Quizás solo soy yo

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Capítulo 19 — Quizás solo soy yo

Estaba desorientado viendo hacia todos lados luego de la pregunta de la señora Smith, Martín llego detrás ella y frunció el ceño al vernos solos.

—¿Y Megan?

—Salimos a caminar por unos croissants y... —cuando iba a intentar terminar la mentira que estaba a punto de decir Megan entro a la habitación.

—Lo siento, me quede hablando con la recepcionista —sentí calma, traía otro croissant en sus manos y jugo de pera— comamos, se va a enfriar —sonrió y se sentó, le dio lo que tenia en manos a su madre y se veía bien, todo estaba bien con ella y actuaba como si nada hubiese pasado.

Luego de un tiempo la psicóloga nos pidió dejarla a solas con ella y tuvimos que salir de la habitación por un momento.

—¿Me dirás que tienes? —pregunto Martín mientras caminábamos por los pasillos del hospital, lo mire mientras terminaba de masticar una galleta y me senté en una de las tantas sillas del lugar.

—¿Es normal? —Martín se sentó a mi lado.

—¿El que?

—¿Qué haya intentado terminar con su vida y de un momento a otro este como si nada?

—No soy psicólogo Benjamín, pero no es una situación fácil, aunque, tampoco es una situación imposible de sobre llevar —fruncí el ceño

—Te refieres a que es algo tonto sentirte mal porque tus padres se separen ya que tu papá tiene otra familia —alegue

—No, no me refiero a que sea algo tonto o insignificante sentirse mal, esta en una situación difícil que a todos les cuesta sobre llevar, pero si vemos un poco, los padres siempre se separan, el amor a veces se acaba y como hijos debemos entenderlo, esta bien sentirse mal, pero alejarse de sus amigos por un sentimiento, rechazar la ayuda o intentar acabar con todo por un sentimiento es...idiota.

—No te atrevas Martín —me levante lleno de coraje por lo que a Martín acaba de decir ¿acaso estaba minimizando la situación? — cómo te atreves a minimizarlo todo.

—No Benjamín, escucha antes de molestarte —me volvió a sentar— si es idiota, pero aun así como su amigo estaré aquí, no sé cómo habrá sido en Houston, pero aquí lo normal es que la gente se separe, la ideología de que papá y mamá siempre estén bien muy pocas veces se cumple, y ella claro que puede con esto, junto a nosotros podrá, y volviendo al tema, creo que intenta distraerte a ti de lo que verdaderamente siente —se levantó y siguió caminando.

—Espera Martín ¿Cómo que lo oculta? ¿a qué te refieres con que me distrae de lo que siente? —lo seguí.

—Si benjamín, a ella le gustas y no quiere que estes mal porque ella está mal, así que intenta estar bien para ti.

Todo se quedo en silencio y volvimos a la habitación Megan estaba sentada viendo una película en su celular, volteo a mirarme y se sentó sobre la cama, me fui a abrazarla y duramos rato en silencio solo abrazándonos.

—Martín —Martín dejo su celular a un lado y atendió al llamado de Megan— esto estaba en los croissants de esta mañana —Megan estiro su mano hacia a él con un post-it de color fucsia— supongo que para ti.

—¿Qué? —lo tomo— ¿Cómo lo consiguieron? —volvió a su celular a agregarlo.

—Ella te envió el desayuno —le sonreí— escríbele.

—Ni modo que me quede mirándole no más —sonrió y volvió a hablarle

** **

Megan:

Ha pasado un mes desde que mis padres se separaron e intente suicidarme, eh logrado sobrevivir este mes con ayuda de mi psicóloga, mis amigos y sobre todo Benjamín que ha estado para mi en cada paso que doy, hoy estoy en la final de su juego de futbol en contra de Capital City FC, están a nada de terminar el partido 2 a 2, Benjamín está cansado al igual que Martín, pero, sin embargo siguen corriendo tras la pelota sin detenerse, Benja logro quitarle el balón a uno de los jugadores del equipo contrario se lo paso a Martín haciendo el ultimo gol justo a tiempo, Benja corrió a abrazar a Martín y junto a el todo su equipo, salte de felicidad mientras todos a mi alrededor gritaban al unisonó, Benjamín y Martín alzaron la copa , al salir lo abrace fuerte apenas lo vi.

—Felicidades muchachos —me gire a abrazar a Martín— lo hicieron excelente.

—Gracias —Benja embozo una sonrisa.

—Vamos a comer algo, tengo un poco de hambre.

—Vale —accedí.

En el camino todo estaba en silencio, como si el mundo le daba paso a los grillos para cantar de forma perfecta su solo, mientras caminábamos recordaba este mes algo raro y fuera de lo común, al salir del hospital Benja me iba a visitar unas dos o tres veces por semana mientras yo veía a la psicóloga dos veces por semana, Benja es un chico detallista que cada que va a visitarme lleva algo para hacerme sentir especial pero esta semana sobre todo hoy antes del juego a estado algo distante.

**Dos horas antes**

Recién iba llegando al instituto, de echo iba un poco tarde ya que me detuve a comprarle algo de tomar a los chicos.

—Hola chicos, aquí les traje...

—Gracias déjalo en los casilleros —dijo Benjamín antes de irse

—Gracias Megan, pero estamos de afán, nos vemos luego —Dijo Martín mientras se alejaba.

—Suerte —grite mientras los veía alejarse, retrocedí y deje los envases dentro de sus casilleros, los cerré y me dirigí a las gradas para ver el juego.

** **

—Que comeremos —intenté romper el hielo— vi por aquí cerca un restaurant que se ve muy bueno y queda en camino a Hampstead.

—¿A cuál te refieres? —pregunto Martín mientras manejaba.

—The Gipsy Queen

—¡Ah! Claro ¿te gustaría Benja?

—Yo quiero ir a mi casa ¿te quedaras hoy?

—Si claro ¿si quieres te preparo algo en tu casa? —respondí

—Hablaba con Martín —su voz no emitía ningún sentimiento solo era su voz brusca y directa.

—Si Megan, es que tenemos cosas que hacer, para la próxima ¿te parece?

Aun no podía asimilar lo que había pasado solo asentí sonrojada, con vergüenza sin atreveré a decir nada, sin moverme, sin respirar me baje en la puerta de mi casa, me despedí con vergüenza y entre lo más rápido que pude, cerré la puerta a mi espalda deje mi bolso y los zapatos en su lugar y subí a mi habitación en mi cama mirando el techo mientras el frio que se colaba por la ventana arropaba mi cuarto, las flores de un florero ya marchitas, una caja de bombones vacía en el suelo, ropa sobre el mueble de la habitación, zapatos adornando el piso, una malta abierta con un par de cosas sobre la cerámica, así de desastrosa estaba mi vida, pero por mi mente solo pasaba un pensamiento ¿Qué demonios le pasa a Benjamín conmigo?

Aprendiendo a no amarte ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora