¿Y eso a mi que?

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Capítulo 15 - ¿Y eso a mí qué?

Quede sin moverme durante unos segundos ¿Qué demonios hacia aquí? Pase a la cocina con cuidado y tome un vaso para servirme un poco de agua.

-Hola Alice... ¿Qué haces aquí? -estaba a punto de tomar mi vaso de agua de inmediato Alice tomo mi brazo y empezó a reír.

-Tenemos que hacer la tarea de arte ¿No te acuerdas? -mi mama nos miraba fijamente esperando mi respuesta.

-¡Ah! Si se me había olvidado -moví mi brazo para que lo soltara- ¿subimos? -Alice asintió, cuando llegamos a la habitación Alice se sentó sobre la cama casi que de inmediato -¿Qué demonios haces tu aquí?

-Le dije a mi mamá que iba a donde una amiga a quedarme, fui pero peleé con ella.

-¿Y eso a mi que Alice? ¿Por qué me buscas a mí? Allá al frente tienes a Martín -Alice entrelazo sus manos y bajo la mirada lentamente- a ver -termino por preguntar tocando mi frente- ¿Por qué peleaste con ella?

-Me metí con su novio...

-¡Alice! -exclame.

-Fue hace mucho pero no quiere entenderlo, el caso es que si voy a casa de Martín, su madre llamara a la mía y me meteré en problemas y fuiste el primero en el que pensé.

-No esta bien lo que hiciste...

-Pero...

-Te puedes quedar...

-¡Si! -exclama.

-Solo por hoy Alice.

-Si lo sé, también sé que estuvo mal así que ninguna de las dos cosas volverá a pasar lo prometo -Alice mostro su meñique, voltee los ojos y me direccione hacia el baño a cambiarme- oye hay una cosa.

-Ahora que Alice -volteo a verla.

-No traje piyama -fruncí el ceño.

-¿Cómo que no trajiste piyama? ¿Y cómo te quedarías en casa de tu amiga?

-Somos mujeres Benjamín, nos prestamos la ropa.

-Y el novio...

-¡Benjamín!

-Esta bien -termine por decir riendo, tome una camisa de mi closet y se lo entregue- puedes ponerte esto voy a cambiarme.

-¿Al baño?

-¿Dónde mas me cambiaria?

-Es tu habitación no tienes porque salir de ella para vestirte -voltee los ojos, para terminar de caminar hacia el baño, mientras estaba duchándome escuche como mi madre entro en la habitación a preguntarle a Alice si se quedaría, tenía los nervios de punta, es Alice que tanto y Alice por nada del mundo me pone nervioso ¿Cierto? Salí del baño ya en piyama frotando mi cabello junto a la toalla- te ves más lindo sin camisa -sonrió, mis mejillas se sonrojaron ante lo dicho.

-No Alice -Abrí la puerta del armario para sacar el colchón inflable.

-¿Quién dormirá ahí? ¿Tienes mascotas?

-¡No Alice! Ahí voy a dormir yo.

-¿Es enserio? Hay suficiente espacio tu cama, podemos dormir los dos sin problema -Alice se colocó a un lado dejando en gran espacio libre.

-Está bien, yo dormiré en el inflable sin problema -empecé a inflar el colchón.

-Te prometo que no pasara nada entre nosotros ¿Sí? Confía en mi -su mirada tierna haciendo un pequeño puchero me convenció doble el colchón inflable nuevamente, lo adentré al lugar en donde se encontraba y me acosté a su lado.

-Está bien -coloque un brazo sobre mi cara para descansar.

-¿No apagaras la luz? -quite mi brazo y voltee a verla.

-¿Es enserio Alice? -ella asintió riéndose, me levante a apagarla y volví a acostarme esta vez dándole la espalda ella repitió mi acción rápidamente, no pasaría nada solo somos amigos ¿no?

Tome mi teléfono y comencé a ver videos, empecé a pasarlos solo lo hacia para distraerme aun así me aburrían un poco, Alice se volteo a ver dichos videos su rostro se posó en mi hombro facilitando su vista y aumentando mis nervios, tiempo después apague el celular y lo deje caer a mi lado. Alice volvió a su lugar, su mirada se sostenía en mi espalda así que decidí voltear a verla.

-¿Cómo es que nadie sabe que no eres su hijo? -interrogo luego de verme voltear.

-En Houston era muy obvio, todos murmuraban sobre ello en los pasillos de su empresa por eso no decidieron decir nada aquí, aunque imagino que pronto se enteraran, es muy obvio ¿Cierto? -Asintió levemente mientras sonreía.

-¿Cómo era la vida allá? -mi corazón empezó a acelerarse.

-Sabes, es muy linda tu voz -Alice frunció el ceño- pero me gusta más oírla mientras gimes -empecé a acercarme lentamente, ella empezó a repetir mi acción, coloque mi mano en su espalda baja y la jale hacia a mí, empecé a besarla prolongadamente mientras Alice tomaba mi cabello, metí mi mano debajo de la camisa que llevaba puesta lentamente empecé a masajear sus pechos, baje mi mano luego de unos segundos y quite sus bragas, empecé a meter mi mano direccionada por ella empecé a tocarla suavemente como ella lo indico, volteo a mirarla sonrojado.

-¿lo estoy haciendo bien? -ella asintió sonriente, saco mi mano y empezó a quitar mis shorts y mis calzoncillos se posicionó hacia al frente moviéndose de una manera única que hacia alucinar de alguna manera ella me hacía olvidar.

Escuche como la puerta intento abrirse, me desperté casi que de inmediato algo preocupado, intente varias veces despertar a Alice mientras me vestía ya se nos hacia tarde eran casi las siete con treinta, seguían tocando la puerta con persistencia así que luego de vestirme abrí.

-¿Por qué cierras idiota? Vamos tarde... -Agite mi cabello en nerviosismo, Martín volteo hacia la cama- ¿Qué demonios hace Alice aquí?

-Vino anoche, que ella te explique voy a báñame -entre a la ducha mientras escuchaba los reclamos de Martín como si de su pequeña hermana se tratara, salí del baño dejándola entrar a ella.

-Benja por favor dime que esta vez si -titubee un poco mientras me peinaba- ¿Benjamín?

-No... -respondí nervioso.

-¿Benjamín eres idiota? ¿En tu casa es en serio? -tomo su cabello- estas en grandes problemas -se acercó a la puerta.

-No le dirás a nadie ¿Cierto?

-A mi gato le contare lo idiota que eres, nos vemos en el auto -martín salió de la habitación, en el preciso momento en el que Alice salió del baño ya vestida.

-¿Ya nos vamos? -pregunte al verla acercarse al espejo.

-No idiota, aún no he terminado, aún tengo que maquillarme -fruncí el ceño.

-¿Estas jugando cierto? -vacile.

-No Benjamín es de verdad -afirmo firme.

-Alice vámonos es tarde.

-Pero tengo que...

-Vámonos -Alice se quejo tomando sus cosas y bajando a la entrada antes de llegar se detuvo.

-No olvidare lo de esta noche -sonrío- gracias.

Aprendiendo a no amarte ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora