15. Daddy issues, brother issues, sister issues

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Mientras JJ y John B estaban hablando con Barracuda Mike (así lo llamó el rubio) Benjamin y yo jugábamos chocochocolala, entre otros

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Mientras JJ y John B estaban hablando con Barracuda Mike (así lo llamó el rubio) Benjamin y yo jugábamos chocochocolala, entre otros.

—¡Te equivocaste!– me señaló a mi mientras se reía y yo negaba.

—¡Tú te equivocaste!– contraataque riendo.

—Inútil, ni un juego de manos sabes jugar– dijo él y yo lo empuje– ya veras.

—Mierda– murmure saliendo rápidamente de la van, al bajar corrí por mi vida llegando hasta donde estaba mi hermano.

—Lo siento– se disculpo Benjamin al chocar con alguien para luego llegar a donde yo estaba.

—¿Que hacen aquí?– cuestiono mi hermano– debían quedarse en la Twinkie– nos reto mientras yo buscaba con la mirada a JJ.

—¿Donde esta JJ?– pregunté pero no me escucharon por lo que lo tome de los hombros a mi hermano–¿Donde esta JJ?– pregunté nuevamente.

—Shh– me silencio él señalando al hombre negro y alto que tenía detrás mío parado de brazos cruzados.

—Lo siento– me disculpe sintiéndome intimidada.

—¿Y que pescan aquí?– pregunto John B.

—Dinero– contesto el hombre haciendo que los tres adolescentes nos miremos mutuamente.

—Nunca pesque uno así– solto torpemente Benjamin haciéndome reír y que John B le tape la boca.

—Ya nos vamos, un gusto-

—Vamos– apareció el rubio y me agarro bruscamente de las manos obligándome a seguirlo.

—Mucho gusto– continuaba despidiéndose Benjamin.

—Vamos– fue John B el que lo tomó de la camisa y lo sacó de allí.

Me zafe del agarre de JJ y espere afuera de la van a los dos castaños. Cuando llegaron me subí.

—¿Por qué entraron allí? Es peligroso– reclamo el rubio.

—Benjamin me quería pegar.

—¡Mentirosa!¡Tú empezaste!

—¡Ya basta!– grito mi hermano– en la siguiente parte del plan ninguno de los dos estará.

—¿Que?¿Porque?

—Es gente peligrosa– respondió JJ.

—Ya lo se.

—Entiende que no queremos que tengas algo que ver con esa gente ¡Y punto!– grito harto mi hermano.

Me me cruce de brazos enojada mirando hacia la ventana, el rubio se acerco hacia mi y me abrazo por los hombros.

—Te amo, Valentina. Quiero que estés a salvo– susurro en mi oído sacándome una sonrisa mientras Benjamin y John B continuaban discutiendo ya que el casaño mayor tenía muchas ganar de ir.

Hilo rojo² | JJ Maybank Donde viven las historias. Descúbrelo ahora