El amor como el día en que nos conocimos - HEEJAKE

Capítulo 11

El ambiente en la sala era pesado; cada palabra que se intercambiaba solo echaba más leña al fuego entre Heeseung y Karina. La rueda de prensa empezó con tensión, tal como todos imaginaban, pero nadie se esperaba lo rápido que las acusaciones y comentarios indirectos empezarían a volar de un lado a otro.

Heeseung estaba sentado junto a Karina, ajustando el micrófono frente a él con un gesto de calma aparente, aunque por dentro sentía cómo su paciencia comenzaba a desgastarse. Sabía que aquella conferencia de prensa no sería sencilla. Su relación con Karina había sido el foco de atención desde que se conoció la noticia del embarazo, y la presión de los medios no les había dado tregua.

—Quiero dejar algo claro —dijo Heeseung, mirando a la audiencia con firmeza, como si intentara controlar la narrativa que ya estaba fuera de sus manos—. La decisión que hemos tomado sobre nuestra relación fue algo que discutimos en privado. Es cierto que estoy comprometido con mi hijo, y eso es lo más importante para mí. Pero quiero ser claro: no vamos a casarnos solo porque la sociedad lo espera de nosotros. Mi responsabilidad es con mi hijo, no con lo que la gente diga sobre nuestras vidas.

A su lado, Karina sonreía de manera casi forzada, intentando mantener una fachada de serenidad que cualquier persona con suficiente experiencia podía ver que era falsa. Su postura era perfecta, su cabello negro caía en suaves ondas, y su maquillaje estaba impecable, pero detrás de todo eso, la incomodidad brillaba en sus ojos. Quería dar su propia versión, pero sabía que si forzaba demasiado las cosas, Heeseung podría reaccionar de una manera que ella no podría controlar.

—Es verdad —dijo ella, su tono más suave y conciliador que el de Heeseung—. Lo hemos hablado y, aunque no estoy completamente de acuerdo, comprendo que esta es la mejor decisión por ahora. Al final del día, lo que realmente importa es el bienestar de nuestro hijo. No necesitamos un matrimonio para demostrar que somos una familia.

Las palabras de Karina sonaron con una dulzura artificial, y las personas en la sala comenzaron a intercambiar miradas. Los reporteros, como tiburones que olían sangre, notaron el ligero desliz en su voz, esa pequeña insinuación de que había más bajo la superficie de lo que ella dejaba entrever. Algunos de ellos comenzaron a susurrar entre sí, y no pasó mucho tiempo antes de que uno levantara la mano para hacer la pregunta que todos estaban empezando a formarse en la mente.

—Karina, ¿a qué te refieres cuando dices que no estás completamente de acuerdo con la decisión? —preguntó uno de los periodistas, con una leve sonrisa, sabiendo que estaba a punto de tocar un punto sensible.

Heeseung apretó los dientes. Sabía exactamente lo que Karina estaba haciendo. Habían hablado largo y tendido sobre cómo manejar la situación públicamente, pero no le sorprendía que ella intentara torcer la narrativa a su favor. Después de todo, Karina tenía una habilidad innata para hacerse ver como la víctima perfecta, y en esa ocasión no sería la excepción.

—Bueno... —comenzó Karina, mirando con una mezcla de timidez calculada y resignación que hizo que más flashes de cámaras se dispararan—. Hay muchos factores que me gustaría discutir, pero respeto la decisión que hemos tomado juntos. A veces, cuando dos personas están involucradas, las decisiones no siempre son fáciles. —Hizo una pausa dramática, bajando la mirada como si intentara contener una emoción que claramente no estaba allí—. Heeseung y yo tenemos... diferentes prioridades, y aunque eso a veces es difícil, lo respeto. Al final, lo más importante es lo que mejor funcione para nuestro hijo, ¿no es así?

Los murmullos en la sala se intensificaron. Karina había lanzado una pequeña bomba sin ser explícita, lo que hizo que todos en la sala empezaran a especular. Y entonces, como si las cosas no pudieran ponerse más complicadas, una pregunta cortó el aire, capturando por completo la atención de todos: