Beso de la vida (Miritama)

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Dia 29 "Beso de la vida"

La vida de un paramédico nunca es fácil, para Mirio a veces se arrepentía de haber estudiado para eso, sus padres lo estaban obligando a estudiar medicina para que siguiera con la tradición familiar y él solo por rebelarse termino estudiando como paramédico.

Al inicio no le molestaba estar todo el tiempo atendiendo llamadas de emergencias, algunas sencillas como cortes pequeños o traslados de enfermos.

Ese día por la mañana había salido de su departamento que compartía con su novio Tamaki.

-Que te vaya bien Mirio – Tamaki se acerco a él con un bento y le dio un beso en la mejilla – salva muchas vidas

-También que te vaya bien, ten mucho cuidado en la actividad que tienes con los niños, en el lago. – Mirio tomo recibió el bento y también le dio un beso en los labios. Tamaki era maestro de un jardín de niños y ese día tendrían una pequeña excursión a un lago, un día de campo para los pequeños.

Para su suerte el lago donde estaría su novio estaba muy cerca de la estación de emergencias en la que él trabajaba, en un momento se recibió una llamada y su jefe Tenya Iida les indico que se prepararan para salir

-Un reporte en el lago, una persona se había ahogado ocupa atención medica de inmediato – informo al tiempo que todos se preparaban para salir

El corazón de Mirio se acelero pues su novio estaba ahí con los niños, ¿y si fue uno de los niños quien se había ahogado?

Al llegar al lugar vieron al grupo de personas rodeando una zona cerca de la orilla del lago, escaneo rápidamente y vio a los niños llorando cerca de unos maestros, pero no vio a Tamaki con ellos.

Su compañera Neijire lo saco de su estado

-¿Togata? Vamos no perdamos tiempo

Conforme se acercaban vieron a un par de rescatistas sacando del agua a un joven, el corazón de Mirio se detuvo un segundo al reconocer esa cabellera

-¡Tamaki! – grito mientras se acercaba con el corazón en la garganta – No, no, no, por favor Tamaki ¡NO!

Mirio se apresuro a llegar donde tenían a su novio, se arrodillo haciendo a un lado a los rescatistas, Tamaki estaba totalmente pálido y no parecía responder, con manos temblorosas busco su pulso, su corazón se detuvo en ese instante, no sentía el pulso de su amado.

-Por favor, Tamaki quédate conmigo por favor – le suplico al tiempo que comenzaba a darle respiración cardio vascular.

El tiempo pareció detenerse para Mirio, al tiempo que luchaba para salvar a Tamaki, comenzó a comprimir su pecho buscando reanimarlo, y le daba respiración boca a boca cada tanto, cada segundo para él era una plegaria de que su amado regresara con él,

Finalmente, luego de unos minutos que parecieron eternos para el rubio, Tamaki comenzó a toser, Mirio suspiro aliviado mientras lo acomodaba de lado para que pudiera escupir el agua que aun estaba en sus pulmones.

Cuando vio que Tamaki comenzaba a respirar con un poco mas de regularidad lo abrazo con fuerza pero a la vez delicadamente para evitar lastimarlo – Por Dios, Tamaki pensé que te perdería, pero ya paso estarás bien lo prometo

-Mirio – susurro con dificultad

-Tranquilo, vamos a llevarte al hospital para que te revisen bien, luego hablaremos.

Tamaki paso un día en observación en el hospital por suerte no tenia lesiones de gravedad y solo debía tener algunos cuidados luego del incidente, Mirio por su parte no se separó de él

Por primera vez en muchos años, agradecía haber tomado la decisión de ser paramédico de lo contrario tal vez Tamaki no estaría con él en este momento.

LIBRO DE LETRAS (RECOPILACION DE OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora