Los lobos en Busan eran solo una leyenda... hasta que el 31 de agosto de 1997 apareció el cuerpo de uno de ellos, desatando una cacería y revelando los secretos oscuros que el pueblo había ocultado por décadas.
Años más tarde, Kim Taehyung y su padr...
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El dolor en su cuerpo comenzó a ejercer por toda su columna y sus hombros. Trató de moverse pero una punzada en su costado le hizo gemir del dolor. Como pudo se sentó sobre la tierra y abrió sus ojos mirando a su alrededor. Todo eran cerros a su alrededor.
Yoongi miró su cuerpo desnudo y se maldijo a sí mismo, por haberse dejado llevar por los sucesos que habían ocurrido ayer.
¿Ayer?
Tal vez antes de ayer o... antes de ayer.
No recordaba.
¿Cuánto tiempo había estado inconsciente?
De repente su conciencia le trajo recuerdos de lo que había pasado con su hermano menor y su acompañante, las imágenes de su lobo controlándolo y atacando a Taehyung se hicieron presentes. Pero esperen...
¿El ahora había cruzado los cerros?
El recuerdo de la conversación con Jimin, de que el laboratorio estaría por esta zona le volvió a la realidad.
¿Había sido eso el por qué su lobo lo trajo hasta acá?
Se puso de pie con cuidado y miró a su alrededor. El lugar estaba completamente vacío ¿Cómo es que había un laboratorio en Busan, si ni siquiera en los registros de su historia había uno? El libro y toda su investigación habían sido en vano?
Apretó sus labios sintiendo a su corazón dolerle.
— Padre... dame una señal, permíteme descubrir tu verdad por favor... Lo que ha pasado es señal para que nos digas que hacer, no quiero... no quiero ser más esto por favor —rogó con las lágrimas en sus ojos.
Fue entonces que a lo lejos escucho una voz, pero al ver de quien se trataba se decepciono. La silueta de Jimin se fue acercando a un vulnerable Yoongi, y cuando estuvo a su lado, lo tapó con una manta que traía con él.
— Vámonos a casa, tu madre te está buscando —le dijo. Pero él no quería, sin embargo, por el estado de vulnerabilidad en el que se encontraba, accedió aceptando la ayuda de Jimin.
Fue entonces que ambos se pusieron de pie y caminaron de vuelta al hogar de Yoongi, en donde su madre lo estaba esperando.
Hwasa había estado esperando a su hijo desde que Jungkook le dijo que lo había visto irse hacia los cerros. Todos los días salía a buscarlo. Jungkook por su parte estaba dolido con su hermano, pero eso no quiere decir que no acompañara a su madre a buscarlo.
Ese día Hwasa se encontraba en la puerta de su casa mirando el gran bosque tenía de frente, no había ido a trabajar por el dolor de pensar que su hijo se había perdido, pero cuando vio la silueta de Jimin ayudando a Yoongi a caminar, corrió con las lágrimas en sus ojos para abrazarlo.
— Mamá... —susurro Yoongi abrazándola de vuelta.
Jimin se sintió bien por haberlo traído de nuevo. Pero sabía que Yoongi se encontraba mal, sabía que el porque Yoongi había ido a los cerros, y fue una gran confusión tanto para Yoongi como para él.
