Pasaron unos minutos, cuando desperté. Shinjuro me miraba con una sonrisa y el doctor anotaba algo en un papel.
-Que bueno que despertó- me dice mientras me acerca el papel que estaba esperando-. Estas son las indicaciones que debe llevar de ahora en adelante, para que su embarazo llegue a buen término. -
Recibo el papel que me pasa el doctor, y Shinjuro lo lee conmigo. Se me indicaba no hacer ejercicios fuertes, comer saludable, dormir lo suficiente, tomar unos suplementos, entre otras cosas. Shinjuro mira la habitación, y se da cuenta que Senjuro está al otro extremo mirando por la ventana, así que le hace una seña al doctor.
-Doctor...y referente a...bueno, la intimidad...¿debemos tener algún cuidado?- pregunta. Yo siento que la sangre se me sube a la cara.
-Al ser primeriza, y a esta edad, recomendaría que toda la actividad fuera suave. Calculo que la señorita Reiko debe tener un mes y medio de embarazo. Los primeros 3 meses son más de cuidado- le responde el doctor.
Luego de que ya me sentí bien, el doctor permite que me pueda regresar. Salimos en silencio, aún asumiendo lo que pasaba. Senjuro iba con una sonrisa de oreja a oreja, la idea de ser hermano mayor le caía muy bien.
- ¡Voy a ser un gran hermano, como lo fue Kyojuro! - exclamó mientras me abrazaba. Con su padre lo miramos con mucha ternura.
-Cariño, ¿Por qué vas tan callada? - me preguntó de pronto Shinjuro.
-No puedo evitar pensar en el pasado...en las veces en que Kaito me golpeó, por no poder tener un hijo...y yo no era la del problema- digo cabizbaja. Shinjuro puso una cara de desagrado al escuchar el nombre de aquel hombre que en un momento fue mi esposo.
-No pienses en eso...ahora esta es tu familia. Disfrutemos este hermoso momento- me dice mientras me abraza y me besa la cabeza.
Los días pasaron en calma, cada vez la boda se acercaba más. Las hormonas por el embarazo me estaban jugando una mala pasada, pues estaba muy deseosa de estar con Shinjuro, pero él sacaba una gran fuerza interior para resistirse, pues no quería hacerle daño al bebé. No me quedaba más que sonreír al ver como evitaba tener un contacto más íntimo, aunque su cara decía todo lo contrario.
Cuando ya faltaba unos días para la boda, me di cuenta de que el kimono que iba a usar ese día me quedaba ajustado en la cintura. Me parecía extraño, que, con tan poco tiempo de embarazo, mi barriga ya fuera un tanto notoria.
-Cariño, debo ir a donde la modista a ajustar mi kimono. Mi barriga ha crecido, me parece algo extraño- le digo con el kimono en la mano.
-Ruka...- comienza a hablar Shinjuro, pero tras decir el nombre de su esposa fallecida se detiene. Yo lo miró y le hago un gesto con la cabeza para que continue.
-Ruka también tuvo un estomago más pronunciado desde el comienzo del embarazo. Ambos bebés nacieron grandes...parece que los genes Rengoku, hacen que los embarazos sean un tanto notorios- me dice
"Bebés grandes" esa frase me quedo clavada un momento en mi cabeza, no había pensado en el parto.
Esa tarde fui donde la modista. Había un clima bastante agradable. La modista me midió, y me felicitó por mi embarazo, y tras unos minutos, agrego unos trozos de telas con tal habilidad, que el kimono se ajustaba ahora completamente a mi cuerpo. Dando las gracias, me fui para volver a casa.
Había poca gente en la calle, pero de pronto, siento como que alguien me sigue. Apure el paso, pero aun sentía esa presencia tras de mí. Algo me decía que no era nada bueno. De reojo, vi una sombra que se me cruzó y me vino un mareo. Mi corazón casi se paralizó, y el sentimiento de que se relacionaba con el sujeto extraño de la otra vez, me inundó.
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El Resurgimiento de un pilar: Shinjuro Rengoku
FanfictionLuego de la muerte de Muzan, una ex cazadora debe ayudar al ex pilar de la flama a mejorar su vida y su relación con su hijo, sin embargo, esta relación pasa a ser algo más que una relación laboral. El ex pilar de la llama aún mantenía la vitalidad...