LIBRO DE LETRAS (RECOPILACION DE OS)

Legado de los dragones (Bakudeku)

Ttulo: Legado de los dragones

Ship: Bakudeku
AU: medieval / hijos / reyes

Izuku era el último cambia forma dragón de niebla, durante muchos años, los dragones de niebla habían sido muy codiciados por su poder, ya que con su habilidad podían ocultarse y si se usaba para todo su entorno, aunque estuvieras frente a ellos no los verías gracias a la densa niebla que formaban, así mismo esa niebla tenia la capacidad de modificar ligeramente la memoria para que los intrusos regresaran por donde vinieron o se perdieran.

Habia pasado años huyendo de aquellos que codiciaban su poder, a pesar de ser el hijo de Toshinori Yagi, un legendario cambia formas de dragón de fuego, no pudo evitar ser perseguido por los cazadores, mercenarios y los reinos que veían al joven como la única forma de conocer su victoria.

El dios dragón, era el que le otorgaba la naturaleza a sus hijos, rara vez permitía que un mismo poder se repitiera en una familia, eso hacia mas especial y valioso a Izuku, su nacimiento fue considerado un milagro, pero para su familia y él fue una maldición pues su supervivencia se baso durante años en escapar y evitar ser descubiertos.

Poco después de su penúltimo escape antes de su encuentro con su actual esposo, perdió a sus padres, pues estos lo defendieron para que él pudiera huir, pero a los pocos días sediento y con hambre fue emboscado nuevamente, los mercenarios buscaban llevarlo al mercado negro y ganar mucho dinero con él, ellos utilizaron lo único que al lo que se sabia los dragones de niebla eran débiles a los metales lunares, era un metal muy difícil de encontrar pero podían contrarrestar la magia del dragón y si este estaba en su forma humana, lastimaba la piel a tal punto de generar ampollas y mucho dolor hasta que los hacia perder la conciencia.

Izuku aun tenia grabado el recuerdo de aquel día, sentía que en cualquier momento perdería la conciencia ya que el dolor de las cadenas del metal lunar le quemaban su piel, pero a los mercenarios poco le importaba, simplemente lo arrastraban por el bosque para llegar cuanto antes al mercado negro y venderlo al mejor postor, pero cuando creyó que todos los sacrificios de sus padres fueron en vano, un fuerte y caliente viento soplo con un olor a acre, un fuerte rugido se escuchó y antes de que alguien pudiera hacer algo, las llamas devoraron todo a su alrededor, sus captores intentaron defenderse sin éxito, ya que el gran dragón de fuego los atacaba sin piedad.

El dragón no se detuvo hasta que ningún mercenario estuvo de pie, aterrizó frente a Izuku y se transformó en humano dejando ver a un joven alto, musculoso, cabello rubio y ojos carmín, supo quien era en cuanto lo vio, pues su padre le había hablado del reino Carmesí, el lugar al que debían llegar donde los antiguos reyes le ofrecieron refugio, pero no era el antiguo rey quien estaba frente a él si no su hijo Katsuki Bakugo, quien era conocido por su increíble poder.

Katsuki se acercó a él que temblaba de miedo y dolor, sin decir ninguna palabra y solo con sus manos rompió las cadenas que lo mantenían prisionero y lastimaba su piel.

—¿Cómo demonios terminaste con esos idiotas? — cuestionó el rey observando las marcas de las cadenas en la piel del joven

Izuku intentó responder, pero las palabras se le atoraron en la garganta. Estaba demasiado débil y unos segundos después su vista se nublo y quedó inconsciente,

Katsuki sin pensarlo dos veces lo cargó en sus brazos con gentileza y su mirada se suavizó al verlo ahí tan frágil, silbó y en cuestión de segundos un dragón de piedra hizo su aparición, con agilidad se lo llevó al reino Carmesí.

A lo largo de los años, su relación floreció, Katsuki, con su espíritu protector y un corazón inquebrantable, le enseñó a Izuku que no todos deseaban su poder y el amor que compartían fue fortaleciéndose con el tiempo, con el tiempo las batallas llegaron a su fin y la paz que parecía tan lejana llegó al fin sobre toda la región, los nuevos gobernantes de los reinos que habían codiciado el poder del dragón de niebla aceptaron los tratados de paz con el Reino Carmesí.