PRIMER DÍA DE NOVIOS

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No podía creer que en realidad estuvieran haciendo esto.

Después de años, suspiros, situaciones cercanas a la muerte, esos tres minutos y diecisiete segundos, por fin estaban aquí, ambos habían llegado exactamente a la misma conclusión.

No hubo un gran evento ni nada por el estilo que los hiciera confesar, fue algo ordinario. Buck preparaba el almuerzo —se había quedado la noche anterior después de que se le hiciera tarde ayudando a Chris en un proyecto—, tarareaba alguna canción y se movía al ritmo de la misma. Chris puso cara de adolescente sufrido porque cualquier cosa que hicieran era completamente vergonzosa, sin embargo podía ver la chispa de diversión en su hijo, Buck le sirvió el desayuno mientras sonreía y cantaba muy desafinadamente la estrofa de la canción, era tan ridículo, igual que el pensamiento que le siguió.

Joder, me quiero casar con él.

Fue… sorpresivo. No había pensado en volver a casarse después del absoluto fracaso que fue su matrimonio con Shannon, le había tomado bastante tiempo reponerse y aquí estaba, volviendo a pensar en el matrimonio, en un matrimonio con su mejor amigo, pero ¿era tan raro? Encajaban tan perfectamente, su vida estaba tan entrelazada que muchos lo consideraban extraño, pero joder, ni siquiera se había dado cuenta de lo que sentía hasta hace un par de semanas en terapia.

Joder.

—¿Eddie? —Buck lo miró con el ceño fruncido, por el tono se dio cuenta que no era la primera vez que decía su nombre—. ¿Estás bien?

—Sí —la voz de Eddie estaba ronca y salió más bien como un graznido.

—¿Seguro? Te veías bastante distraído —Buck le dio una mirada que parecía querer leer todo lo que había en su alma—. ¿Qué estabas pensando?

—Cásate conmigo —dijo sin pensar.

Buck tropezó con sus propios pies cuando se acercaba a dejar otro plato de desayuno frente a él, lo miró como si le hubiera crecido otra cabeza y chilló un —¡¿Qué?!

Por el rabillo del ojo se dio cuenta que Chris se había levantado de la mesa y se apresuraba a su habitación murmurando un montón de cosas —probablemente no demasiado halagadoras—, se dio cuenta de la magnitud de lo que había dicho cuando estuvieron solos.

—Y-yo...

—¿Lo decías en serio o era una de esas bromas de amigos? —la voz de Buck destilaba inseguridad.

Este era el momento para decir alguna broma estúpida como que quería tenerlo cerca para que le pudiera cocinar o algo así, pero la mirada levemente esperanzada de su mejor amigo le dijo que tal vez no estaba solo en esto.

También estaba cansado de fingir, toda su vida parece que había sido una puesta en escena mientras él desempeñaba un papel que no podía llenar, ser el hombre de la familia, ser padre, ser el esposo de alguien que amaba pero no entendía, ser soldado, pero este en definitiva era un papel que quería desempeñar.

—Lo digo en serio —. Y siendo aun más valiente, agregó —. Te amo.

La cara de Buck pasó por algunas emociones, todas tratando de abrirse paso en él, pero ganó la que más le gustaba ver, la felicidad absoluta, miró a Eddie como si le hubiera bajado las estrellas. —Ni siquiera me has invitado a una cita.

¿Y no era esa la verdad?

—Tienes toda la razón, te voy a llevar a tantas citas como sea necesario —. Acortó la distancia entre ellos, quedaron frente a frente, sus alientos mezclados, una mirada suave y absolutamente adoradora en cada uno de ellos.

—¿Sí? —La voz de Buck era bastante suave.

—Sí.—. Y por fin, por fin después de tanto tiempo pudo saborear sus labios de la manera que quería, un hecho tranquilo y completamente natural.

Buck sonrió de manera coqueta cuando se separaron, pero luego su sonrisa vaciló —Esto no es cosa de una sola vez ¿verdad?

Y pues Eddie básicamente le había propuesto que se casaran antes de su primer beso, definitivamente no era algo de una única vez.

—No. Esto no es algo único, estás atrapado con nosotros Buckley.

La sonrisa de Buck se hizo más grande. —No podría estar más feliz por eso. Por cierto, yo también te amo.

La propia sonrisa de Eddie creció hasta que le dolieron las mejillas, era como si al fin todo encajara en su lugar, se besaron aún más, tampoco podían dejar sus manos quietas, pero recordaron que tenían un adolescente en casa y hablando de ese adolescente, después de un tiempo les empezó a gritar que seguía teniendo hambre porque no había acabado su desayuno. Ambos se separaron riendo entre dientes.

Cuando Christopher entró a la cocina los miró con sospecha, suspiró, luego susurró un “al fin” y luego se sentó a comer, como si fuera cualquier cosa, cualquier sábado por la mañana. Buck intercambió  una mirada con Eddie.

—Eh, amigo ¿Estás de acuerdo con esto? —La voz de Buck estaba llena de incertidumbre, sabía a ciencia cierta que si Chris no estaba de acuerdo sería el final incluso antes de que haya empezado. Eddie no estaba muy preocupado, si el pequeño “por fin” era una señal, era buena.

—Nada de muestras de afecto enfrente de mí, mi escuela o mis amigos, es vergonzoso. Y cuando se casen quiero comer hamburguesas.

—Eh, ok —murmuró Buck.

—De acuerdo —asintió Eddie.

Chris hizo un leve asentimiento y siguió con su desayuno, lo que decía mucho sobre esta extraña dinámica.

En realidad ese día no fue demasiado diferente a otros, pasaron tiempo los tres, hicieron los quehaceres de la casa, fueron de compras, discutieron en el pasillo sobre si las marcas caras eran la mejor opción mientras Chris metía bocadillos en el carrito a escondidas, vieron una película, descansaron, todo normal. sin embargo, esta vez pudo tomar la mano de Buck cuando salían, puso abrazarlo y dar toques más personales mientras hacían el quehacer, pudo callarlo con un beso mientras discutían en el pasillo, se acurrucó contra él cuando vieron la película.

Su primer día de novios fue normal y perfecto.

Así fue como comenzó su para siempre.

FLUFFTOBER 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora