Domingo 5 de octubre por la tarde.
Adri PDV
- ¡Ey tío! - Nico entra en el garaje de mi casa. - ¿Se puede saber que haces?
- Nada. - Le contesto seco, escondiendo lo de mis manos en un bolsillo.
- ¡Tío! ¿Estabas encendiendo un cigarro? - Insiste.
- ¡No! - Le espeto de mala hostia. - No estoy de humor, ¿vale? - Asiente y se sienta a mi lado.
Desde que nos conocimos nos convertimos en grandes amigos y mi garaje, que da a la calle, es nuestro lugar de encuentro. Siempre que uno de los dos tiene algún problema se viene.
- ¿Como que estas aquí? - Le pregunto yo esta vez.
- Venia a pedirte consejo. - Me dice sacando su móvil del bolsillo. Se levanta y lo enchufa a mis altavoces.
- Dispara. - Le digo cuando vuelve a sentarse en el colchón donde estamos.
No es un garaje grande, al fondo están las escaleras para subir a mi casa, al lado hay una batería. Luego están tres colchones negros llenos de cojines, donde estamos sentados y delante nuestro esta un televisor con un par de consolas y una tabla de mezclas con unos altavoces. No es gran cosa pero mínimo caben unas quince personas.
- Se que solo hace una semanita que la conocemos pero... creo que Clara me llama la atención. - Suelta de un tirón.
- ¿Te gusta? - Le pregunto sorprendido.
- No lo sé, joder...
- Pensé que te gustaba Amber. - Insisto. Me ha sorprendido mucho su confesión. No es el típico chico que se enamora de una sola chica, más bien... se podría considerar un mujeriego.
- Tú lo has dicho... Me gustaba. - Resalta la última palabra. - ¿No te acuerdas de lo que paso cuando se lo dije?
- Imposible olvidar la hostia que te dio. - Me río. - Se te quedo su mano en la cara por una semana.
Suelta una carcajada y yo me río también.
- Nunca llegue a entender su reacción, la verdad. - Me mira dejando de reír. Busca que yo le dé una explicación de lo que paso.
- Pues es muy fácil bro, ella llevaba un montón de tiempo coladita por ti, empezó a salir con un chaval y entonces tú te decides en confesarte con ella, para que deje al otro. Es normal que te diera una hostia y se enfadara contigo. - Me río solo, a él no le hace mucha gracia.
- Bueno de eso ya hace casi medio año... - Se ve que no le gusta el tema. - ¿Qué hago?
- Yo de ti me esperaría, no vaya a ser que empieces como todas y a la que te acuestas con ella el amor desaparece y vas a por otra...
- Tienes razón. - Me da una palmadita en el hombro. - Gracias.
- No hay de que, hermano. - Le sonrío.
Se levanta y me hace un gesto con la mirada para que lo siga, nos levantamos y salimos fuera, cierro el garaje y bajamos calle abajo.
- Te presento a... ¡mi nueva preciosidad! - Exclama abriendo los brazos mostrándome su moto nueva.
WOW. Es una pasada, pero no diga nada. A este se le sube muy rápido el ego. Me subo en ella y enciendo el motor, la hago rugir. Creo que me he enamorado.
- Mola eh. - Nico se sube delante de mí y arranca.
Corremos a toda velocidad, me encanta sentir el viento en mi cara, relaja. Sin saber cómo estamos delante de la casa de Amber.
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NO quiero un para SIEMPRE
Novela Juvenil- Dejame en paz... - Susurré. - No puedo. - Contestó. - TE AMO. - Lo tuyo no es amor, es obsesión. - Repliqué. - Mataria por ti, ya lo sabes... - Sin dudarlo. - Lo interrumpí. - Siempre lo haces, MATAR es lo que siempre acabas haciendo a mis amigas...