Del amanecer al ocaso

Capítulo 5:"La Cabaña"

Lilith quedó pensativa durante el viaje en auto, su mente aún intentando procesar los eventos que habían ocurrido en su casa horas antes. ¿Había sido real o solo un producto de su imaginación, provocado por el golpe en la cabeza?

Miró a Alessandro de reojo, recordando los ojos y los colmillos filosos que había visto anteriormente. Su corazón latía con terror y cautela. Alessandro se dio cuenta de su mirada y detuvo el auto en medio de la carretera oscura y llena de niebla.

-¿Todavía tienes miedo de mí? -preguntó, su voz era baja y suave.
Lilith asintió, sin poder hablar.

Alessandro sonrió y pasó su mano suavemente por su rostro. Lilith sintió un escalofrío. Sus manos estaban terriblemente heladas, como si no tuviera temperatura corporal.

-No tengas miedo -dijo Alessandro, alejando su mano-. No te haré daño.

Se acercó a ella, con intención de besarla, pero Lilith corrió su rostro y preguntó:

-¿Falta mucho para llegar?

Alessandro se detuvo, su mirada era sombría. Luego, se bajó del auto y apareció sorpresivamente del otro lado de la puerta de Lilith, abriéndola y tendiéndole la mano.

-Vamos -dijo, su voz misteriosa-. Salgamos del auto.

Lilith dudó, mirando la oscuridad del bosque que se extendía junto a la carretera. ¿Debía confiar en él? ¿Qué había en ese bosque que Alessandro quería mostrarle?

Pero algo en su mirada la hizo tomar su mano, y juntos se adentraron en la oscuridad del mismo. La niebla los envolvió, y Lilith se sintió como si estuviera caminando hacia lo desconocido.

Lilith y Alessandro caminaron en silencio durante un largo rato, la oscuridad del bosque envolviéndolos como una manta. Lilith aún sentía temor en su corazón, pero la presencia de Alessandro la hacía sentir un poco más segura.

-¿A dónde vamos? -preguntó Lilith, rompiendo el silencio.

Alessandro no respondió de inmediato, sino que siguió caminando con paso firme.

-A un lugar seguro -dijo finalmente, sin mirarla.

Lilith se sintió frustrada.

-¿Qué significa eso? -preguntó, intentando mantener el paso con Alessandro.

-Significa que estaremos protegidos -respondió Alessandro, su voz era baja y misteriosa.

Lilith se detuvo, obligando a Alessandro a hacer lo mismo.

-¿Protegidos de qué? -preguntó, mirándolo fijamente.

Alessandro suspiró y se volvió hacia ella.

-De aquellos que te buscan -dijo, con una mirada intensa.

Lilith se estremeció.

-¿Quiénes me buscan?

Alessandro no respondió, sino que se dio la vuelta y siguió caminando.

-Vamos, Lilith -dijo-. No tenemos mucho tiempo.

Lilith se sintió obligada a seguirlo, aunque su mente estaba llena de preguntas y temores. ¿Quiénes la buscaban? ¿Por qué? Y ¿qué querían de ella?

Siguió a Alessandro hacia lo desconocido, su corazón latiendo con ansiedad. La oscuridad del bosque parecía cerrarse sobre ella, y Lilith se preguntó si había tomado la decisión correcta al seguir a este hombre misterioso.

La cabaña era una estructura de madera rustica, con un techo inclinado y ventanas pequeñas que permitían entrar la luz del bosque. La puerta principal estaba adornada con una cortina de cuero y un llamador de hierro forjado.

Al entrar, Lilith se encontró con una estancia acogedora y cálida. La chimenea central era el foco de atención, rodeada de sillones cómodos y una mesa de madera oscura. Las paredes estaban adornadas con objetos de caza y herramientas antiguas, dando un toque rústico y auténtico al lugar.

El suelo crujía bajo los pies, cubierto de una alfombra de piel de oso. En un rincón, había una cocina pequeña con una mesa de trabajo y una chimenea auxiliar. Unas escaleras estrechas conducían al piso superior, donde probablemente se encontraban los dormitorios.

Lilith se sentó en la silla frente a la chimenea, sintiendo el cansancio del largo caminar. Alessandro la tapó con una manta gruesa y se dispuso a prender el fuego. Las llamas crepitaron y crecieron, calentando la estancia.

-Esto te hará sentir mejor -dijo Alessandro, sonriendo.

Lilith asintió, sintiendo el calor y la comodidad de la cabaña.

-Creo que necesitas comer algo -dijo Alessandro, escuchando el ruido de su estómago-. Iré por provisiones.

Lilith se sorprendió.

-¿Dónde vas a ir? -preguntó.

-No te preocupes -respondió Alessandro-. Estaré de vuelta pronto.

Se puso su abrigo y salió de la cabaña, dejando a Lilith sola frente al fuego crepitante. La oscuridad del bosque parecía cerrarse sobre ella, pero la cabaña era un refugio acogedor y seguro. O al menos, eso parecía.
Lilith se sumergió en un sueño profundo, el calor del fuego y la comodidad de la cabaña relajando su cuerpo y mente exhaustos. Pero pronto, su subconsciente comenzó a crear otro escenario, otro sueño recurrente que la perseguía.

En este sueño, ella y Alessandro estaban en un bosque idílico, rodeados de árboles con flores blancas que parecían bailar en el viento. Estaban a punto de casarse, y Lilith llevaba un vestido blanco que resplandecía en la luz del sol.

Alessandro tomó su mano, y Lilith sintió una oleada de emoción y amor. Se miraron a los ojos, y Lilith vio la devoción y la pasión que estos reflejaban.

Pero cuando se inclinó para besarla, Lilith tocó su pecho y sintió un dolor agudo. Su vestido blanco se manchó de sangre, y una herida de bala apareció en su pecho.

Lilith hizo una mueca de dolor y horror, y el rostro de Alessandro se volvió borroso, triste y lejano. Ella intentó llamarlo, pero su voz se perdió en el viento.

El sueño se desvaneció, y Lilith se despertó con un sobresalto, su corazón latía con fuerza.

Se levantó, buscando a Alessandro, pero él no estaba allí. La cabaña estaba vacía, y el silencio era opresivo. Su mente comenzó a hacer preguntas.

¿Dónde estaba Alessandro? ¿Por qué no había regresado? Y ¿qué significaba ese sueño recurrente que la perseguía?

El fuego se había apagado, y las puertas y ventanas estaban abiertas, dejando entrar un aire helado que la hacía tiritar. Buscó a Alessandro por toda la cabaña, pero no había rastro de él.

Se levantó y se acercó a la puerta, intentando ver si Alessandro estaba fuera. Al abrir la puerta, un viento gélido la golpeó, y ella se envolvió en su abrigo.

Al salir, miró alrededor, pero no logró verlo. En su lugar, vio dos ojos amarillos brillantes escondidos entre los arbustos a lo lejos. El corazón de Lilith se detuvo. Eran ojos de lobo, y parecían estar observándola.

Se quedó paralizada, sin saber qué hacer. El frío y la oscuridad del bosque la rodeaban, y ella se sintió vulnerable y sola.

De repente, los ojos se movieron, y Lilith vio un rostro poco familiar, con facciones humanoides y orejas puntiagudas. No era un lobo, pero tampoco era humano.

Se sintió aterrorizada. ¿Qué era esa criatura? ¿Y dónde estaba Alessandro?

Intentó retroceder hacia la cabaña, pero sus piernas se negaban a moverse. La criatura comenzó a acercarse,con sus ojos fijos en ella.

Lilith se preparó para lo peor, su corazón latiendo con fuerza. Pero justo cuando la criatura estaba a punto de alcanzarla, un sonido resonó en el bosque.

Un aullido.

La criatura se detuvo, mirando hacia la oscuridad. Lilith siguió su mirada y vio una figura emergiendo de las sombras.

Alessandro.

Pero ¿era realmente él?.