—No, no iremos al puerto– negó el rubio y yo frunci el ceño.
—¿Por qué no?¡Debemos evitar que Pope se arruine la vida!– grite.
—¿Es eso?¿Temes por Pope o por Rafe?– pregunto el y yo lo mire sin poder creer lo que acaba de decir.
—Por...Por los dos,¿Okey? ya entendí que Rafe no va cambiar pero eso no significa que dejo de importarme– respondi– Y Pope se arruinaría la vida, JJ.
—No iremos al puerto, llamaremos a la casa de los Heyward's y preguntaremos si Cleo ya llego junto a Pope, ¿Okey?– dijo el, yo asentí sacando mi teléfono de mi bolsillo y se lo di para que marque el número.
—Hola, señora soy JJ– comenzo a hablar en el teléfono mientras yo hacia un ademán con mis manos para que pregunte–Umm, ¿Llegó Pope?... Oh, bueno gracias ahora ya– le saque el teléfono.
—Hola, soy Val, ¿Pope esta bien?¿Y encontraron el arma? No sabe cuanto me alivia señora, gracias y disculpe la molestia, adiós– colgué el teléfono sintiendo como el peso que sentía en el pecho desaparecía.
—Están bien, tranquila– dijo JJ y me abrazo– Vamos a casa antes de que Rafe llegue.
—Si, vamos– dije yo, tome su mano y comenzamos a caminar hacia la casa del rubio.
—¡Llegamos!¡Por fin!– exclamó exhausto mientras entraba al porche y yo iba detrás de él.
—Con tanta caminata no hace falta gimnasio– me queje yo entrando a la vez que miraba al rubio tirarse al sillón–¿Ya dormirás?
—Of course– me imito y yo sonreí rodando los ojos, me tire a su lado y el me envolvío en sus brazos, haciéndome sentir el calor de su cuerpo, su respiración tranquila y el olor de su perfume varonil.
—No entiendo como es que hueles a perfume si ni te bañas– dije confusa mientras el rubio me miraba ofendido.
—Me siento juzgado ahora mismo– dijo llevando su mano a su pecho– pero es secreto, shh– llevó su dedo índice a su boca y yo reía.
—Okey– apoye mi cabeza en su pecho con mi brazo izquierdo abrazándolo por la cintura, el cielo estaba completamente oscuro, solo se escuchaba la naturaleza y nuestras respiraciones mezclándose en el aire... Hasta que recordé lo que paso en Wimiltong– Oye, JJ.
—¿Sí?
—¿Por qué Robaste la billetera del señor Carrera?–pregunté mirándolo a los ojos pero el esquivaba mi mirada.
—Ya te lo dije, si van a llamarme ladrón al menos que tengan razón– respondió el restandole importancia pero a mi me duele saber que toda la isla lo llama ladrón o un montón de cosas más y ni siquiera se dan el gusto de conocerlo, el no merece nada de eso, es la persona más leal, amable, sincera y graciosa que conocí en mi vida, no existe nadie mejor.
—Okey, yo haría lo mismo– murmure con sueño– pero no lo vuelvas a hacer porque me voy a enojar– dije más despierta y el sonrió mientras acariciaba mi cabello.
Mis ojos se cerraban, la brisa chocaba con mis piernas, la paz era absoluta a lado del rubio que ya estaba profundamente dormido mientras roncaba levemente. Me rendí y cerré los ojos aceptando que el sueño siempre me gana.
Desperté por unos ruidos, JJ no estaba a mi lado y al parecer alguien había llegado, me levante y me dirigí hacia la puerta del Porche.
—Mi padre mato a dos tipos– solto John B parado a lado de la Twinkie mientras JJ estaba parado en la puerta aún sin darse cuenta de mi presencia.
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Hilo rojo² | JJ Maybank
RomanceLuego de un inesperado reencuentro y malentendidos ¿Val y JJ podrán ser felices juntos?