Rastros de Sangre:Parte 2

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Perspectiva de ________

Jeremy había dejado claro su propósito, pero las dudas aún me carcomían. ¿Por qué ayudaría él a Jake, a mí? Después de todo lo que había sucedido, su presencia parecía una trampa más. Pero si había algo en lo que podía confiar, era en que cada palabra que salía de su boca contenía un destello de verdad, aunque escondida entre mentiras.

—¿Qué quieres de mí? —pregunté, con la voz más firme de lo que me sentía. Tenía que saber cuál era su juego, si es que había uno.

Jeremy me miró a los ojos, su expresión cambiando apenas, pero lo suficiente para que notara un atisbo de vulnerabilidad que no había visto antes.

—Lo que quiero es simple: protegerte. Lo que tienes en tus manos no es solo un caso. Es una bomba que va a estallar, y no puedes quedarte en medio cuando lo haga.

—¿Protegerme de qué? ¿De Jake, de Isabella? —solté con escepticismo. —Ya he estado en la mira antes.

Jeremy negó con la cabeza. —Isabella no juega limpio. Te está usando como peón para manipular a Jake. Si no tienes cuidado, vas a ser el sacrificio final en esta partida.

Sus palabras dejaron una sensación de vacío en mi pecho. La imagen de Isabella, siempre tan calculadora, ahora se presentaba más peligrosa. Quizás Jeremy no estaba mintiendo del todo.

Pero antes de que pudiera responder, mi teléfono vibró en el escritorio. Al mirar la pantalla, vi un mensaje de un número desconocido:"Estás más cerca de lo que piensas. Nos vemos esta noche. —I."

Isabella. Sabía que estaba tras de mí, pero ahora había dejado de ocultarlo. Sentí un escalofrío recorrer mi columna mientras miraba a Jeremy, quien observaba mi reacción con atención.

—¿Qué pasa? —preguntó con un tono bajo, casi calculador.Le mostré el mensaje, y vi cómo sus ojos se oscurecían de inmediato.

—No deberías ir —dijo, pero su advertencia sonó más como una súplica.

—Tengo que hacerlo —le respondí, levantándome de la silla con decisión. —Si Isabella quiere jugar conmigo, entonces estaré lista. Pero no puedo quedarme al margen, esperando a que ellos decidan mi destino.

Jeremy no dijo nada más, solo me siguió con la mirada mientras salía de la oficina. Sabía que esto no acabaría bien, pero era un riesgo que estaba dispuesta a correr. En el fondo, una parte de mí esperaba que Jeremy estuviera equivocado. Tal vez, solo tal vez, todavía tenía el control.

Perspectiva de Jake

La oscuridad de la noche envolvía la ciudad mientras me dirigía al lugar donde todo se resolvería. Isabella había sido clara en su mensaje: ella lo había planeado todo, y yo era la última pieza que necesitaba para completar su venganza. Pero esta vez no me iba a dejar arrastrar por sus juegos.

Sabía que _______ iba a estar ahí, y eso lo complicaba todo. No podía dejar que se enfrentara a Isabella sola, no cuando sabía de lo que era capaz. Isabella siempre había sido una mujer peligrosa, pero ahora su sed de poder la había llevado a un nivel mucho más letal.

Al llegar al lugar, una antigua fábrica abandonada, vi a ________. Ella no me había visto, pero su figura se movía con determinación hacia la entrada del edificio.

Iba a seguirla cuando una mano firme me detuvo desde las sombras.

—No te precipites, Jake. Esto no es lo que parece —susurró Jeremy, apareciendo de la nada.


Giré para enfrentarlo, pero su expresión no era la de alguien que estaba buscando una pelea. Algo en sus ojos me hizo dudar.

—¿Qué demonios haces aquí? —le espeté, furioso. —Esto no es asunto tuyo.

Jeremy me soltó y dio un paso hacia atrás, levantando las manos en señal de paz. —Lo que piensas hacer va a llevar a _____ directamente a la boca del lobo. Isabella no solo la está utilizando como señuelo, Jake. Ella tiene un plan para acabar contigo también.

—¿Por qué debería creerte? —pregunté, intentando contener la furia que hervía en mis venas.

Jeremy suspiró, bajando la mirada por un segundo. —Porque esta vez no estoy jugando en tu contra. Si Isabella se sale con la suya, ni tú ni _______ saldrán vivos de aquí.

Su tono era grave, y por primera vez, sentí que Jeremy estaba siendo honesto. Pero aún así, era difícil confiar en él, después de todo lo que había hecho.

—Necesito pruebas, Jeremy. No voy a caminar ciegamente hacia una trampa.

—Las pruebas están adentro —respondió, señalando hacia la fábrica. —Pero si entras sin estar preparado, Isabella tendrá todo lo que necesita para destruirte.

Sabía que tenía razón, pero eso no hacía las cosas más fáciles. Todo lo que había construido, todo lo que había hecho, estaba a punto de desmoronarse. Y lo peor de todo es que ______ estaba en medio de todo.

Miré a Jeremy, y por primera vez, vi en sus ojos una chispa de arrepentimiento. Tal vez, solo tal vez, estaba en esto para ayudar.

—Vamos a entrar —dije finalmente. —Pero si estás mintiendo, será la última vez que lo hagas.

Jeremy asintió, y juntos nos movimos hacia la fábrica, sabiendo que, pase lo que pase, todo estaba a punto de cambiar.

Entre secretos y sombras - Nicholas Alexander Chávez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora