Capitulo 3

11 10 0
                                    

Ecos del Pasado

— Y pensar que fue mi mejor amigo — suspiró Youngho, su mirada perdida en el horizonte. La mención de Seoh siempre traía una sombra a su semblante.

— Seoh fue manipulado por la hermana Vicious, era de esperarse eso de él — dijo Yaesol con un tono firme, intentando reconfortarlo, pero sabía que sus palabras no podían aliviar el peso que él llevaba.

Recordé el momento en el hospital Sewha, cuando Youngho me contó sobre Seoh y su historia de como llego en el Coma, ademas de que sucedio con el al lograr escapar de la escuela. Pero, en ese entonces, no pude concentrarme del todo en su historia. Mi mente estaba ocupada en otra cosa.

— Sé que me contaste todo en ese momento, pero, la verdad, estaba más atenta a cómo te veías que a lo que me decías — confesé, riendo nerviosa.

Youngho se veía diferente, tan grande y maduro, casi irreconocible. Había algo en su apariencia que no era solo físico; parecía haber crecido mucho más de lo que el tiempo en el mundo despierto permitía.

Él sonrió, un poco avergonzado, pero divertido al mismo tiempo. 

— Es un halago, Mina.

— Bueno, es la verdad — respondí, sintiendo el calor en mis mejillas. Era difícil no notar cómo el tiempo en el Coma lo había cambiado.

— Aunque, siendo honesto, me alegra estar como estoy ahora — continuó Youngho, y me di cuenta de que ese cambio era algo más profundo.

— Y con un uniforme limpio — agregué, sonriendo mientras miraba su ropa. Sabía muy bien lo que era esa sensación de volver a la normalidad después de tanto caos.

— Sí, y además... el hacerme una coleta para sostener el cabello fue extraño. No había forma de cortármelo ahí — confesó, pasándose la mano por la cabeza como si todavía pudiera sentir el peso de su larga melena.

No pude evitar reír al imaginarlo. 

— Bueno, creo que te quedaba bien. Tal vez deberías dejarte crecer el cabello otra vez.

— No lo sé, creo que prefiero este look más sencillo — dijo, bromeando, pero había una seriedad en su tono que me hizo detenerme.

La conversación se apagó por un momento, y solo quedamos en silencio, caminando los tres por las calles de la ciudad. Aunque estábamos de vuelta en el mundo despierto, esa paz era solo superficial. Sentía cómo las sombras del Coma seguían acechándonos, recordándonos lo que habíamos dejado atrás.

Finalmente, Yaesol rompió el silencio. 

— Hay algo que no hemos hablado. ¿Qué haremos si Seoh vuelve? — dijo ella seriamente.

Me detuve, y miré a ambos. La posibilidad de enfrentarnos a Seoh nuevamente me revolvía el estómago. Ya no era solo un amigo manipulado, sino alguien que había cruzado una línea que no podía deshacerse. No era un simple traidor, sino una amenaza real, y su regreso era una posibilidad que no podíamos ignorar.

Youngho frunció el ceño, su expresión grave. — No sé si lo haría... pero si vuelve, tenemos que estar preparados. No puedo permitir que vuelva a lastimar a nadie más.

Sentí una mezcla de miedo y resolución. Aunque habíamos sobrevivido al Coma, el costo había sido demasiado alto. No quería volver a vivir algo así, pero sabía que, si era necesario, haría lo que fuera para proteger a quienes me importaban.

— Tal vez no vuelva — dije, intentando sonar optimista, aunque en el fondo sabía que no era tan sencillo.

Yaesol asintió, aunque en su mirada vi la misma duda que yo sentía. 

— De cualquier forma, no podemos bajar la guardia. Seoh o cualquier otra cosa que quede del Coma... todo puede volver en cualquier momento.

Seguimos caminando en silencio, cada uno inmerso en sus propios pensamientos. Las calles de la ciudad estaban llenas de vida, pero para nosotros, tres sobrevivientes del Coma, el mundo se sentía diferente, como si en cualquier momento algo pudiera romper esa fachada de normalidad.

De repente, Youngho se detuvo frente a una tienda. 

— Oigan, ¿qué les parece si tomamos un café? Necesito despejarme un poco.

Asentí, agradecida por la distracción. Entramos a la pequeña cafetería, y nos sentamos junto a una ventana. Mientras esperábamos nuestras bebidas, no pude evitar mirar a mis compañeros y pensar en lo mucho que habíamos cambiado.

Yaesol siempre había sido fuerte, la más segura de nosotros. Pero incluso ella parecía más reservada ahora, como si llevara consigo el peso de algo más grande. Y Youngho... él era diferente, más maduro, más serio. El tiempo en el Coma lo había cambiado de maneras que aún no comprendía del todo.

— A veces pienso... — comencé, pero me detuve, insegura de cómo continuar.

— ¿Qué piensas? — preguntó Yaesol, mirándome con curiosidad.

Suspiré, mirando el vapor que subía de mi taza. — A veces pienso que no estamos completamente de vuelta. Como si una parte de nosotros aún estuviera allá... en el Coma.

Youngho y Yaesol intercambiaron una mirada, y supe que entendían exactamente a qué me refería. No era solo el Coma lo que nos había afectado, sino lo que nos habíamos convertido durante ese tiempo. Las decisiones que tomamos, las cosas que vimos, nos habían cambiado para siempre.

— Tal vez nunca lo dejemos atrás del todo — dijo Youngho en voz baja, su mirada fija en la mesa. — Pero estamos aquí ahora. Y eso es lo que importa.

Asentí, aunque sabía que esas palabras, por más que lo intentara, no podían borrar la verdad de lo que habíamos vivido.

— Lo que importa es que tenemos otra oportunidad — dijo Yaesol, levantando su taza en un gesto de brindis.

Levanté mi taza también, sintiendo una extraña mezcla de esperanza y temor. No sabía qué nos deparaba el futuro, pero al menos estábamos juntos.

— Por nuevos comienzos — brindé, aunque en el fondo sabía que el pasado siempre estaría con nosotros, recordándonos lo frágil que era nuestra realidad.

— Por un nuevo comienzo — diria Yaesol.

— Si por un nuevo comienzo — comentaria Youngho no muy convencido, Seho fue su mejor amigo y entiendo su dolor.

Y creo que por eso Youngho es algo mas que mi vecino, mi amigo aunque aun no lo sabia.

Fin del capitulo 3

The Coma After Life Donde viven las historias. Descúbrelo ahora