Carreras clandestinas (Bakudeku)

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𝙏𝙞́𝙩𝙪𝙡𝙤: 𝘾𝙖𝙧𝙧𝙚𝙧𝙖𝙨 𝙘𝙡𝙖𝙣𝙙𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙖𝙨
Ship: Bakudeku
AU: bajo mundo / sindicatos

Notita: Este OS está dedicado a Yuto Ishicawa espero que sea de tu agrado

El sonido del motor de su auto modificado era lo único que podía escuchar, sus planes estaban cumpliéndose tal y como lo había pensado, pero no era sencillo, esa carrera era la más importante, si lograba quedar entre los primeros diez entraría a gran carrera, La Carrera del Asfalto Oscuro y si ganaba esa carrera, podría encontrar a su hermano Mirio, quien antes que él, era un gran corredor, gracias a ella habían logrado tener una vida estable, luego de la muerte de sus padres, pero luego de ganar la carrera del asfalto oscuro, su hermano desapareció misteriosamente. Pero logró averiguar que el sindicato de la sombras estaba relacionado con su desaparición, se decía que ahora es un prisionero encargado de generar mas ganancias para el bajo mundo.

Izuku acelero a fondo, sintiendo la vibración del motor resonar a través de todo su cuerpo, el rugido ensordecedor del auto era un recordatorio constante de lo que estaba en juego, las luces de la ciudad pasaban a su alrededor como destellos borrosos mientras tomaba una curva cerrada, con los neumáticos desgarrando el asfalto y el corazón latiendo más rápido con cada segundo.

A lo lejos, el resplandor de los demás competidores se reflejaba en su parabrisas, "No puedo fallar ahora", pensó, la imagen de su hermano, Mirio, estaba clavada en su mente, recordaba cómo su hermano había sido el mejor en las pistas, el orgullo de todos los corredores. Y ahora, Izuku estaba ahí, a punto de entrar en la misma carrera que había definido el destino de su hermano.

Los kilómetros pasaban rápido bajo las ruedas, un competidor intentaba alcanzarlo por la izquierda, pero con un movimiento, Izuku giró el volante, cerrando el paso, obligando al otro auto a frenar bruscamente.

El trazado de la pista comenzaba a complicarse. Las calles de la ciudad se angostaban y las curvas se volvían más cerradas. Izuku sabía que este era el momento en que se separaban los buenos corredores de los grandes. Se concentró, su respiración se volvió más pausada, casi en sincronía con los latidos de su corazón.

"Recuerda lo que te enseñó Mirio...", se dijo a sí mismo. Aceleró en el momento justo antes de una curva particularmente peligrosa, dejando atrás a otros dos autos que no pudieron igualar su velocidad y precisión. El rugido del motor seguía siendo la única música en sus oídos, pero ahora, más que nunca, sentía la presión de lo que se avecinaba.

Las luces de la meta final brillaban a lo lejos, a su alrededor, podía sentir la tensión en los otros corredores, todos luchando por asegurar un lugar entre los diez primeros. El espacio entre los autos se cerraba, cada movimiento podía hacer la diferencia entre el éxito o la derrota.

De pronto, un recuerdo cruzó por su mente: la última vez que vio a Mirio, justo antes de que su hermano desapareciera. "Confía en ti mismo, Izuku", le había dicho con una sonrisa enigmática, "algún día sabrás la verdad", y ahora, ese día parecía estar cada vez más cerca.

Izuku sabía que no podía rendirse, Ajustó sus manos en el volante y aceleró nuevamente, decidido a cruzar esa línea y acercarse un poco más a las respuestas que tanto buscaba.

El rugido del motor comenzó a sonar con mas fuerzas, en forma de protesta, Izuku aceleraba sin piedad, ignorando el desgaste de su auto, estaba cerca del final, podía sentir la adrenalina en todo su cuerpo, como si fuera el combustible que necesitaba.

Uno de los competidores, venia en un auto negro, apareció por su derecha, no se trataba de algún novato, y lo notaba por lo peligroso que se movía, el conductor no buscaba adelantarse, también queria sacarlo del camino, Izuku apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando el auto negro intentó embestirlo contra una pared, giró el volante bruscamente, con dificultad logro mantener el control.

"Este tipo no juega limpio", pensó Izuku, recordando las advertencias que había escuchado sobre la carrera, no todos los que competían en el Asfalto Oscuro eran solo corredores. Algunos estaban involucrados en actividades mucho más siniestras, ligados al Sindicato de las Sombras, la misma organización que creía responsable de la desaparición de Mirio.

Izuku tomó una respiración profunda, no iba a permitir que lo intimidaran. Si se dejaba llevar por el miedo o la frustración, todo su esfuerzo habría sido en vano, se concentró, ajustó su velocidad y esperó el momento preciso. El auto negro se pegó aún más a él, buscando golpearlo nuevamente, pero Izuku lo vio venir, en el último segundo, giró ligeramente el volante, frenando lo justo para que el auto negro pasara de largo, perdiendo la trayectoria y chocando contra una barrera lateral.

"Uno menos", murmuró Izuku, sin quitar la vista del camino, pero no había tiempo para relajarse, la meta estaba a escasos metros, y aunque el auto negro había quedado fuera, otros competidores estaban muy cerca. Con el corazón latiendo frenéticamente, aceleró a fondo, sabiendo que solo tendría una oportunidad para asegurar su lugar entre los diez primeros.

La línea de meta estaba ahora a la vista, podía ver los flashes de las cámaras de los aficionados, los gritos de la multitud que observaba desde los edificios cercanos, la tensión de los motores a su alrededor. Estaba en el octavo lugar, pero un corredor más rápido se acercaba peligrosamente desde atrás. Izuku, sin perder el control, usó su último impulso, recordando las lecciones de Mirio: "No siempre gana el más rápido, sino el más inteligente".

Aceleró justo al entrar en la última curva, pegándose lo más posible al borde interno de esta aprovechando cada centímetro de la pista. El corredor detrás de él intentó seguirle el ritmo, pero no pudo mantener la misma precisión, en ese instante, Izuku vio su oportunidad y aceleró con todo lo que le quedaba. La vibración del motor, el estruendo del asfalto bajo las llantas, todo era un eco de su deseo por ganar, por encontrar a su hermano.

El cruce de la línea de meta fue como una explosión de sensaciones, el mundo pareció ralentizarse mientras Izuku pasaba. La multitud rugió a su alrededor, pero él solo pudo escuchar el latido de su propio corazón, había logrado quedar entre los diez primeros, se había ganado su lugar en la Carrera del Asfalto Oscuro.

Lo había hecho, estaba un paso más cerca de descubrir qué había ocurrido con Mirio, un paso más cerca de desmantelar al Sindicato de las Sombras, pero el verdadero desafío aún estaba por delante.

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¡Me encanta para fic!


LIBRO DE LETRAS (RECOPILACION DE OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora