Capítulo 15

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Ni, aunque Seungcheol pudiera teletransportarse en un segundo, hubiera impedido lo que estaba sucediendo.

Un hombre de porte elegante, vestido de traje y fingiendo estar en calma entró por la puerta del preescolar, era Joshua. Su caminar era lento y saludó a Seungkwan con total naturalidad, como si fuera una persona entrando a una tienda y saludando al vendedor. Seungkwan, por su parte, estaba detrás del mesón de la recepción y babeaba por lo guapo que era Joshua, sin saber que Jeonghan en esos momentos estaba escondido en alguna sala de juegos.

—Busco a Yoon Jeonghan —habló de forma calmada mientras sonreía.

—Claro, déjeme le busco —Seungkwan se preguntó como le hacia su amigo para odiar a los alfas y al mismo tiempo atraer a tantos, además que todos eran guapos y tenían apariencia de ser millonarios.

Jeonghan quería morir cuando vio a Seungkwan entrar donde estaba él, mientras le reclamaba por atraer a tantos alfas guapos. Sus manos temblaban y su amigo no parecía darse cuenta de eso, lo cual ponía aun más nervioso a Jeonghan.

¿Por qué Seungcheol no aparecía?

Respiró profundo y dentro de él supo que, si no enfrentaba a Joshua ahora, podría encontrarle en otro momento, y peor, con Chan estando presente. Por suerte había logrado mandarle también un mensaje a Wonwoo para que pudiera llevarse a Chan de la escuela con la excusa de que él tenía cosas que hacer.

Cada paso que daba, era un recuerdo que llegaba a su cabeza mientras iba perdiendo el aliento. Su corazón latía cada vez más rápido por el miedo y su vista se volvía un poco borrosa.

—Hola, Jeonghan —saludó Joshua, poniendo una sonrisa como si estuviera calmado.

—¿Qué quieres? —logró decir Jeonghan en voz baja.

—¿Ya no saludas? —dijo de forma sarcástica y parecía estar perdiendo la paciencia.

Jeonghan permaneció en silencio, no era capaz de mirarlo. Joshua intentaba buscar su mirada, pero el omega la evitaba a toda costa.

—Jeonghan, mírame —dijo un poco desesperado—. Vamos, angelito.

Jeonghan cerró los ojos cuando lo vio acercarse, si Joshua lo tocaba iba a estar perdido. Solía hacerlo cuando él no quería mirarlo, tomaba sus mejillas y lo obligaba a devolverle la mirada.

Sin embargo, sus manos nunca lo tocaron.

—No pensé que fueras un acosador —la voz grave y molesta de Seungcheol resonó en el lugar.

Jeonghan se atrevió a abrir los ojos y se encontró con Seungcheol delante de él, protegiéndolo de la presencia de Joshua.

—Te dije que no te metieras donde no debías, Seungcheol —dijo Joshua con un tono de advertencia—. Jeonghan y yo debemos hablar muchas cosas, ¿No es así, angelito?

—¿Y si Jeonghan no quiere? —Seungcheol tomó la mano de Jeonghan para calmarlo y asegurarle que mientras él estuviera presente, nada le sucedería.

—Él me lo diría —Joshua tenia una sonrisa falsa, se notaba que estaba conteniendo las ganas de hacer algo—, ¿Verdad?

La voz de Jeonghan no funcionaba, tenia mucho miedo de esa sonrisa. Muchas veces la había visto y nunca habían salido las cosas bien. Su cuerpo recordaba al igual que su mente y comenzó a temblar.

—Joshua, vete —habló Seungcheol conteniéndose de golpear al otro alfa, solamente porque Jeonghan estaba presente.

Joshua intentó mirar a Jeonghan, pero la figura imponente de Seungcheol se lo impedía, parecía que él también estaba evitando el confrontamiento físico, o al menos esa impresión le dio al omega cuando decidió irse por su cuenta.

Una vez la camioneta de Joshua desapareció de la vista de ambos, Seungcheol abrazó a Jeonghan con algo de fuerza, intentando calmar el notorio temblor que estaba sufriendo el omega. Jeonghan solamente cerró sus ojos y dejó escapar un suspiro cuando sintió el aroma del alfa envolverlo junto a sus cálidos brazos.

—Ven a mi casa —dijo Seungcheol y Jeonghan pudo darse cuenta que parecía mas una orden que una sugerencia.

Iba a reprochárselo, iba a decirle que estaría bien por su cuenta, que podía cuidarse solo. Sin embargo, el omega sabia a la perfección que se mentiría a si mismo y a Seungcheol si decía algo por ese estilo.

Tampoco estaba preocupado de dejar a Chan con Wonwoo y Mingyu, sabia que ambos se harían cargo de proteger al pequeño con su vida, sobre todo el beta moreno, que ya había demostrado eso muchas veces.

Su mente se desconecto en el momento que Seungcheol tomó su mano en dirección a su deportivo. Miles de recuerdos se repetían constantemente, desde los mas felices hasta los más horribles.

¿Seungcheol estaría dispuesto a escuchar su historia?

Cuando el alfa lo ayudó a bajar del carro con un toque tan suave y delicado, como si Jeonghan se fuera a romper en cualquier momento, supo que quizás era momento de decirle todo.

Observó el lugar y los lujos de los que gozaba Seungcheol le recordaron tanto a la casa de los Hong, que le hizo perder el equilibrio por unos segundos y querer devolver el almuerzo de ese día.

Sin embargo, nuevamente con ese toque gentil y delicado, Seungcheol lo condujo por los pasillos hasta lo que parecía ser su habitación. Si hubiera sido cualquier otra persona, Jeonghan hubiera pensado que querían aprovecharse de él, pero el omega sabía que Seungcheol no sería capaz de hacerle algo así.

Seungcheol era diferente a todos los demás.

—¿Quieres algo de beber? —preguntó el alfa rompiendo el silencio que se había instalado entre ellos.

—¿Quieres saber que sucedió entre Joshua y yo?

Seungcheol se quedó en silencio, Jeonghan pudo observar el conflicto en su mirada. Quería saber, pero tampoco quería incomodarlo, o al menos eso lograba leer el omega por la forma en que el alfa lo miraba.

Se sentó en la orilla de la cama, palmeando el lugar a su lado y Seungcheol no dudó ni tres segundos en sentarse y tomar su mano, diciéndole con la mirada que tenía su total atención.

"Si no me quiere después de esto, entonces aquí no es"

Pensó Jeonghan mientras miraba a Seungcheol.

Pero, Dios, quería que fuera ahí, que fuera Seungcheol con tantas fuerzas.

❤️

Baby ❤️ JeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora