Mi móvil no para de vibrar y tengo muy claro a qué se debe, no pienso responder más que con un mensaje.Mensaje: "Necesito concentrarme en mi novela, por favor déjame tranquila".
Me he decidido por detallar al personaje basado en la inexistencia de lo que quiero recibir de una persona que profesa amarme, porque utilizar los sentimientos de alguien a quien no puedo asegurarle si podré corresponderle me parece más un drama innecesario para mi vida.
Comienzo a hacer el resumen de un completo desconocido, como si alguien sentado a mi lado me relatase sobre su vida para hacerlo sentir más real, puedo apreciar varias características de las que Devon carece pero esto, ¿debería de ser realmente así?, no se supone que amas hasta los defectos de las personas, ¿en qué momento comienzas a odiarlos?, ¿es odiar parte de amar?, es imposible que un cuestionamiento no lleve a otro, en definitiva esto sería más sencillo si este chico existiese y yo pudiera plasmar lo que me hace sentir y no solo pretender que lo hace. Quizá escribir otro género como "acción" sería más sencillo o "suspenso", escribirle al amor muchas veces significa la necesidad de exprimir tus propias emociones a tal punto que te sientes como tu propio sujeto de prueba o al menos es lo que yo he estado aplicando durante tantos años.
"Mi corazón se hace cada vez más ruidoso, parece que el tiempo se escapa de mis manos cuando estoy junto a él, mis manos se humedecen y esta persona frente a mí parece imponente de muchas formas. Quiero que bese cada rincón de mi cuerpo, quiero que conozca mi alma y aún más conocer la suya, quiero que se enamore perdidamente de mí"
Siento una mano sobre mi hombro y al subir la mirada encuentro los ojos color miel del que ahora es mi guardaespaldas favorito.–Monsieur Devon, hora para ir –susurra a mi oído.
–Un momento –le pido.
Asiente y vuelve a retirarse.
Debería acceder a volver de inmediato para no causarle problemas a Theo, pero el solo pensar que me espera Devon en casa me causa intranquilidad, no quiero continuar explicando el cómo me siento.
Cojo mi portátil y camino hasta el perchero para colocarme mis prendas de nuevo. Salgo y me subo al coche, Theo me sonríe mientras lo pone en marcha. Deseo que el camino se alargue lo máximo posible, pero tengo en cuenta que la biblioteca no se encuentra tan lejos y que un par de minutos estaremos en casa.Al llegar bajo con prisa y mantengo la misma dirigiéndome hasta la habitación de huéspedes para evitar ser interceptada por Devon, sin suerte alguna porque al mirar mis intenciones me detiene de inmediato y me levanta, llevándome sobre uno de sus hombros contra mi voluntad. Le exijo que me baje de inmediato pero hace caso omiso mientras camina a la habitación cerrando la puerta con pasador al entrar. Me deja bajar en la cama y sus brazos hacen presión justo alrededor de mí.
–No quiero seguir hablando de lo mismo –le dejo en claro mientras su mirada está clavada en mis labios–. Le pedí a Theo que me llevase a la biblioteca para cambiar un poco el ambiente y así poder concentrarme mejor.
No comenta nada pero su mirada alterna de mis labios a mis ojos mientras intento justificar mi salida.
–¿Podrías dejar de mirarme de esa manera? –le exijo intentando esconder los nervios que me produce que lo haga.
–¿Por qué? –una pequeña sonrisa intenta dibujarse mientras su mirada me desafía.
–Solo...no lo hagas y apártate de encima –intento escabullirme por los lados pero me lo impide.
–Iliana –susurra acercándose a mi oído– Te necesito.
Su voz retumba dentro de mí despertando el deseo de estar con él. Reposo mi mirada en sus labios mientras una de sus manos se acerca a acariciar mi mejilla. El tacto arde en mi piel y noto la necesidad que crece de sentirme poseída por él, no solo quiero que me toque, necesito que me calme.
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El karma, el amor y yo
Romance¿Has intentado dejar de amar a alguien? (sin éxito alguno), llegando a pensar que dicho amor es obra de una maldición karmica para hacerte pagar un error cometido en alguna vida pasada. Tras 14 años he amado a la misma persona, que por igual "me ha...