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TW: MENCIÓN DE DROGAS Y LENGUAJE ALTISONANTEAl día siguiente todo era serenidad en la villa, al parecer todos habian decidido tomar su desayuno en sus habitaciones, los eventos de la noche anterior habían hecho una mella en el delicado balance de su amistad.
En su habitación, Sergio y Max retozaban sin preocuparse por nada afuera de ese santuario, era el trabajo de Max mantenerlo tranquilo, asegurarse que estuviera solo dedicado a él, que se olvidara del trago amargo que le hizo pasar Carlos, pero sobretodo, asegurarse de que Charles fuera cosa del pasado, él quería ser el único, dentro de él sabia que su tiempo era limitado, pero quería causar una impresión inolvidable en Sergio. No entendía si era orgullo, o si ya había algo más, pero estaba determinado a salir triunfante.
Daban vueltas en la cama, prendados uno del otro, besándose y acariciándole, la luz suave del sol se colaba por los ventanales, Sergio se colocó entre las piernas de Max, besaba sus muslos suaves, blancos como la leche, de repente los mordía, el rubio solo se estremecía.
-Puedo ponerle un altar a estas piernas- le dijo en lo que su barba de un par de días raspaba el interior de sus muslos, Max solo gemía y acariciaba su cabello, pero de repente se sentó, lo tomó de la mandíbula y tomó el control.
-Abre la boca-
Sergio obedeció.
Max delineaba los suaves labios de Sergio con su miembro, lo metía y sacaba a placer, le prohibió a Sergio tocarlo, o cerrar su boquita, así que la única arma a la disposición del pelinegro era su lengua, la cual usaba con alegría.
Max sonreía con lujuria, mordiendo su labio, queriendo más, pero asegurándose que él hambriento fuera su amante.
-Deja de jugar, quiero comerte bebé.
-Se educado bonito, dime como lo quieres?- contesto Max
-Solo dámelo ya!- Contestó Sergio desesperado.
Max le dio pequeños golpes con su miembro mojado a las mejillas. -¿como se dice?-
-Por favor- le dijó Sergio viéndolo hacia arriba con esos ojos de ensueño que derretían a cualquiera.
Max se acostó de nuevo y ordenó.
-Vamos bonito, pon a trabajar esa boquita, has lo que me gusta.
Por alguna razón a Sergio le gustaba que ese hombre le ordenara que hacer, con nadie perdía el control, pero Max lo dominaba tan solo con una mirada, una mirada de esos ojos azules en los que se podía perder. Se preguntaba que se sentiría tenerlo dentro de él, nunca lo había hecho, definitivamente lo quería intentar, pero solo con él.
-Creo que soy adicto a ti, a tu sabor, me encantas- Decía Sergio mientras saboreaba cada centímetro de la carne dura de Max, el cual con su mano en su cabeza guiaba al pelonegro.
-¿Así bonito? Te gusta mi sabor? Ufff, si continua así, justo como lo estas haciendo, aaa...- Max se perdía en sus sensaciones, este niño era demasiado bueno.
-¿Quieres que me venga en tu boca bonito? Dime que sí, por que estoy a punto de hacerlo- El rubio no quería preguntar, pero su cuerpo lo obligó, estaba temblando, sus caderas moviéndose para recibir más, estaba follando la boca de Sergio sin piedad, por último, cuando lo vio, sus ojos cafés, tiernos, llorosos, y su miembro hasta la garganta fue que ya no se pudo contener, disparó toda su caliente y dulce carga en la boca experta de su amante, no aviso, Sergio tenia la obligación de tomarlo todo, sin protestar, tenía que dejarlo perfectamente limpio.
Lo tomó de la mandíbula para atraerlo a un beso sucio, probándose a si mismo en el proceso. -Estoy listo bonito, quiero que me cojas, dime como me quieres.
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Dark Paradise
FanfictionThe conflict... the desire, the hate.... and the murder.... it's all coming... Un montón de niños ricos creen que tienen el mundo a sus pies... hasta que uno de ellos encuentras un fatal final a manos de alguien en quien confiaba. Los personajes son...