Fiesta de Bienvenida

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Capítulo 5—Fiesta de Bienvenida

Ya era sábado, aún estaba ordenando mi ropa y decorando mi cuarto, sin embargo aun no borraba su cabello castaño de mi mente, varias veces había salido con Martín con la excusa de conocer a ver si la volvía a ver, fracase pero lo intente, solo quedaba un día de por medio para empezar clases estaba nervioso era mi último año y aunque la mayoría del futbol pertenecían al instituto aun así tenía miedo.

—Benja, ha llegado Martín.

—Dile que suba ma, porfa —escucho los pasos de martín subiendo las escaleras, enciendo la play y martín entra a la habitación.

—¿Qué haces aquí sentado? ¿Por qué no te has vestido?

—¿Vestido para que o qué?

—Como que para que Benjamín ¿en qué mundo estas? —Martín comienza a buscar algo en su celular y se detiene para enseñarme una foto— la fiesta de bienvenida, la hacemos todos los años en casa de Harry.

—No sabía de ella.

—Como no, si es de lo único que se habla en el grupo.

—Lo silencie —pronuncio mientras empiezo una partida de Resident Evil Cuatro— no voy a ir Martín no me gustan las fiestas.

—Pues te gustaran es obligatorio ir —cuando volteo sobre mi hombro Martín buscaba ropa en mi armario— usaras esto y muévete ya son las seis de la tarde.

Me levanto en desagrado y flojamente voy por los vaqueros color mostaza, la camisa blanca y el abrigo de cuadro que Martín había colocado sobre el otro extremo de la cama, mientras Martín sigue jugando en el play empiezo a cambiarme en el interior del baño.

—¿Listo? —pregunta Martín unos minutos después de haber perdido en el juego.

—¿Quién va a la fiesta? —pregunto saliendo de la habitación.

—¿Bromeas? van absolutamente todos, es una fiesta de Harry —hace una pausa— oh, ¿preguntas por ella?

—No Martín, pensé haber dejado claro que el tema de ella no se podría tocar, Harry es nuestro compañero, y ella es su ex, simplemente inalcanzable.

—Tranquilízate, es posible que no vaya tiene mucho sin tratarnos a ninguno.

—Vale, entonces vámonos de aquí.

Me despedí de mi madre y me fui directo a la casa de Harry, si bien no me gustaban las aglomeraciones pero había cambiado de hogar y ahora todo pintaba tan bien que porque no disfrutarlo.

Al pasar frente a su casa, voltee hacia aquella ventana en la que la había visto aquel día leyendo un libro, la luz estaba apagada el lugar se sentía desolado así que solo seguí con mi camino junto a Martín.

Al llegar al lugar había un montón de gente las luces eran de colores y el lugar era estrecho debido a la multitud, pensaba solo ir a donde estaba el equipo y ya, pero, en el balcón del lugar su cabello suavemente ondulado y su vestido negro bailaban al compás del viento, Harry estaba a su lado abrazándola de la cintura ofreciéndole un poco de vino.

Solo quería irme del lugar para evitar pensar en lo que fuese que estuviera sucediendo con ella, pero recordé que el objetivo principal siempre divertirme y salir de mi zona de confort, tome un poco de cerveza y me senté al lado de los chicos a hablar de lo que estuvieran hablando e a intentar borrar la imagen de Harry abrazándola por un costado.

—Benja, viniste —Harry choca mi mano y casi de enseguida nos abrazamos para palmarnos las espaldas— siéntete como en tu casa mi hermano, arriba están las habitaciones al lado de los baños encuentras todo lo que necesitas y en la cocina puedes pedir el trago que busques.

Aprendiendo a no amarte ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora