Entre secretos y sombras - Nicholas Alexander Chávez

El enigma de la Verdad

El corazón me dio un vuelco al escuchar mi nombre en sus labios. ¿Qué quería decir que yo era la clave? Nada tenía sentido. Pero lo que sí sabía era que estaba en el centro de un juego mucho más oscuro de lo que jamás habría imaginado.

La atmósfera se volvió aún más densa tras las palabras de Dustin, y sentí como si una sombra se alzara entre nosotros, oscureciendo la verdad. Jake, Isabella y Dustin parecían actores en una obra de teatro, cada uno con su propio papel en este juego que apenas comenzaba a comprender.

Jake y Dustin intercambiaron miradas cargadas de tensión, como si midieran fuerzas, evaluando quién tenía la ventaja. En ese momento, me sentía atrapada entre ellos, como un peón en un juego de ajedrez. Lo más perturbador era la conexión que sentía con Jake, un hilo invisible que me ataba a él incluso en medio de este caos.

—¿Qué enigma? — pregunte, con la voz temblorosa y llena de confusión. Era como si todas las miradas se clavaran en mí, convirtiéndome en el objetivo de una cacería que jamas pedí participar.

Dustin sonrío, pero no era un gesto amistoso. Era la sonrisa de alguien que sabe más de lo que está dispuesto a compartir.

—Oh, eso es algo que Jake debe explicarte. Pero, desafortunadamente, parece que su instinto protector no le permite ser honesto contigo—dijo, dando un paso hacia mí.

Jake se tensó de inmediato, su cuerpo rígido como un resorte, impidiendo que Dustin se acercara más.

—No te acerques a ella—advirtió Jake , su voz baja y peligrosa, como si cada palabra fuera una advertencia.

Sabía, sin embargo, que la verdadera batalla no era entre ellos, sino en el torbellino de emociones que sentía dentro de mí. La necesidad de saber la verdad chocaba con el deseo que crecía cada vez que Jake me miraba.

Isabella soltó una risa, y el sonido me heló la sangre.

— Lo que Dustin dice es cierto, Jake. Ella es más importante de lo que crees. Pero la verdad es un arma de doble filo.

Dustin levantó una ceja, como si disfrutara del juego que se estaba desarrollando, ignorando por completo lo que Isabella había dicho.

—Tienes que admitirlo, Jake. La atracción es innegable, y te está consumiendo. Pero, ¿realmente sabes lo que le espera? —dijo, sus palabras flotando en el aire, llenas de insinuación.

El rostro de Jake se endureció, pero no era solo rabia lo que veía en sus ojos. Había un destello de inseguridad, un conflicto interno que revelaba que, a pesar de su fachada de control, algo más estaba en juego. 

—No tienes que escuchar esto —dijo Jake, su tono inquebrantable —. Todo lo que necesitas saber no tiene que implicarte a ti. Esto es entre Isabella y yo.

Isabella se rió, pero esta vez su risa era más amarga. 

—No puedes protegerla, Jake. Ya es demasiado tarde. Ella ha elegido un lado, y ahora está atrapada en medio de nuestra guerra.

La realidad de sus palabras me golpeó con la fuerza de una ola. Sentí que el aire se me escapaba, como si cada respiración fuera más difícil. Una guerra. Nunca imaginé que algo así pudiera existir en mi vida, y ahora estaba atrapada en medio de ella.

—¿De qué guerra están hablando?— pregunté, mi voz temblando con una mezcla de confusión y miedo.

Dustin sonrió, pero no había calidez en su gesto.

 
—Es una guerra por el poder,______, por la verdad y por el control. Y tú , de alguna manera, eres una pieza clave en este juego. Si decides quedarte al margen, podrías perder más de lo que imaginas.