Aprendiendo a no amarte ®

Luego de que yo te dije que te amaba

Capitulo 20—Luego de que yo te dije que te amaba

Benjamín:

Luego de dejar a Megan en su casa Martín dejó su auto en su casa saludo a sus padres y volvió a irse a mi casa.

—¿Cuándo le vas a decir? Esta pensando en qué hizo mal

—Pues que lo recuerde.

—Benjamín, ustedes no son nada

—Martín, dejé de hacer muchas cosas esas tres semanas para estar pendiente de ella y tomo la decisión de tomar sus antidepresivos con alcohol ya ese no es mi problema.

—¿Estas molesto porque tomo antidepresivos con alcohol o porque se beso con otro chico? —La mirada de Martín estaba fija en cada corte que hacia sobre una cebolla, era cierto Megan había besado a alguien más y los celos me estaban invadiendo no podía pensar en ella con alguien más, sentí el frio ardor en mi dedo mientras tiraba el cuchillo al otro lado de la cocina por instinto— Mierda Benjamín —voltee a mirar el mesón lleno de sangre y mi dedo cortado goteando sangre sobre la cerámica de la casa.

—Mierda —rápidamente abrí la llave para limpiar la sangre.

—Ves, no estas molesto por los antidepresivos y el alcohol, lo estas por lo que eso causo —solté una pequeña risa a su ironía.

***

—Benjamín —escuche a Megan del otro lado del pasillo corriendo hacia mi— ¿Me estas evitando?

—No Megan, voy tarde a clase —seguí con mi camino a un aula

—¿y luego? —pregunto dudosa siguiendo mis pasos

—Tengo entrenamiento

—Benja hoy es jueves no tienes entrenamiento —me detuve frente a la puerta del aula y me gire a mirarla 

—Megan deja de seguirme no quiero hablar contigo —entre al aula dejándola afuera sin ninguna respuesta sobre mi molestia, en realidad, ni siquiera tenia clase había entrado a un aula de un año distinto todos me miraban confundidos— Disculpen creo que me equivoque.

Salí de inmediato al campo a despejar mi mente, al sentarme en las gradas prendí un cigarrillo, había empezado a fumar no con mucha frecuencia pero si cuando buscaba distraerme un tiempo, en unos pocos minutos Lince estaba a mi lado arrebato el cigarrillo de mi mano y lo lanzo lejos hacia el campo de futbol.

—¿Qué haces idiota?

—¿Por qué tiraste mi cigarrillo Lince? estaba casi completo —reproche.

 —De todo lo que puedes aprender de Martin solo aprendes lo malo ¿no? —sonrío levemente.

—Lince, solo intentaba distraerme —se acomoda ligeramente para comenzar a prestarme atención.

—A ver cuéntame ¿Qué tanto le preocupa a Benjamín Ainsworth?  —reí ante la ironía de su pregunta.

—A ver, si logro sorprenderte me dejas tomar otro cigarrillo. 

—Va —se volvió a acomodar en su puesto.

—Aún pienso en como Megan logro besar a otro y hacer todo lo que hizo después de que yo... —Lince soltó una carcajada inmensa burlándose de lo que acaba de decir.

—¿Esto es por Megan? —Vuelve a reírse— por Dios Benja mejor ve a dormir en vez de andar hablando tonterías.

—No es una tontería —recalco— son mis sentimientos.

—Benja no vale la pena llorar o fumar por ella, se beso con alguien, pues si, da igual hay un mundo allá afuera con millones de mujeres —dice mientras señala con su dedo índice toda la cancha— y te aseguro que todas desearían estar contigo —en el fondo de las gradas se escuchan aplausos dispersos.