CAPÍTULO 12: MUERTA EN VIDA

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IVÁN

Tengo unos increíbles rayos de sol sobre mi cuerpo, abrigándome mientras todo el cielo se pinta de tonos anaranjados. Pero, mi atención no está en la naturaleza de mi alrededor. Mi atención está en ella.

Está de espaldas a mí, tiene puesto un vestido veraniego color blanco, un contraste perfecto con el césped verde que cubre la colina. Su cabello oscuro cae por toda su espalda y sonrío al ver los pequeños dedos de mi hijo enredarse en esas hebras cuando su madre lo alza.

Mi gesto alegre es remplazado por uno de preocupación cuando veo su vientre abultado. Sin embargo, a ella no parece importarle.

Es feliz, nosotros somos felices.

Dejo la copa de vino en la mesa de madera de nuestro patio y corro a su encuentro. Voy en busca de mi mujer y mis hijos. Es ella...esos ojos verdes son mi pista, todo lo que puedo deslumbrar antes de que el sueño termine.

Recobro mi conciencia, no tengo idea de por cuánto tiempo he permanecido dormido, pero sin lugar a duda abrir mis ojos y volver a la realidad no es tarea fácil.

De fondo escucho unos murmullos, me remuevo en la cama y lo primero que veo al abrir mis ojos es el suero que se me clava en la intravenosa.

Muevo mi cabeza y observo a Eric conversando con Ivy. La escena es tierna, Eric está en la butaca y su esposa está en su regazo mientras le acaricia las hebras de su cabello y mi hermano delinea su cintura con delicadeza.

Me aclaro la garganta y los dos voltean a verme.

—Hermano —Los dos se paran y Eric se acerca a mi costado—. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿Qué hora es?

Tengo la garganta seca, remojo mis labios y noto unas pequeñas grietas.

—Siete y cuarto —musita Ivy.

—¿Qué paso?

El último recuerdo que tengo es cuando arribe al aeropuerto después de enterarme que el amor de mi vida, la mujer que más he amado, estaba muerta.

—Llegaste ebrio y Ana te ayudo

Frunzo el ceño, la señorita Davies como siempre siendo tan oportuna.

—¿Qué hacen ustedes aquí?

—Iván, Ana nos llamó desesperada. Estabas temblando, con temperatura y ella no sabía que hacer

—Pues ya estoy bien

Eric resopla, no le gusta para nada mi actitud. Así que, mira a su esposa y con cariño, musita:

—Princesa, puedes dejarnos a solas

Ella asiente y se marcha de la habitación.

—¿Qué sucedió?

Eric tiene un cierto dominio al ser el mayor, es el más serio, el más centrado. El único que hasta ahora ha logrado tener un hogar junto con Ivy. Les costo, pero por fin están juntos y felices.

—Está muerta, Eric —confieso.

Es difícil decirlo en voz alta y aceptar que nunca más en la vida voy a verla.

—¡Joder! —masculla entre dientes—. Lo siento, hermano

—Tenía esperanzas, tenía esperanzas de que un día Bryson me llamara y me dijera que está viva, que logro salvarse y...

El nudo en mi garganta me impide continuar, me duele y el pecho me quema con intensidad. Todo mi ser se lacera. Lloro porque vivir sin ella duele y mucho. Eric me abraza y me consuela.

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