Tiempos oscuros

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La ciudad estaba bañada en la tenue luz del amanecer, pero en el interior de mi departamento, todo seguía igual de sombrío. Tras el encuentro con Dustin la noche anterior, el sobre que Jake me había dado.

Mis dedos jugueteaban con el borde del sobre mientras mi mente repasaba todo lo que había ocurrido. Sabía que en el interior se escondía información que podría cambiarlo todo, pero una parte de mí seguía dudando. ¿Hasta dónde estaba dispuesta a llegar para descubrir la verdad? Y más importante aún, ¿en quién podía confiar?

La voz de Dustin resonaba en mi mente: "Se más de Jake Parker de lo que te imaginas". Pero, ¿y si todo era una trampa? Ese hombre tenía algo en su mirada, una mezcla de encanto peligroso que me hacía desconfiar. Sin embargo, no podía ignorar que la información que ofrecía podría ser crucial.

Finalmente, decidí abrir el sobre. El suave sonido del papel rompiéndose fue como el disparo inicial de una carrera que no sabía si quería correr. Dentro, había varias fotos y un pequeño papel con instrucciones escritas en una letra pequeña y precisa.

Cada foto era más perturbadora que la anterior: personas desaparecidas, documentos secretos, y en el centro de todo, una imagen de Jake con un hombre que no reconocí al principio. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda.

Antes de que pudiera analizar más, mi teléfono sonó, sacándome de mis pensamientos.Era un mensaje de un número desconocido: "Si quieres respuestas, ve al almacén en la Calle 17. Sola. A medianoche".

Mi pulso se aceleró. Sabía que debía tener cuidado, pero mi instinto me decía que esta era una pista que no podía ignorar. Guardé las fotos y me preparé para la noche que se avecinaba.

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Esa noche, el aire estaba frío, pero no podía permitirme dudar. Caminé hacia el almacén en la Calle 17 con la cabeza alta, preparada para lo que fuera que me esperara. Las sombras parecían más largas y el silencio era inquietante. Sabía que estaba entrando en territorio peligroso, pero algo dentro de mí me impulsaba a seguir adelante.

El almacén estaba oscuro y abandonado, el tipo de lugar donde se sentían las huellas de historias que nunca deberion ser contadas. Entré lentamente, los pasos resonando en el vacío. La tensión crecía con cada segundo que pasaba.

De repente, una figura emergió de las sombras. Era Dustin, con su expresión tranquila y ese aire de misterio que lo rodeaba. Me miró con una mezcla de simpatía y algo que no pude identificar del todo.

—Me alegra que hayas venido—dijo, dando un paso hacia mí.

—No me llames, yo vengo—respondí secamente, aunque no podía negar que sentía curiosidad por lo que tenía que decir.

Dustin sonrió, pero su expresión cambió rápidamente cuando el sonido de algo metálico cayó al suelo, rompiendo el tenso silencio. Ambos nos volvimos hacia el origen del ruido, pero antes de que pudiera reaccionar, una sombra se abalanzó sobre nosotros.

Jake.

Su presencia llenó el almacén como una tormenta, sus ojos fijos en Dustin, llenos de una furia que rara vez había visto en él. Era evidente que conocía a Dustin, pero no de la manera amistosa que el otro hombre había insinuado.

—¿Qué demonios haces aquí, Dustin?—gruñó Jake, avanzando con pasos firmes, sus ojos llenos de amenaza.

Dustin no se inmutó. De hecho, pareció disfrutar de la tensión, su sonrisa se ensanchó como si hubiera estado esperando este momento.

—Solo estaba charlando con nuestra amiga aquí. No tienes el monopolio de todas las verdades, Jake. Ella tiene derecho a saber—respondió Dustin, manteniendo su tono despreocupado.

Jake lo ignoró y se dirigió directamente hacia mí, sus ojos oscuros clavándose en los míos.

—No deberías estar aquí,______. Este no es tu juego—dijo con una voz más baja, pero igualmente cargada de intensidad.

Mi mente estaba en ebullición. Sabía que algo grande estaba ocurriendo, pero ambos hombres me mantenían en la oscuridad. Y lo peor era que, por primera vez, no estaba segura de quién era el verdadero enemigo.

Antes de que pudiera decir algo, las luces del almacén se apagaron, sumiendo todo en una oscuridad total. Los sonidos de pasos apresurados y el roce de telas llenaron el aire. Sabía que no estaba sola.

Jake y Dustin se movieron unísono, protegiéndome de la amenaza invisible. Podía sentir la tensión entre ellos, pero ahora no era momento para disputas. Algo mucho más peligroso acechaba en las sombras.

—Esto no ha terminado—susurró Jake en mi oído, mientras me empujaba hacia la salida.

Y mientras escapábamos en medio de la oscuridad, supe que estaba atrapada en un juego mucho más grande de lo que había imaginado.


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Hasta aquí el capitulo espero les guste. c:

Entre secretos y sombras - Nicholas Alexander Chávez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora