Desde pequeño había tenido todo lo que quería.
Juguetes, visitar lugares de su agrado, todo.
Lo único que nunca tuvo, había sido lo que todos llamaban "Un ser amado", pero no ese mayor común, él amaba a sus padres, sino que ese amor romántico que tanto había leído.
Su padre siempre le presentaba alfas y omegas, todas eras bellas y hermosas mujeres, pero él no se sentía atraído a ninguna de ellas, no podía sentir aquella conexión mágica que describían en las historias, ¿Algo estaba mal con él? No lo sabía y, conforme fueron pasando los años, conoció mucha gente.
Conoció a Joshua, un alfa de su misma edad que había experimentado un desastre amoroso, fue su primer acercamiento con alguien que decía haber sentido una conexión mágica con alguien. Según ese alfa, amar era poseer a la otra persona, hacerla tuya, tener deseos de que solamente seas tú en su rango de visión.
Así que cuando conoció a su esposa, una alfa exitosa y de buen físico, quiso poseerla, de esa forma haría feliz a su padre, le daría los nietos que siempre quiso y él podría tener una historia de amor.
Pero las cosas no funcionan así.
Tuvo que suponer que lo que sentían ambos no era amor cuando, al momento de casarse, la mujer quería ejercer poder en la empresa. El alfa se negó, le dijo que ella necesitaba seguir su propio camino empresarial, que el matrimonio solamente era para establecer el vínculo entre ellos.
Para hacerla suya.
Quizás por eso, cuando nació Samuel, la mujer se sentía tan ajena al bebé, ese pequeño retoño no era fruto de un amor, quizás por eso había desaparecido de la nada, para volver de la misma forma, pero con papeles de divorcio en la mano.
Fue entonces que el alfa comprendió, estaba perdiendo algo y no solo eso, también querían arrebatarle lo que tenía en su posesión, su trabajo y su hijo. No podía negar que también sentía cierto rechazo por el niño, pero se vio obligado a cuidarlo cuando la mujer desapareció y fue entonces que conoció el amor de padre.
Quizás esa mujer podría darle todo al pequeño, pero nunca podría darle amor, ya que, no había dudado en abandonarlo cuando tuvo la oportunidad, así que, ¿Qué impedía que lo hiciera de nuevo?
Pero al alfa aun le faltaba tener algo, aun no conocía la sensación de estar realmente enamorado.
Hasta que lo conoció.
Pensó que debía poseerlo y que seguramente él también se dejaría poseer. Sin embargo, Jeonghan parecía reacio a esa clase de trato. Se mostraba arisco a sus acercamientos y no parecía que fuera algo fácil de conseguir.
Por primera vez en su vida, debía esforzarse para tener algo.
Fue entonces que el alfa se dio cuenta que, no importaba si él quería a Jeonghan, sus sentimientos eran primero y se sorprendió al darse cuenta que eso era el verdadero amor.
Ver feliz a la persona que amas, sin necesidad de poseerla, porque el amor no es posesión.
Pero grande fue su sorpresa al darse cuenta que Jeonghan también tenia sentimientos por él. A pesar de haber sido maltratado, lo quería de la misma forma, por eso no pudo contenerse y, por primera vez, conoció el significado de "hacer el amor".
Sin embargo, ¿De que servía todo eso ahora?
Tomaba su mano, mientras suplicaba que se quedara con él, que sea fuerte una ultima vez, que no se fuera.
No importaba nada de lo que sucedía alrededor, no importaba que Joshua le estuviera gritando mientras la policía se lo llevaba o que los enfermeros le pidieran que les dejara hacer su trabajo, él no iba a dejar solo al omega.
Logró tomar su mano, al menos hasta que lo llevaron a tratamientos intensivos.
Le vio atravesar esa puerta y solamente deseaba poder verlo otra vez, poder escuchar su voz, su risa, su forma arisca de responderle y sus coqueteos espontáneos.
Se sentó en una silla de la sala de urgencias, llorando en silencio mientras se sentía miserable.
Todo era su culpa.
Si solamente si no hubiera conocido a Jeonghan, si no se hubiera enamorado de él, el omega no hubiera tenido que pasar por todo eso. Quizás seguiría sonriendo, mientras cuidaba a los niños del preescolar y llegaba a casa, para comer con Chan...
—No es tu culpa.
Las mismas palabras que le había dicho Jeonghan, ahora eran pronunciadas por un hombre de lentes que se sentó a su lado. Pudo sentir que también, a su otro lado, estaba sentado otro hombre.
—Si, Jeonghan es un poco...—dijo el hombre al otro lado— le gusta llevar las cosas solo.
—Además, uno nunca sabe lo que un psicópata narcisista podría llegar a hacer —dijo el de lentes, parecía estar aguantándose el llanto—. Lo que importa es, Jeonghan es fuerte, logrará salir de esta.
Ambos abrazaron a Seungcheol, el alfa no sabia de donde había salido ese par, pero le dieron fuerzas para seguir creyendo en que todo estaría bien.
Fue entonces, que luego de un par de horas, un medico preguntó por los familiares de Yoon Jeonghan y, a pesar de que el par que le había hablado antes aparecían como contactos directos del omega, le dejaron pasar antes.
Y así, entró, rompiendo nuevamente en lagrimas cuando lo primero que hizo el omega al verle, fue sonreírle de forma débil.
Pidió perdón de rodillas, mientras tomaba su mano y Jeonghan, aun débil, también lo hizo. Le pidió perdón por preocuparlo, por no salir corriendo cuando debió hacerlo, por no pedir ayuda y ser tan débil contra Joshua.
—No fuiste débil —le corrigió—, fuiste fuerte, lograste despertar... —nuevamente, las lágrimas.
—No podía irme —dijo—, soy demasiado codicioso.
—¿A qué te refieres?
—No podía irme sin antes vivir una vida a tu lado.
Seungcheol volvió a romper en llanto, dando pequeños besos en su mano, siendo delicado de no dañar las vías que tenía.
—Entonces, yo también soy codicioso —dijo Seungcheol— y egoísta por querer que también te quedes a mi lado.
Jeonghan sonrió, débil aun, pero con las fuerzas necesarias para recuperarse y hacer cumplir las palabras de ambos.
❤️
El último capítulo se sube mañana.
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Baby ❤️ Jeongcheol
FanfictionJeonghan era un asistente de preescolar con muchos problemas y siempre estaba preparado para todo mal pronostico, excepto, cautivar a Choi Seungcheol. ❤️Omegaverse ❤️Homosexual