CAPÍTULO 2: DAVIES

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IVÁN

‹‹La vida es efímera››

En mi mente se repite esa frase, una y otra vez, como un boomerang que va y vine sin detenerse.

Dejo el vaso de cristal, con rastros de whiskey escoces, sobre mi escritorio. Me coloco de pie empujando mi silla giratoria con brusquedad.

¿Qué quedo del Iván de antes? ¿Qué sobrevivió de ese hombre al que mataron? ¿Qué mierda hago en este mundo? ¿Qué me mantiene a flote? ¿La esperanza? ¿La fe? ¿La confianza de que todo mejorará con el tiempo?

No sé, no tengo una idea de porque aún me mantengo de pie aun cuando quiero rendirme, liberarme, descansar ydejarme llevar.

Salgo de mi denominada cueva. Camino por los pasillos del hotel que hace unos años construí con la ayuda de mis hermanos. Un hotel que nos iba a abrir las puertas a diferentes oportunidades dentro del ámbito de las cadenas hoteleras. Sin embargo, los planes fueron truncados y mi vida se congelo en un punto.

Salgo a la recepción, miro la obra maestra que he realizado. Todo funciona a la perfección, todo triunfa y es un éxito mientras el hombre que lo maneja es un completo desastre.

Voy al exterior atravesando la enorme puerta de la entrada y me freno en seco cuando una mujer choca conmigo.

—Lo siento —musita y mis sentidos se agudizan a esa suave voz.

A mi cuerpo lo recorre un aterrador escalofrío mientras la escaneo por un segundo con mi mirada hasta que desaparece.

‹‹No he contratado a nadie en los últimos días››, me recuerdo.

Me quedo inmerso en mí, viendo su figura perderse entre los nuevos huéspedes que llegan al hotel.

—Señor Ward

—Fernando —musito al castaño—. ¿Quién es?

—Anastasia, la contrato su hermano —me informa y elevo mis cejas—. El señor Eric

‹‹Que gusto tienen para meter sus narices dónde nadie los llama››

—Envíame su información

Él asiente, se despide y desaparece de mi vista.

Regreso a mi despacho, enciendo la computadora y espero con ansias esa la información. El sonido de mi correo no tarda mucho en anunciarme un nuevo mensaje y es Fernando.

Abro el correo y tengo el archivo para descargar: Davies.pdf

Lo hago de inmediato, espero la descarga y abro el archivo que básicamente solo son dos hojas. En la primera, encuentro sus datos informativos: su fotografía, su nombre completo, su fecha de nacimiento, su dirección de domicilio, su número de teléfono y su correo electrónico.

No hay datos sobre experiencia, ni referencias y mucho menos alguna especialidad o algún curso para formar parte del personal de hotel.

‹‹Increíble, ¿Por qué contrataron a esta mujer? ››

Desciendo a la segunda hoja, con la esperanza de encontrar algo mejor. Pero solo veo una copia de su pasaporte. Minimizo el archivo e ingreso a la base de datos del hotel. Digito su nombre y no aparece nada.

‹‹No estoy de genio para estas mierdas››

Cojo el teléfono cableado de mi escritorio y marco la extensión de recursos humanos. Golpeo las puntas mis dedos contra la madera, mi ansiedad sube de nivel junto con mi enojo. Cuatro timbrazos y me contestan.

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