Capítulo 23

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-¡Dios! Fue tan cansado~- Eddie se tiró en el sofá apenas llegaron a su hogar.

-¿Estás bien, cariño?- El latino observó a su novio.

-Confieso que me sentí mal en su momento pero, ¿escuchaste lo que dijeron? No, nadie habla así de mi familia y sigue estando a mi lado.-

Buck asintió, aún así puso sus manos alrededor de los hombros de su novio por detrás.

-Somos una familia ahora: tú, Chris y el gusanito que ya no está tan chiquito.-

Eddie reía mientras caía bajo las caricias de su novio.

-¿No merezco un beso como recompensa?- Buck sonrió coqueto ante el pedido de su pareja.

-¿Mi novio quiere un beso?- Eddie asintió.

Buck se puso delante de él y se acercó poco a poco a su rostro hasta que logró unir sus labios a los del contrario, formando una danza única en busca del dominio que terminó ganando.

Al separarse, un pequeño hilo de saliva los conectaba.

-Chris ya está dormido, Buck.-

La mirada coqueta de su novio y esa frase, activaron un detonador en el interior del rubio.

Bajó sus manos al pantalón de su pareja y los desabrochó, bajándolos junto a sus calzoncillos.

-Buck, ¿aquí? ¿En la sala?-

El nombrado no contestó, metió su mano en la camiseta de Eddie y acarició uno de sus pezones; el latino tuvo que poner una mano en su boca para evitar gemir.

Luego de jugar con ellos, empezó a bajar su rostro hacia el miembro ya despierto de Eddie; Buck se lamió los labios, saboreando incluso antes de llevárselo a la boca.

-No te atrevas, Evan Buckley.-

Una sonrisa traviesas atravesó el rostro del rubio, seguido por un beso en la punta del miembro y una pequeña succión.

-~Delicioso~-

Eddie no pudo hacer más que seguir tapando su boca evitando que los sonidos se escaparan.

Evan dio comienzo a las succiones, llevando a Eddie al extremo; intercalaba entre llevarse todo el miembro hasta su garganta y luego sólo besar la punta.

El latino estaba al borde, intentó pedirle a Buck que pare pero fue en vano.

Se vino en la boca del rubio, echando tiras y tiras de su semen en la garganta de Buck. Éste no desaprovechó nada, se tragó todo sin reclamos.

-Eres mi perdición, Evan, pero aún así tú me haces fuerte.-

Buck sonrió y se saboreó.

-Sabes tan bien, bebé. Ahora vamos a la cama, quiero verte completamente desnudo para mí.-

La risa ronca y coqueta de Eddie no se hizo esperar, esa risa que siempre hace a Buck sonrojarse y actuar sumiso como cachorrito ante él.

Mientras el latino iba al cuarto, Buck limpió el desastre de la sala y acomodó algunas cosas para el día siguiente.

Cuando entró al cuarto casi se cae de rodillas; su novio estaba en la cama, desnudo, de lado y con un brazo sosteniendo su pierna.

Esa pose le permitía ver todo a Buck.

-¿Quién diría que Eddie Díaz sería tan sumiso en la cama?-

-Sólo por tí, Buck.-

La declaración de su novio lo motivó a continuar, poniendo seguro a la puerta se quitó la ropa y agarró el lubricante.

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