FLUFFTOBER//BAJIFUYU²⁰²⁴

🎋Conocer a la familia🎋

Las manos le sudaban tanto que no había podido evitar limpiarlas con su ropa más de una vez.

Aquella tarde Chifuyu lo presentaría oficialmente con su madre como su pareja. En un principio Keisuke no podía sentir más que felicidad, que Chifuyu lo llevara a conocer a su madre significaba que las cosas iban en serio. Pero conforme la fecha se acercaba los nervios y el miedo se apoderaron de la mente del pelinegro.

¿Qué pasaría si no le agradaba a la señora Matsuno?

No sabía que es lo que haría, Keisuke adoraba a Chifuyu con todo su ser, tenía que hacer las cosas bien si quería seguir a su lado.

Inhaló profundo y exhalo de manera ruidosa para despejarse.

Bajó de su moto y caminó en dirección a la puerta del hogar de Chifuyu.

Lo pensó solo un par de minutos antes de tocar la puerta.

Sonrió inconscientemente cuando escuchó gritar a Chifuyu detrás de la puerta.

El rubio lo recibió con una hermosa sonrisa en el rostro que por un momento Baji se olvidó de la situación.

Quería besarlo y decirle lo mucho que lo quería.

–Pasa, mi madre preparó ramen –habló entusiasmado el rubio, tomandolo del brazo para obligarlo a entrar –le queda delicioso, te va a encantar.

–No más que tu –susurró bajito Keisuke para que solo Chifuyu pudiese escucharlo.

Pero para su mala suerte no solo Chifuyu lo había oído, la señora Masuno quien se encontraba muy cerca de la puerta también alcanzó a escuchar con claridad.

Keisuke enmudeció al darse cuenta.

–Keisuke, ella es mi madre –dijo Chifuyu fingiendo demencia –madre, el es Baji Keisuke, mi novio.

No habían pasado ni cinco minutos y Keisuke ya se había puesto en ridículo.

–Es un gusto conocerla –habló Baji ofreciendo su mano para saludar de forma educada a la madre de Chifuyu.

–Lo mismo digo, Chifuyu nunca para de hablar sobre ti, ya era momento de conocerte.

–¡Mamá! –reclamó Chifuyu.

–Necesito hacerte muchas preguntas jovencito –continuó la señora Matsuno –toma asiento mientras sirvo la comida, Chifuyu ven a ayudarme.

–Ya voy mamá –respondió el rubio, siguiendo a su madre a la cocina.

Dejando a un muy nervioso Keisuke en la sala, esa primera impresión había sido desastrosa.

Esperaba que la señora Matsuno no fuera muy severa con él. 

Solo le quedaba rezar porque todo saliera bien.