Los últimos 3 días han sido bastante incómodos, he estado pretendiendo que todo está bien entre nosotros. Después de follar aquella noche Devon piensa que se ha solucionado todo y decidí hacerle creer que de hecho es así porque estoy cansada de discutir y porque me parece que debo pensar muy bien lo que quiero hacer y cómo hacerlo, por lo que me he estado encerrando en el estudio pretendiendo que he tenido un golpe de inspiración, cuando no es cierto, pensar en alguien que no existe no me inspira, me hace cuestionarme hasta un punto que me deprime el tener que consolarme con un ser imaginario para pretender que siento algo e intentar plasmar ese sentimiento porque no me queda más opción debido a que me veo en la obligación de escribir sobre una felicidad que desconozco y que de hecho no creo que siquiera sea posible llegar a ella. En lo que a mi respecta el estar enamorado es sinónimo de incertidumbre, ansiedad, angustia, es agobiante estar enamorado de alguien por tanto tiempo. Por lo cual he estado desahogándome mediante largos escritos, para que cuando Devon entre a darme un beso o simplemente admirarme un par de segundos desde la puerta se crea el cuento de la inspiración. A su vez me he cuestionado un par de veces si debería de escribirle a Dominic, para que me ayude, pero eso sería preocuparlo y escuchar recriminadamente el "porque siempre tiene razón" creo que puedo hacer esto sola, solo debo coger un taxi hasta el aeropuerto e irme...Se abre la puerta y Devon entra al estudio.
–Sé que has estado inspirada últimamente –comenta mientras se acerca– pero quiero pedirte que hagas una pausa momentánea, porque quiero llevarte a un lugar que va a encantarte –se detiene a mi lado–. ¿Qué dices?...
–La verdad...– me doy vuelta hacía él– me gustaría proseguir, ya sabes lo mucho que me ha costado coger la inspiración.
–Solo serán un par de horas, por favor...
–Devon...
–¡Por favor! –insiste.
–Vale –termino accediendo ante sus súplicas– pero espero que no vayamos a ningún lugar frío, como un paseo entre montículos de nieve o un lugar ruidoso lleno de paparazzis y fans.
–No podría estar más lejos de cualquier cosa que se te ocurra –se sonríe.
***
Vamos en la limosina y aun no tengo idea de cuál es nuestro destino porque no se ha dignado a informarmelo. Solo está sentado a mi lado, besando mi mano ocasionalmente mientras yo aborrezco su presencia y esta inoportuna cita. Justo cuando estaba estudiando la mejor forma de abandonarle, mágicamente se siente romántico y pretende que con lo que sea que haya planeado todo va a volverse un cuento de hadas, como si esto no fuera la vida real, como si todas las inseguridades que siento estando a su lado no me causasen tanto agotamiento. Al punto de necesitar descansar con urgencia, de necesitar paz. Esto en definitiva no es lo que quiero para mí, pero para él parece todo lo contrario, es feliz, siempre y cuando me mantenga a su lado, sin importar lo que tenga que tolerar o cuantas veces quiera huir, no le afecta, está totalmente seguro de mi amor por él y más aún del que siente por mí. Se piensa que esto es obra del destino, algo de lo que por más que tratemos de huir se nos hará imposible, pero la verdad es que de romántico no tiene nada porque muy lejos de ser algo bueno, como siempre lo he considerado, es una maldición, es lo que es, y yo deseo acabar con ella de una vez por todas.
Nos detenemos frente a un local, es pequeño y en la fachada se puede apreciar piezas de cerámica decoradas.
–Vamos –me avisa saliendo del coche.
Extiende su mano y la tomo, dejándome guiar hasta el interior del lugar, donde se encuentra un pequeño taller.
–¿Qué es esto Devon? —pregunto confusa.

ESTÁS LEYENDO
El karma, el amor y yo
Romance¿Has intentado dejar de amar a alguien? (sin éxito alguno), llegando a pensar que dicho amor es obra de una maldición karmica para hacerte pagar un error cometido en alguna vida pasada. Tras 14 años he amado a la misma persona, que por igual "me ha...