Un Refugio En Tí •|ᴘᴇᴀʀʟ ʙᴏʏ|•

8 • |¿Dónde está?|

El fin de semana terminó como si hubiera sido un breve respiro, y dió comienzo a la semana, volviendo a la rutina de siempre.

Durante la semana, no había pasado nada. Había salido con mis amigos un par de días, y el resto los pase haciendo trabajos. Pero si había algo que me preocupaba.

Dooshik.

No he sabido nada de él, no lo he visto en toda la semana, y tampoco me ha respondido a los mensajes, incluso lo llamé un par de veces, pues comencé a preocuparme, pero solo saltaba el contestador.

Solté un suspiro balanceandome en la silla de la cafetería. ¿Y si algo le había pasado? La última vez que lo ví no se veía muy bien.

—¿Estás bien? —preguntó Dan —. Te noto preocupado.

—Estas distraído, no has hablado en todo el rato —esta vez habló Chanwoo.

—Si, estoy preocupado por Dooshik —afiemé.

—¿Aún no ha dado señales de vida? —preguntó Nakyum apenado.

Negué.

—No me responde, ni los mensajes ni las llamadas. Ya no se que hacer.

—¿Y si le preguntas a Seungho y Jaekyung? Ellos tal vez sepan —propuso Dan.

—Lo hice, pero no quieren decirme. Me dicen que está bien, que no me preocupe. Solo quiero verle.

Todos sonrieron con pena, ellos también sabían de lo enfermo que estaba Dooshik, al final terminó diciéndoselo a los chicos.

Finalmente el día en en la universidad pasó, mire mi teléfono y nada. Aún no llegaba el mensaje de Dooshik que tanto esperaba. Me conformaba con un "estoy bien".

Lo llamé una vez más mientras caminaba por la universidad, dirigiéndome hacia la salida, pero otra vez saltó el contestador. Mi inquietud crecía con cada tono sin respuesta, y al final solo quedaba una opción: insistirle a Seungho y a Jaekyung a qué me lo digan.

Se me ocurrió donde podría encontrar a Jaekyung, por lo que caminé con paso rápido y decidido hacia el gimnasio. Jaekyung solía entrenar ahí. Mientras me acercaba, mi mente se llenaba de posibilidades, ninguna de ellas demasiado tranquilizadora. ¿Y si Dooshik había recaído otra vez? La falta de noticias solo empeoraba mis preocupaciones.

En el gimnasio había muchísimo ruido, lleno de estudiantes y atletas entrenando, pero no tardé en encontrar a Jaekyung cerca de una de las máquinas. Parecía concentrado, sudando bajo el esfuerzo, pero no me importaba interrumpir. Necesitaba respuestas.

—Jaekyung —lo llamé mientras me acercaba.

Él levantó la vista, sorprendido al verme. Con una toalla se secó el sudor de la frente y me hizo un gesto para que lo esperara mientras terminaba su rutina.

Cuando finalmente terminó, se acercó, respirando algo agitado.

—¿Qué pasa, Jooha? ¿Que haces aquí? —preguntó. En realidad, sabía por qué estaba allí, después de todo, he estado insistiendo varias veces.

—Quiero saber qué está pasando con Dooshik. Nadie me dice nada, y no ha respondido ni a mis llamadas ni a mis mensajes. Estoy preocupado —dije, tratando de sonar calmado, aunque por dentro todo mi ser estaba gritando.

Jaekyung frunció ligeramente el ceño y miró a su alrededor como si evaluara si era seguro hablar allí. Parecía debatirse internamente.

—Jaekyung, por favor —insistí, dando un paso hacia él —. Necesito saber si está bien. Si algo le pasó…, tengo que saberlo.