Un nuevo día, una nueva vida

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El sol entraba tenuemente por la venta, y daba directo en mi rostro. Poco a poco abro los ojos mirando a mi alrededor. Mi cerebro toma unos segundos para procesar todo, recordando así donde me encontraba y lo que había pasado anoche. De un salto me siento el futón y me tapo avergonzada, pues aún estaba desnuda.

-Buenos días, señorita Reiko- me saluda Shinjuro que estaba sentado en un escritorio al otro lado de la habitación. Espero que hayas podido dormir bien.

-Buenos días...si dormí excelente- respondo-. ¿me podrías pasar mi ropa por favor?

Shinjuro se levanta y me pasa mi uniforme no sin antes darme un beso "eres exquisita" me susurra al oído.

Me visto rápidamente, y me acerco donde está Shinjuro.

- ¿Qué haces? - le pregunto

- Le escribo la carta al patrón, para decirle que la señorita Reiko a incumplido sus funciones y se ha sobrepasado conmigo, lo cual es un comportamiento inaceptable- me responde seriamente. Mis ojos se abren como plato. Shinjuro mira mi cara y suelta una carcajada.

- ¿De verdad creíste eso? - me dice aun entre risas-. Lo cierto es que le si escribo al patrón, pero, para decirle que no te irás de mi lado, y que agradezco que te haya enviado, porque haz hecho un excelente trabajo.

-Shinjuro, quisiera escribir yo también, a esta hora ya debería estar en camino de regreso, y pues, debo dar la cara- Shinjuro asienta, y me pasa otra pluma y pergamino para escribir. Cuando terminamos, le entregamos las cartas a mi cuervo quien sale volando a su destino.

-¿Y Senjuro? ¿Se enteró que pasé la noche acá? - pregunto avergonzada, pensando que tal vez el chico haya escuchado algo.

-Tranquila, no se dio cuenta, ahora fue por unas cosas al mercado, así que es buen momento para que puedas ir a buscar tus cosas al hospedaje. Ve rápido mientras preparo el desayuno- Me dice Shinjuro, acercándose a mí, y besando mi frente. -Gracias por creer en mí, y por demostrarme que el amor aún vale la pena- añade mirando mis ojos. Yo sonrío y lo abrazo.

A los pocos minutos, voy en busca de mis cosas, pensando en el giro que dieron las circunstancias. Si bien, desde que lo vi, siempre encontré atractivo a Shinjuro, vine a hacer mi trabajo de manera profesional, pero debo reconocer que hubo una conexión única con Shinjuro, como que si el destino necesitaba que nos juntáramos.

En silencio, recojo mis cosas, pago y me retiro del lugar. De pronto, me vi sola en la calle, y cayó el peso de la situación en que me encontraba. Había dejado todo por un hombre que estaba conociendo. Con paso lento, me dirigí de regreso donde los Rengoku...no iba a ser bien visto que de un día para otro me fuera a vivir ahí.

- ¡Qué bueno que regresaste! – me dice alegremente Shinjuro. – Senjuro aún no vuelve, así que le daremos la sorpresa. Por ahora acomódate en el cuarto de invitados...le diremos que tuviste que quedarte por algunos temas personales. Asiento y lo sigo por el pasillo, donde puedo dejar mis cosas. Busco un kimono, para cambiar mi uniforme. Shinjuro me mira y se acerca a mí.

-Te dejo para que te cambies, porque si te vuelvo a ver sin ropa, estoy seguro que perderé el control, y Senjuro puede volver en cualquier minuto- tras decir eso, me besa suavemente en los labios.

Miro como sale de la habitación y me comienzo a cambiar...sentí que era como dejar atrás mi pasado y enfrentarme a un futuro incierto, porque si bien, compartíamos un sentimiento mutuo con Shinjuro, no había nada más. Tras estar lista, salgo de la habitación y me dirijo a la cocina.

-¿Señorita Reiko?- pregunta sorprendido Senjuro, como no dando crédito a lo que ve.-¡Señorita Reiko!- grita y corre a mis brazos-. ¡Que bueno que no se fue, la iba a extrañar mucho-

-Resultaron tus plegarias- le responde Shinjuro con una sonrisa-. La señorita Reiko se quedará un tiempo, mientras arregla algunos asuntos personales, así que nosotros le daremos alojamiento. Senjuro abre los ojos como plato.

- ¿Se van a casar?- dice de pronto-. Shinjuro lo mira confundido, y yo me río de aquello.

Tomamos desayunos juntos y luego Senjuro se fue hacer algunos quehaceres.

-Shinjuro,¿Qué haremos?- le pregunto mientras estamos solos y limpiamos el lugar.

- ¿A parte de amarnos? Bueno...la verdad es que también esto me ha tomado por sorpresa.

No hablamos más de eso durante el día. A pesar de estar con Shinjuro, me inquietaba no saber que iba hacer los días siguientes. Ya era de noche y Shinjuro evitaba el tema, podía percibir que el compromiso no le gustaba. Tantos años solo, se había acostumbrado a esa situación. Llegué a pensar que mejor todo quedara como la ilusión de una noche y que podríamos seguir visitándonos, pero nada más. Yo había dejado todo de manera impetuosa, debía asumir mi error.

- Shinjuro, debo decirte algo...creo que es mejor que me...- en eso mi cuervo entra por la ventana graznando y se posa en mi hombro. Trae una carta del patrón.

- ¿Una carta del patrón?- me pregunta Shinjuro.- asiento con la cabeza y procedo a leerla.

"Querido señor Rengoku y Señorita Reiko, espero que se encuentren muy bien. Envío esta carta en respuesta a sus mensajes, los cuales, debo admitir, que no me han sorprendido. Siempre supe que eran dos almas que estaban destinadas a encontrarse, ambos vienen de pasados dolorosos, pero ambos tienen una gran fuerza y corazón. Que le haya asignado a la señorita Reiko tomar vuestro caso no fue al azar.

Solo me queda desearles que juntos terminen este camino de sanación y de encuentro, pero solo quisiera que cumplieran una única petición: que vuestra relación se formalice lo antes posible, siento que es una manera honorable de seguir sus vidas como ex miembros de la cofradía de cazadores, mi familia con gusto nos haremos cargo de la ceremonia de compromiso y a boda.

Espero pronto tener sus respuestas, con mucho afecto

Kiriya Ubuyashiki"

Termino de leer y miro a Shinjuro, quien se encuentra mudo. Su rostro se vuelve a tornar sombrío.

- Tranquilo Shinjuro- le digo acercándome, y tocando su brazo. – No es necesario que lo hagas....sé que es difícil para ti, y pues, no te sientas obligado. Me quedo con lo lindo que fue todo, pero tal vez nuestros caminos deben separarse.

-Tienes razón Reiko...no me acomoda pensar en el compromiso de nuevo. Sé que fui impetuoso y te retuve sin pensar en las consecuencias- dice cabizbajo. Yo escucho en silencio-. ¿Pero tu estarías dispuesta al compromiso? -

-Si, pero eso no te obliga a nada, tampoco te culpo de nada, solo fuimos dos adultos que actuamos como adolescentes. No te preocupes, lo hermoso vivido lo llevare siempre en mi corazón- respondo y acaricio su rostro, viendo mi reflejo en sus ojos. Shinjuro me observa en silencio y me abraza, hundiendo su rostro en mi cuello.

-Reiko...mi pequeña Reiko...cuando te envuelvo en mis brazos el mundo se ve diferente...no quisiera jamás perder eso- me dice separándose de mí. - ¿Aceptarías comprometerte conmigo? -.

El Resurgimiento de un pilar: Shinjuro RengokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora