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127 d.c

Aenys:

Lo miré dejar la manta sobre la arena cuando nos habíamos alejado algo del castillo, me senté en ella a su lado comiendo de las tartas de fresa escuchando las olas golpear la arena a la vez que el sol iba bajando —Mi abuela Olenna nos invitó a pasar un tiempo en Highgarden—.

—Te gustaría ir— asentí mirándolo antes de tomar agua de la cantimplora la dejé a un lado sintiendo su mano tomar la mía —Entoces iremos—.

Sonreí sintiendo su respiración acercarse y combinarse con la mía hasta que nuestras bocas se juntaron deje que mi espalda cayera sobre la arena que empezaba a tornarse fría mientras el sol descendía, pude sentir esa sed de lujuria liberarse de mi mente pidiendo más y más a medida que el tiempo en que nuestras vivas estaban juntas avanzaba.

—Puedo detenerme si lo deseas— negué con la cabeza sintiendo como sus labios bajaban por mi cuello marcando cada parte expuesta de él hasta llegar al borde de la camisa sentí sus manos meterse por debajo de ella en el área de cintura, el contacto de piel con piel me hizo sentir un cosquilleo por toda la espalda.

Sujete su nuca con mi mano mientras sus labios bajaban por mi torso desnudo solo podía sentir como mis piernas se abrían dando más espacio a que se acomodara entre ellas restregando su miembro empalmado contra el mío, su labios se detuvieron en mi vientre mientras murmuraba algo antes de subir y besarme. Mis manos lo empujaron de los hombros cambiando de posiciones me deshice del cinturón sin separar mis labios de los suyos, levanté la camisa lentamente antes de bajar y hacer el mismo camino que él había hecho conmigo momentos antes.

—¿Qué haces?— una sonrisa con picaría fue lo único que le ofrecí como respuesta antes de que mis manos bajaran la tela y mi boca se moviera escuchando sus jadeos como respuesta a mis acciones, su mano tomó con fuerza mi cabello separándome mirando como mis ojos estaban cristalinos —Quiero hacer algo pero no sé si estés de acuerdo—.

Sonreí sintiendo mis mejillas arder subiéndome sobre su regazo recargando mis manos sobre su pecho mirándolo fijamente a los ojos, sonrió antes de elevarse sujetándose de mi cintura continuando con los movimientos a la par de que me besaba. Mis labios soltaban jadeos mientras sentía como mi interior era desgarrado placenteramente por las intromisiones, sujeté sus mechones acercando mi boca a su oído susurrando todo lo que había aprendido notando como su agarre era más fuerte.

—No eres el único que ah aprendido cosas— me sujetó de la cintura colocándome debajo de él regresando con las intromisiones dejando una mano afianzando mi cintura y la otra apretando mi cuello, la idea de que alguna prostituta se lo enseñó era lo que menos me importaba solo agradecía por haberlo hecho. Sus ojos se cerraron  justo después de que mis manos hicieran que nuestros abdómenes se mancharan, sintiendo como daba las últimas embestidas bruscas antes de caer sobre mi jadeando.

—Se podría decir que ahora si es un matrimonio matrimonio ya que fue consumando— lo escuché reír mientras acariciaba su cabello con mi mano libre volviendo a oír las olas del mar golpear la arena húmeda. Lo empuje de los hombros tomando un extremo de la manta para limpiarme colocando la ropa que había a un lado al sentir mi piel erizarse por las corrientes de aire —Mi cadera dolerá más ahora—.

—Por qué crees que sea— me levanté de hombros tomando su pantalón arrojándoselo buscando tomado un pedazo de la manta para que se limpiara encontrando algo tirado al lado de ella, levanté la delgada cadena de la arena mirando el dije en ella —Era un regalo no sabía cómo dártelo y pensé que hubiera sido el mejor momento, no planeaba terminar haciendo esto—.

—Bueno por qué no me ayudas a ponérmelo mejor— sonrió tomándolo de mi mano rodeando mi cuello con la delgada cadena con la rosa dorada en medio rodeada por tres cabezas de dragón —Prometo que te regalaré uno especial así como este—.

—No tienes por qué solo es un tonto regalo no es la gran cosa no sabía si te gustaría dudaba en que fuera de tu agrado y....— bese su mejilla recargando mi cabeza en su hombro mirando el dije notando como el pequeño rubí en el centro de la rosa resultaba por la luz de la luna, sentí su mano deslizarse por la manta antes de tomar la mía entrelazándolas.

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Enrollé el último pergamino que iba a devolver a la biblioteca bebiendo el té que el maestre edmund me había traído para apasionar el dolor que sentía, tome la compresa caliente que una doncella me dejó colocándola en la área de mi vientre donde ahora me dolía —Ayer viene a buscarlo majestad, no lo encontré—.

—Salí a caminar por la playa— sonreí sentándome en el sofá mientras el calor de la compresa controlaba el dolor —Pasó algo mientras no estuve—.

—Salió con el príncipe Jacearys.

—Bueno creo que una caminata y charla podrían ayudar a mejorar la relación— el hombre sonrió asintiendo antes de alejarse con los pergaminos en la mano, recargué mi cabeza sobre una almohada esperando a que el dolor disminuyera antes de tener que ir a la cena. Miré una cabeza fisgona asomarse por la puerta sonreí señalando que se acercara mirando como entraba cerrando despacio la puerta —Que haces aquí no tendrías que estar en tus lecciones—.

—Jace es muy mandón— sonreí tomando el racimo de uvas diciéndole que comiera y me contara cómo era su hermano con él prometiendo que lo regañaría —Es divertido cuando tú y mamá lo regañan, son los únicos que calman a la bestia mandona—.

—¡Joffrey!— sus ojos se dirigieron a la puerta le susurre que se escondiera detrás de la puerta antes de que entrara, sonreí comiendo una de las uvas mirándolo entrar con el rostro molesto y las manos hechas puños —No has visto a joffrey se escapó de sus lecciones—.

—Aquí no ha venido— me levanté de hombros notando como su miraba me analizaba mientras metía una uva a mi boca —¿Qué?—.

—No te haz levantado del sillón desde el desayuno.

—Hey venías a buscar a Joffrey como vez no está, tu tienes lecciones yo no así que te veo hasta en la cena— sonreí mirando como suspiraba y asentía alejándose —Y no seas tan rudo con tu hermano sigue siendo un niño—.

Me sonrió antes de cerrar, la sonrisa traviesa d Joffrey me agradó cuando corrió a sentarse conmigo tomando uno de los libros que tenía pidiéndome que le leyera.

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Autor:

*Espero les guste nos leeremos en el siguiente capítulo y lamento demasiado la demora pero espero volver con actualizaciones más seguidas.

*Recueden votar 🌟 y dejar su comentario y crítica si lo desean.

*Hasta luegoo

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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🔥El Dragón Y El Caballito De Mar🌊 《Jacearys Velaryon X Male Reader》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora