido en confianza como para contarle cosas tan intimas como la muerte de mi madre y hermanito, lo de mi padre y al final lo de mi pasión frustrada que con Christian en seis años.
Pero si algo debo admitir es que este hombre está completamente a mis pies. No tengo intenciones de enamorarme de él, no solo porque es de los que te mandan al psicólogo luego de una ruptura, sino porque toda mi juventud lo perdí con un hombre que estaba lleno de redflags que nunca noté, y me niego a perder otros años más. Necesito aprender a estar sola, conocerme y quererme, empezar a hacer todas esas cosas que nunca me atreví a hacerlas por miedo al rechazo o a los comentarios minimizando mis logros.
No llevo ni una semana aquí y por esa misma razón no pienso mezclar el deseo con ningún sentimiento que me impida decir adiós algún día, porque, helloo soy una turista y mi tiempo de permanencia en este país esta corriendo. Ahora solo quiero dejarme llevar por el momento y disfrutarlo al máximo posible y estoy segura Alessandro me dará un buen recuerdo de este país. Hemos llegado al estacionamiento subterráneo y sin perder más tiempo tomados de la mano subimos hasta nuestro destino.
Ni bien llegamos, Alessandro cierra la puerta detrás de él para apoderarse violentamente de mis labios, Jesucristo nuestro señor, esto es tan bueno que no me cansaría nunca. Yo, ni corta ni perezosa lo correspondo, mientras avanzamos sin despegar nuestras bocas, oh si, esto esta a punto de suceder. Jadeo fuerte cuando siento su mano intrusa levantar mi vestido y seguido romper mis bragas. —me debes un par. —digo en un susurro. —te compro toda la maldita empresa de victoria secret... —suelta con un gemido ronco para luego hundir sus dedos en mí, no puedo evitar que tal gemido de placer salga de mis labios.
Grito cuando empieza a embestirme con sus dedos, provocando que el calor y placer me recorran el cuerpo como una corriente eléctrica. No se como llegamos a la habitación y tampoco quiero pensar en eso, mete su otra mano bajo mi culo consiguiendo levantarme y mis piernas rodean su cintura, mantiene su otra mano entre mis piernas, en mi centro húmedo con rítmicas embestidas ¿Era posible hacer esto con los dedos?
Su boca se pega a la mía en un beso contundente mientras se da la vuelta y me acomoda en la cama. Siento como si el corazón estuviera a punto de saltarme por la boca, en cuanto aterrizo en la cama, su cuerpo esta sobre mí.
Los labios de Alessandro se aplastan con los míos, saboreando con necesidad y succionando mi lengua hacia la suya. Desciende, me besa el cuello, y lo que hace a continuación me deja perpleja, toma mi vestido por el escote y lo rompe.
—¿Qué? —apenas hoy me había regalado este vestido y solo lo usé por esta noche, y lo destruyó.
—Tendrás más y mejores vestidos que este, pero ten en cuenta esto fierecilla, cada uno de esos vestidos, así como tus bragas, acabaran de la misma manera...—por todos los cielos que sexy se oye excitado.
—Entonces debo suponer que vas a gastar mucho en vestidos y bragas. —lo provoco mientras procede a besarme los senos, primero uno, luego el otro como si fueran el postre mas delicioso que haya probado.
Besa, lame y mordisquea mis pezones, siseo de placer, mis manos se deslizan por su pelo y lo agarro con fuerza mientras desliza su boca más abajo.
Y más abajo.
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INOLVIDABLE
RomanceLuana siempre pensó que estaba con el hombre perfecto, seis perfectos años con el amor de su vida y prometido. Hasta que una noche todo su mundo se viene abajo cuando lo encuentra siéndole infiel, herida decide dejar todo atrás y escapar al otro con...