CHAPTER THIRTEEN
En su mano sostenía el pomo con firmeza, a la altura de su pecho, apuntando hacia delante pero no había nadie frente suyo, su mano manchada de sangre pero no estaba seguro de si se trataba de su propia sangre o la de esos tres hombres a quienes les quitó la vida. Esos rostros desconocidos lo miraban fijamente, sus ojos opacos clavados en los suyos. El líquido rojizo descendía en hilos por toda la afilada hoja y a lo lejos se escuchaban sonidos ahogados, resonando como el eco de una cueva que no tiene salida, él mismo atrapado en una oscuridad de la que no encontraba una luz que le ayudara a escapar.
Y la espada cayó de su mano temblando, el metal chocando contra el vacío se convirtió en un zumbido, el sonido giraba en su entorno, más fuerte. Llevando sus manos a los oídos y cerrando sus ojos lo más fuerte que podía mientras el ruido se hacía intolerable para sus tímpanos. Ahogando un grito. Hasta que el ruido desapareció y lo único que había era un silencio sepulcral. Aún no quería abrir los ojos porque si lo hacía, vería aquellos hombres y él sosteniendo su espada teñida en sangre, quería despertar cuanto antes, deseaba que todo lo que pasó fuese una pesadilla.
Que todo lo que ha vivido desde la noche que Elynda murió nunca hasta el momento que tuvo que matar a tres personas jamás haya sucedido y solo haya sido un largo y mal sueño del cual ya tardo en despertar. Sus ojos se abrieron lentamente y lo que vio, de nuevo, era absoluta oscuridad. No estaban aquellos hombres, solamente él, en su mano seguía sosteniendo la espada, esta vez la hoja estaba limpia. Y él seguía atrapado en la inquietante oscuridad.
A lo lejos se escuchaban chillidos haciendo que se girara en toda las direcciones, tratando de descubrir de donde provienen pero lo único que sus ojos visualizaba era la negrura del espacio donde se encontraba. Las voces en aquellos gritos desesperados le resultaban familiares, percibiéndose más cerca, detrás de él y cuando volvió a girar, lo que vio, le generó una irá descomunal.
Sansa tendida sobre la negra superficie, boca arriba y forcejeaba con todas sus fuerzas contra unos tres capas doradas que la sostenían de los tobillos y muñecas, mientras que un cuarto hombre de capa carmesí sujetaba Arya, que pataleaba en un intento de zafarse de los brazos del hombre que lo agarraba con más fuerza, el guardia Lannister la giró hacia él y le soltó un golpe con el dorso de su mano, haciéndolo caer sobre la tierra, colocando una rodilla sobre la espalda de Arya, acercando sus labios a la mejilla de la pequeña Stark. El sonido de la tela desgarrarse en dos, los gritos desesperados de su mejor amiga y al ver como uno de los capas doradas que sujetaba los tobillos de la pelirroja Stark, llevó sus manos hacia su entrepierna.
En un parpadeo todo se volvió oscuro, sus oídos escuchando el sonido del metal incrustandose y cortar la carne humana y en otro parpadeo, la desagradable imagen desapareció de su vista, retrocedió un paso, sus pies pisando un líquido viscoso, su mirada bajó lentamente, a sus pies estaban los cuerpos de los guardias Lannister y capas doradas, ahora eran cadáveres regados, cortados en pedazos de una manera inhumana, nuevamente estando en medio de un mar de sangre. Pero a quienes no vio, fue a ellas. Él no parecía comprender qué sucedió, levantó sus manos a la altura de su pecho y su misma ropa teñidas en sangre.
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𝑨 𝑺𝑶𝑵𝑮 𝑶𝑭 𝑰𝑪𝑬 𝑨𝑵𝑫 𝑭𝑰𝑹𝑬 (𝐒𝐚𝐧𝐬𝐚 & 𝐃𝐚𝐞𝐫𝐨𝐧)
Fanfic"Every time a Targaryen is born, the gods toss the coin and the world holds its breath, waiting to see which way it will fall, greatness or madness." El cabello rubio blanco oculto bajo un falso castaño oscuro. Ojos y rasgos Valyrios plasmados en su...