Un Charco de Agua |Drarry|

Ｃａｐíｔｕｌｏ ＸＸＶＩ

—¿Qué está pasando aquí? — llegó McGonagall corriendo a donde ellos se encontraban. Justo detrás de ella estaba Snape, quien los miraba con preocupación.

Draco no supo qué contestar, y Ron estaba en un estado de shock mientras miraba la pared. No se movió de su lugar y no parecía poder hacerlo, así que McGonagall no esperó respuesta de los dos antes de empezar a hablar.

—A sus habitaciones, ahora. No sé qué están haciendo afuera, pero mañana hablaremos de eso. — Draco le dio un pequeño empujón a Ron para que este recuperara la conciencia y empezara a caminar con él.

En cuanto llegaron a su Sala Común, los dos chicos se sentaron en un sofá, y antes de que cualquiera pudiera decir algo, sintieron un temblor.

Esta vez fue mucho más fuerte que el anterior; las cosas se sacudieron, los cuadros cayeron al suelo, el fuego estuvo a punto de apagarse, las luces parpadearon y las ventanas crujieron.

Sin embargo, Ron no lo notó.

Ron parecía más preocupado por lo que habían visto anteriormente, y él entendía. Solo le sorprendía que ni siquiera lo mencionara.

Aun sin decir nada, Ron empezó a caminar por la Sala Común y subió a su habitación, dejándolo solo en la Sala Común, que, a pesar del fuego, era fría.

Draco sintió un pequeño escalofrío en la espalda y, sin mirar atrás, caminó a su habitación. Cada paso que daba sonaba increíblemente fuerte a pesar de sus intentos de permanecer en silencio.

Planeaba dormir y no moverse de su habitación hasta que fuera necesario, pero sus pies lo llevaron a la habitación de Harry. Sin saber por qué, dio una pequeña mirada, viendo cómo Ron ya estaba acostado y cómo Harry dormía pacíficamente.

Sintió que su corazón se calmaba al ver al pelinegro bien. Después de todo, no podía quedarse solo en ese universo. Solamente por eso se tranquilizó; no quería estar solo.

Aunque sabía que, en cuanto regresaran, de todas formas lo estaría.

Draco caminó a su habitación y miró a Blaise y a Neville, quienes estaban más quietos que una roca. Si no fuera por los ronquidos de ambos, creería que estaban muertos.

El rubio subió a su cama y cerró las cortinas; no podía dormir. No después de leer eso y sentir el terror que había sentido la primera vez, a pesar de ser un sangre pura.

¿Le podría pasar algo a Harry? Después de todo, no era un sangre pura.

Ron y Blaise estaban bien por suerte, pero algo no le parecía bien.

Harry había encontrado la Cámara de los Secretos en su segundo año, y estaba muy seguro de que aún sabía dónde se encontraba, pero de todas formas no sabía si el Gryffindor se arriesgaría nuevamente a ir abajo.

¿Y qué había sido ese temblor? Tal vez antes hubiera creído que era algo relacionado con la Cámara de los Secretos, pero había sido demasiado fuerte... y aun así, Ron no lo había notado, ni siquiera se había tambaleado.

Él no quería estar resolviendo misterios, él no era Potter. Él solo... solo quería... Solo quería irse a casa.

Quería regresar.

Quería estar seguro.

Pero no quería estar solo... y eso era lo único que le impedía tomar el libro e intentar el hechizo hasta que apareciera su universo.

Una idea se encendió justo arriba de su cabeza. No podía usar el libro de los Universos, Severus lo tenía, pero él tenía otro libro.

Draco se agachó debajo de su cama y luego sacó el libro. No sabía ni siquiera qué contenía, pero ese libro tenía algo importante, algo que podría ayudarlos a salir de ese lugar, y lo leería hasta encontrarlo.

Draco pasó las páginas del libro, leyéndolas una y otra vez en busca de alguna respuesta, en busca de algo que pudiera sacarlos de allí.

Pero mientras más leía, menos sabía y más dudas tenía.

Tenía miedo de todo en ese momento. Tenía miedo de su familia, al no saber cómo era; tenía miedo de ese lugar; tenía miedo de lo que había visto Harry; tenía miedo del mensaje en la pared... y tenía miedo de Voldemort.

Draco siguió pasando las páginas y llegó a la que más le había llamado la atención el día que vio el libro por primera vez. Pero encontró algo que realmente lo espantó.

El tiempo había bajado.

Se quedó paralizado. Sintió sus ojos llenarse de lágrimas y lloró. Lloró porque sabía que algo iba a pasar, y sabía que la Cámara de los Secretos tenía algo que ver con eso. Lloró porque quería ayuda. Quería la ayuda de alguien. Quería la ayuda de Harry.

Lloró porque tenía miedo.

Solo quería estar con alguien que en verdad conociera. Quería ir con Harry, tomarlo del brazo y llevárselo a su universo. Quería irse de ahí.

Draco suspiró y dejó el libro a un lado. Estaban en problemas, eso era lo único que sabía. Y nadie podría hacer nada al respecto.

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°°°Tendré que hacer algo que no planeaba hacer.°°°

•795 palabras•

•27-09-2024•