Una cita con el Destino

No de nuevo

La primera hora se me paso lo mas lento que me podía imaginar, amo la Psicología, pero, que un maestro se la pase hablando de sus pacientes bipolares no es nada divertido y menos cuando el maestro es un viejito como de 85 años que ya ni si quiera debería estar trabajando porque se le olvida todo y vuelve a empezar como si nada.
Después de mi "super" clase tenia hora libre, decidí ir a la cafetería para ver a quien me topaba y comer algo. Estaba haciendo fila cuando en una de las mesas vi a Lucia, una de mis amigas de prepa, decidí salirme de la fila e ir a donde estaba ella.

-Buenos días guapa, me puedo sentar contigo?- lo dije tratando de sonar sexy, ella voltea, pone los ojos como plato y brinca de su asiento para darme un abrazo.

-Cristy! Ya te extrañaba, dime, tienes hora libre?-.
-Yo también te extrañaba! Y si, tengo hora libre, donde están las demás?- le dije tomando asiento en frente de ella.
-No deben tardar, vaya, no puedo creer que al fin estemos juntos de nuevo- dijo, mientras hacia un bailecito con sus manos.

En la prepa éramos un grupo de cinco, cuatro chicas y un chico, siempre estábamos juntos y nos apoyábamos constantemente, cuando salimos de la prepa, los cinco decidimos entrar a la misma Universidad, pero claro en diferentes carreras, Lucia estaba estudiando Mercadotecnia y vaya que si es buena para eso de las ventas.

Estábamos hablando de nuestras vacaciones de navidad, cuando unos gritos interrumpen nuestra conversación.

- Cristy! Lucia! Las extrañaba tanto!- dijo mi amiga Barbara, una güera de ojos color verdes y con mucho sentido de humor y no se diga de fiestas.

-Hay no puedo creer que todas tengamos la misma hora libre y que digo hora, son como 2!- y ella es Sarah, estudiante de Diseño gráfico, pelo negro y ondulado, cuando la conoces es tímida, pero cuando agarra confianza, sale su lado disparatado y alocado.

Se sentaron y nos pusimos a platicar sobre todo lo que habíamos hecho, si salimos con alguien, sobre nuevas películas, etc; hasta que Barbara lanzo la pregunta bomba.

- Y Cristy, ya no te ah buscado Jonathan?- lo dijo mientras comía una papa frita.
- Por el momento ah dejado de mandarme cosas, pero el día de Navidad me mando un mensaje diciendo que me extrañaba y todas esas tonterias paso lo mismo en Año nuevo, pero no le conteste ninguno de los dos mensajes- lo dije sin darle mucha importancia y jugando con el popote de mi malteada.

Jonathan es mi ex-novio, lo conocía desde la secundaria, pero fue hasta la preparatoria que me volteo a ver ya que en la secundaria no era muy linda que digamos, cambie mucho en las vacaciones de verano. En la prepa, nosotras cuatro éramos las mas bonitas, tal vez no las mas populares, pero teníamos a muchos chicos a nuestros pies y uno de ellos era Jonathan, para ser sincera el es muy guapo, pelo negro y medio chino, ojos color verde y piel a perlada, cuerpo tonificado y un excelente delantero, estaba en las básicas del equipo local, era mi chico perfecto. Las chicas me decían que le hiciera caso, que seria la envidia (de la buena) de todas las chicas de la prepa, seguí sus consejos y salí con el esta tener una relación que al principio fue bonita, pero cuando paso de estar en las básicas del equipo a segunda división ( o sea, asistir a los partidos de primera, pero solo a veces jugaría) cambio mucho, decía que el quería tener la vida de un futbolista y que estando conmigo no podría, y así estuve con el unos cuantos meses hasta que decidí dejarlo, me rogó que no lo hiciera y que haría lo posible por "enamorarme" de nuevo, así que desde que entre a la Uni, no ah dejado de rogarme ni un solo día, me manda flores, cartas, me busca para salir, pero yo lo evito a toda costa ya que me han dicho que se ve con chavas, o sea, jura amor eterno y luego va y se acuesta con otras? Eso si es ser un pendejo de primera.

Seguíamos platicando, después de la incomoda pregunta, cuando me disculpo para ir al baño

-Bueno chicas, iré a hacer mis necesidades fisiológicas, ahorita regreso.-.
- No te tardes preciosura, estaré esperándote como anoche- dijo Sarah levantando una ceja y dándome una nalgada a la que yo salto y le saco la lengua.

No tarde ni 5 min cuando ya estaba frente al espejo, lavándome las manos y arreglando mi cabello, me puse un poco de brillo labial y salí de nuevo, cuando veo que las chicas vienen hacia mi.

- Cristina, vámonos- dijo Lucia con un tono de preocupación.
-Que les pasa chicas? Acaso vieron un fantasma?- pregunte con burla y a la vez con asombro
- No es momento para bromas, vámonos chicas- Barbara me toma de la mano y me encamina hacia la entrada de la cafetería.
No se por que de repente se quieran ir, pero prefiero no hacer protestas, aunque aun me queda la duda. Ibamos caminando hacia la entra a paso rápido, cuando choco con alguien, me volteo para pedirle una disculpa, pero cuando levanto mi mirada no lo podía creer... era el.