Domingo 5 de octubre por la mañana.
Alex PDV
- ¡¡¡Aaaaall ooof meee, loveeees aaaalll ooof yooouu!!
- ¡¡¡Claraaaa!!!
- ¡¡¡Yoouuuur myyy eend aaand myy beggiiiniing!!!
La pesada de mi hermana me acaba de despertar cantando a todo pulmón su canción favorita.
Me tapo los oídos con la almohada, esta ahoga mi grito desesperado de querer dormir.
Ayer llegue a las tantas de una discoteca con Lía. Pero ella decidió irse a dormir a su casa.
Cuando llegue Clara ya estaba dormida y se ve que se ha despertado de buen humor.
- ¿¡Se puede saber qué coño te pasa!? - Entro en su habitación pero... Me equivoque. De buen humor nanay, está sentada en su cama llena de pañuelos de papel y comiendo nutella a cucharadas. Llora y se le ha corrido todo el rímel. Tiene su canción favorita a todo volumen.
No entiendo cómo le gustan tanto las canciones lentas, parecen tristes y deprimen un montón.
Me acerco a su reproductor de música y bajo el volumen.
- ¡¡No la quites mamón!! ¡¡¡Déjame en paz!!! - Me chilla, pero la ignoro me voy a mi cuarto de nuevo. Me tumbo en la cama, la cabeza me da vueltas y me siento mareado. Me ducho y me visto.
Estoy a punto de salir de casa para ir a visitar a Lía cuando oigo a Clara desde las escaleras.
- Alex. - Me giro. Ya se ha vestido y arreglado, esta vez no lleva maquillaje. - ¿Puedo acompañarte a ver a Lía? Hace tiempo que no la veo. - Me esperaba de todo menos eso. Ruedo los ojos pero al final accedo.
- Esta bien... - Suspiro.
Baja corriendo las escaleras y me abraza.
- ¡Gracias! - Suelta un gritito.
- ¡Anda suéltame! No me seas lapa o te quedas. - Le sonrió desafiante y se ríe conmigo.
- Sí ¡mi coronel! - Me hace el saludo militar. Me rió.
- Boba... - Le doy un toque en el hombro y salimos de la casa.
Legalmente no puedo conducir moto pero siempre cojo el permiso de mi hermana, ya que ella sí que puede y de momento nunca me han multado, pero esta vez decidimos cumplir con la ley y aunque yo controle más, la conduce ella.
♦♦♦
- ¡Vas muy lenta! - Le grito desde la parte de atrás de la moto.
- ¡Cállate! si no quieres que nos estampemos contra un poste. - Me grita ella girando forzosamente cometiendo una infracción para llegar más rápido a nuestro destino.
- ¿¡Pero tú estás loca!? - Le digo cuando por fin estacionamos delante de casa de mi novia.
- A buenas horas te enteras hermanito. - Me sonríe picara guiñándome un ojo. Esta chica cualquier día se mata.
Bajamos del vehículo hasta llegar hasta la puerta de la enorme casa. Le doy al timbre.
- No la recordaba tan grande. - Dice ella mirando hacia las ventanas del tercer piso de la mansión.
- ¿Porque crees que me paso el día aquí? - Le sonrío.
Por fin se abre la puerta.
- ¡¡¡Aleeeeex!!! - Chilla Lía tirándose encima de mí, haciendo que ambos acabemos en el suelo.
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NO quiero un para SIEMPRE
Novela Juvenil- Dejame en paz... - Susurré. - No puedo. - Contestó. - TE AMO. - Lo tuyo no es amor, es obsesión. - Repliqué. - Mataria por ti, ya lo sabes... - Sin dudarlo. - Lo interrumpí. - Siempre lo haces, MATAR es lo que siempre acabas haciendo a mis amigas...