El amor como el día en que nos conocimos - HEEJAKE

Capítulo 6

Pasaron varias semanas, pero la inquietud seguía latente en el corazón de Jake. No sabía por qué la situación lo atormentaba tanto, pero el peso de su secreto parecía incrementarse cada día. Había algo en su pecho que necesitaba liberar, aunque no fuera todo, aunque omitiera el detalle más crucial: que Heeseung era el padre de su hijo. Quería hablar, compartirlo con alguien más que no fuera Jungwon, su confidente habitual. Y aunque sabía que era arriesgado, se encontró con una imperiosa necesidad de contarle a Sunghoon.

Sunghoon lo escuchó en silencio, con una expresión de sorpresa inicial que rápidamente se tornó en comprensión. Jake había dudado al principio, consciente de lo cercano que Sunghoon era a los Lee. Hace tan solo unos días, Sunghoon, con un leve sonrojo en sus mejillas, le había confesado que estaba saliendo con Sunno. Jake no pudo evitar notar cómo Sunghoon se veía un poco desaliñado cada vez que se encontraban, un claro contraste con su habitual estilo impecable. Incluso había dejado de usar sus característicos lentes redondos, sustituyéndolos por unos delgados y elegantes que se ajustaban perfectamente a su rostro. Sunghoon siempre había sido atractivo, pero ahora... ahora parecía estar en otro nivel.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó Sunghoon, su voz suave pero cargada de preocupación.

—No sé si estoy seguro de nada en este momento —respondió Jake, apoyando los codos en las rodillas y frotándose el rostro con las manos—. Solo... necesitaba decírselo a alguien más. No puedo seguir con este peso solo.

Sunghoon se quedó callado por un momento, procesando las palabras de Jake, antes de hablar con cautela.

—Mira, Jake... no sé mucho sobre cómo sucedió todo —dijo, eligiendo cuidadosamente sus palabras—. Pero, por más que el padre de tu hijo haya sido un completo desgraciado —su tono se endureció levemente—, él tiene derecho a saber la verdad. Ahora, de ahí a que lo acepte o quiera conocer a su hijo, es otro asunto. Lo que quiero decir es que, cualquier cosa sería mejor que enterarse por otra persona, alguien ajeno a la situación que pueda moldear la verdad a su conveniencia. Si ese tipo —refiriéndose sin saberlo a Heeseung— no quiere saber nada, entonces sabrás que no vale la pena mencionarlo nunca más. Pero si, por el contrario, él quiere conocer a Niki, si realmente lo ama, aunque no haya sabido de su existencia, entonces lo mejor sería que se conocieran. Sería lo correcto... para el niño.

Las palabras de Sunghoon eran duras, pero llenas de verdad. Jake lo sabía. Aun así, no podía evitar sentirse abrumado por el conflicto interno que lo atormentaba. Sabía que Sunghoon tenía razón, pero la culpa seguía consumiéndolo. No podía dejar de pensar en cómo la situación podría afectar tanto a Niki como a Heeseung. No había querido separarlos, ni siquiera había sabido que existía algo que separar. Cuando descubrió que estaba embarazado, ya era tarde; Heeseung lo había traicionado, y él, devastado, se refugió en Australia, decidido a criar a su hijo solo, como si Heeseung nunca hubiera sido parte de sus vidas.

Los pensamientos seguían girando en su mente cuando, de pronto, alguien llamó a la puerta de su oficina.

—Adelante —dijo Jake, levantando la vista.

La puerta se abrió lentamente y apareció Sunno, con una expresión ligeramente incómoda.

—Perdón por interrumpir —dijo Sunno, claramente algo arrepentido—. Pero... papá —tosió, dándose cuenta de lo que acababa de decir—. Quiero decir, Lee Taemin quiere verte. Ahora resulta que soy el mensajero de la empresa —agregó con una pizca de fastidio, cruzándose de brazos.

Jake sintió un súbito escalofrío recorrerle la espalda. No entendía por qué, pero el simple hecho de saber que el padre de Heeseung quería hablar con él lo llenaba de una sensación de ansiedad. Hasta el momento, nunca habían tenido una conversación cara a cara, pero el solo hecho de que fuera Lee Taemin lo hacía más intimidante.