Una cita con el Destino

Famosa por graciosa

Bueno les contaré como termino todo. El partido finalizo 2-0 con gol de Götze, yo por mi parte estuve sentada lo que resto ya que la vergüenza me consumía. Cuando termino el encuentro, muchas personas se acercaron a mi para pedirme una foto o solo decirme unas cuantas palabras, después, yo me dirigía hacia la salida y un guardia ( mas bien un gorila) me cargo en su hombro y me trajo hasta la entrada de los vestidores, según el por ordenes de Manuel Neuer.

Estoy demasiado nerviosa, no se si es por la vergüenza o porque estoy a escasos metros (de nuevo) del amor de mi vida. Me acerco a una ventana y veo que hay un montón de paparazzis en la entrada; solo hay dos opciones: buscan a los ganadores del partido o me buscan a mi para preguntarme que estupida neurona me hizo hacer lo que hice.

Estaba sentada en una pequeña banca, cuando veo que salen de los vestidores Neuer, Bastian, Müller y Götze -Dios, en cualquier momento dejare de respirar lo juro-.

-Enana- me dijo Neuer poniéndose a mi altura -vas a ir en medio de nosotros cuatro, yo iré adelante de ti, Bastian atrás, Müller por un lado y Götze por el otro, así la prensa no podrá atacarte-. Asentí con la cabeza y nos pusimos en marcha hacia la puerta de salida.

Como lo dije anteriormente, había un montón de periodistas afuera del Allianz, gracias a Neuer y su plan eh pasado desapercibida con la mayoría, aunque admito que tener a Götze a un lado mío hace que me tiemblen las piernas cual gelatina.
Estamos por llegar al carro de Neuer cuando los paparazzis atacaron sin pudor, los flashes estaban por todos lados, trato de enfocar mi vista y lo primero que veo es a Neuer y Müller maldiciendo en alemán y ahuyentando a esas pirañas, volteo y veo que estoy a unos pasos del carro de Neuer, camino rápido pero mis pies se traban y hacen que tropiece. Ya veía el piso en mi cara cuando siento que alguien me detiene por la cintura, no puedo girar pero sus manos están firmes en mi, trato de recobrarme de la pequeña caída y me dispongo a darle las gracias al misterioso que salvo mi rostro.

-Muchas gra...- no pude continuar ya que mi lengua se trabo y mi mente quedo en blanco al ver a mi "salvador".

- No hay de que... Cristy ¿verdad?-. Sus hermoso ojos me miraban esperando una respuesta.

Di algo, al menos da señales de vida idiota. - Si, si es Cristy-. Bravo Cristina, quedaste como estupida.
-Amm... Yo quería...darte las gracias por...ya sabes...detener mi caída-.

- Ya te dije que no tienes nada que agradecer, ¿no te lastimaste verdad?-. Moví la cabeza diciendo "no". - Bueno, espero y vayas a la fiesta que habrá al rato en casa de Müller, ya sabes, por el triunfo y así. Adiós Cristy, nos vemos al rato-.

-Adiós Mario, si, ahí estaré- y dicho eso se acercó a mi y deposito un beso en mi mejilla y se fue hacía su carro, que alguien me pellizque por favor.

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Son las 6 de la tarde y yo aun sigo con mi mano en la mejilla donde Mario me dio el beso, juro por el Bayern nunca lavarme esta mejilla. Busco el control y me siento en el sillón y comienzo a hacer zapping para encontrar algo bueno o algo que logre entender cuando suena mi i-phone, lo busco entre los cojines y el remitente es Neuer.

-¿Que paso Manuel?
-Hola Cristy, te llamo para decirte que a las 9 habrá una fiesta en casa de Müller y los chicos quieren que vayas, ya sabes, para conocerte y esas cosas-.
-Si, hace rato Mario me dijo sobre la fiesta-.
-El pequeño Götze ¿eh? Ya sabía que se te iba a acercar, pero bueno, paso por ti a las 8:45 espero y estés lista enana-.
- Si claro pero espera, ¿como debo ir vestida? ¿Es formal o algo por el estilo?-.
-No, no es formal, solo vístete para enamorar a Götze-.

Y dicho esto colgó dejándome con las palabras en la boca. Necesito tiempo para procesar todo lo que eh vivido este día y que mejor dándome un baño de agua caliente.

Y ahora si... Que comience la "fiesta".

Pequeña aclaración: los siguientes capítulos serán un poco corto chicas, pero tendrán demasiadas sorpresas.

Las amo! Anacely.