Los días previos a la excursión de primer año pasaron tan rápido que no me había dado cuenta que faltaban tres días. Aún así la rutina era la misma, las clases, las mismas prácticas en el gimnasio, los mismos momentos de silencio incómodo cada vez que la otra chica se acercaba a Tsukishima. Mi cuerpo seguía funcionando en automático, pero mi mente estaba atrapada en una espiral interminable de pensamientos. Trataba de evitarlo, de no mirar cuando ella se reía cerca de él, pero era imposible. Tsukishima nunca había sido del tipo de mostrar mucho interés por nadie, pero con ella parecía... diferente. No podía entenderlo.
— Aizawa-chan ¿estás bien? —La voz de mi amiga Mei me sacó de mis pensamientos. Estaba sentada junto a mí en la cafetería, mirándome con preocupación.
—¿Eh? Sí, solo... distraída —respondí, intentando sonar despreocupada. Mei arqueó una ceja, claramente no creyéndome. Siempre era así conmigo, percibía cuando algo andaba mal, pero nunca presionaba demasiado. Agradecía su manera silenciosa de apoyarme.
Miré hacia la esquina de la cafetería, donde estaba Tsukishima. Ella no estaba con él esta vez solo estaba Yamaguchi, pero no importaba. La sensación de distancia entre nosotros seguía ahí, tan palpable como siempre. Por más que compartiéramos espacios y momentos, había un muro invisible que parecía imposible de cruzar.
—No puedes seguir así, ¿sabes? —dijo Mei en voz baja, como si leyera mis pensamientos—. Tienes que hablar con él.
—¿Hablar? —repetí, sabiendo perfectamente que lo que ella proponía era una locura. ¿Qué podría decirle? ¿Qué esperaba lograr? ¿Que él admitiera que sentía lo mismo por mí? No. Sabía que él no era así, nunca lo había sido—. No tiene sentido, Mei. Él... no es el tipo de persona que habla de estas cosas.
—¿Y cómo lo sabes si nunca lo intentas? —replicó Mei con suavidad—. Lo único que haces es quedarte ahí, viéndolo desde lejos, esperando algo que nunca va a pasar por sí solo.
Quise responder, pero las palabras se atascaron en mi garganta. Mei tenía razón, pero eso no hacía que fuera más fácil. Era aterrador. Hablar significaba exponerme, abrirme completamente a alguien que tal vez nunca podría corresponderme de la manera que yo quería. ¿Y si lo arruinaba todo? ¿Y si incluso la pequeña conexión que teníamos se destruía para siempre?
La campana sonó, señalando el final del almuerzo, y me levanté con la cabeza llena de incertidumbre. No podía seguir ignorándolo, pero tampoco podía encontrar la valentía para enfrentar mis sentimientos de frente. Por ahora, solo podía seguir fingiendo que estaba bien, incluso si cada día que pasaba se sentía como una pequeña derrota.
Esa tarde, mientras caminaba hacia el gimnasio para la práctica, lo vi en la entrada. Estaba de pie, con el teléfono en la mano, enviando mensajes. Mi corazón dio un vuelco, como siempre lo hacía al verlo, pero esta vez me obligué a no apartar la mirada. Tenía que empezar a ser honesta conmigo misma, aunque solo fuera en mi mente.
Cuando me acerqué, él levantó la vista, notando mi presencia. Durante un breve segundo, nuestros ojos se encontraron, y algo en su expresión cambió, aunque fue tan rápido que no pude descifrarlo. Antes de que pudiera decir algo, la puerta del gimnasio se abrió y ella salió, con esa sonrisa despreocupada de siempre. Mi estómago se hundió al instante.
—Oh, Tsukishima, ahí estás —dijo la otra chica con un tono alegre. Pasó junto a mí sin siquiera notarme, como si no existiera. Y tal vez no lo hacía, no en su mundo.
Vi cómo Tsukishima guardaba el teléfono y se giraba para seguirla. Fue un movimiento tan simple, pero para mí fue como si el suelo se desmoronara bajo mis pies. Él ni siquiera se despidió.
Me quedé ahí, de pie, viendo cómo se alejaban juntos. Cada paso que daban era un recordatorio de lo que nunca sería. Porque, por más que intentara ser fuerte, por más que intentara no dejar que me afectara, la verdad era que quería ser ella. Quería ser la razón por la que él sonreía, la persona a la que él buscaba sin pensarlo dos veces.
ESTÁS LEYENDO
H e r . | Tsukishima x tú.
Fiksi Remaja_____ Aizawa siempre ha sentido algo especial por Tsukishima Kei, el chico distante y reservado que parece inalcanzable. A pesar de esos pequeños momentos que han compartido a lo largo de los años, sus sentimientos siempre se han mantenido ocultos...