You are the devil

7 1 0
                                    



"Han pasado casi dos semanas desde que no te veo por la escuela, he querido ir a tu casa y preguntar cómo te encuentras pero la realidad me vuelve a golpear al recordar que el causante de tu ausencia soy yo. Mis propios hermanos me ignoran y solo me hablan para lo necesario cuando se trata de avisarme que ya está lista la comida o para ir a la escuela, tus hermanos también me ignoran y ni hablar de tu novio y tu nuevo mejor amigo, cada que me ven no puedo evitar no sentirme intimidado. Empecé a desayunar en el baño, todos en la escuela me dicen cosas, me han estado haciendo la vida imposible pero no lo tomes como queja porque me lo merezco, no puedo ni siquiera yo puedo perdonarme lo que te hice, así que el vivir este infierno al menos se siente que de alguna forma estoy pagando por mis pecados. Te extraño, no solo estas dos semanas que no te he visto, sino a todo el tiempo en el estuviste lejos de mí, ¿alguna vez siquiera te tuve cerca?, nunca me sentí tan miserable, tan vacío y tan roto, todo esto es su culpa, lo odio, porque si yo he sido el causante de tu dolor es por culpa suya, yo no soy el malo, yo soy la victima en esto."

Súbete al auto que se nos hace tarde. –Era tan raro ver cómo el más dulce de sus hermanos lo trataba con tanta frialdad, cada vez que iba a decirle algo se iba empujándolo con el hombro, Mark solo tragaba el nudo que sentía en la garganta que amenazaba con hacerlo estallar en llanto todo el tiempo.–

Una vez dentro del auto, se podía sentir la horrible tensión e incomodidad entre sus hermanos y el, agradecía tanto a sus airpods por ser su salvación durante esos 10 minutos de camino a la escuela, ponía su playlist a todo volumen y por al menos esos minutos se escapaba de su triste realidad pero claro, no todo puede durar para siempre. Una vez llegaron, todos se fueron sin importarles si el se bajaba o no del auto aún, ni lo miraban, ¿de verdad tiene que soportar otro día más en este infierno?, los murmuros no tardaron en hacerse presentes cuando caminó por los pasillos, agachó la mirada tratando de llegar lo más pronto posible al salón y sentarse en su banco esperando con ansias a que el día terminara lo más rápido posible.

Just shoot me, shoot me....

Mark murmuraba la letra de la canción que ahora mismo está por dejarlo sordo, había sentido tanta conexión con la canción Shoot me de Day6 que cada que pasaba a esa canción subía todo el volumen, era masoquista pues le encantaba hacerse sufrir escuchando canciones así en su situación. No supo por cuantos minutos se quedó perdido en sus pensamientos, era como si se hubiera pasado a otro mundo y se sentía bien, su mente estaba en blanco y solo en ese momento el dolor dejó de lastimarlo, no fue hasta que sintió alguien tocando delicadamente su hombro que reaccionó y quedó petrificado al mirar a la de cabellos rosados frente a él, sintió como su corazón se detuvo unos segundos para después hacer eco en su cuerpo al latir con rapidez cuando ella le sonrió mientras le quitaba los airpods para ponerse de cuclillas para quedar a su altura.

Parece que viste un fantasma, Makku. –Reía bajito causándole casi un infarto a Mark, ese apellido que ella le había puesto al ser niños le derretía el corazón.– Vine a disculparme contigo, perdona la demora, mis papás no me dejaban salir de casa hasta que mi cabeza dejara de doler pero ayer les pedí casi rogando de rodillas que ya me dejaran asistir. No estoy molesta contigo, no creo que pueda siquiera imaginarlo, te quiero y adoro muchísimo para hacerlo, sé que estabas molesto y fue mi culpa por intervenir de esa forma, pero ese no es el punto, yo venía a disculparme porque no estuvo bien que el día que se trataba de ti se convirtiera en un día donde quienes llamaban la atención éramos Tag y yo, por eso quiero disculparme, fue la felicidad del momento y mi culpa por no decirle a Tag que era tu cumpleaños ese día, Makku, perdóname por favor, te prometo que voy a compensarte el mal día hoy así que no hagas planes y por favor acepta venir a mi casa a la mini fiesta que te tengo lista tan pronto salgamos de clases.

Phantom Act I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora