Missa se había levantado a hacer el desayuno para su familia, tenía que aprovechar los días que estaba en la isla para poder hacer lo que podía por su familia, así que iba a dejar un montón de comida preparada, porque sabía que si fuera por Philza comería tostadas con aguacate para desayunar, almorzar y cenar, además iba a limpiar, lavar y planchar la ropa que se acumulaba e incluso y si sus deberes no lo llamaban antes, coser un par de vestidos nuevos para Tallulah.
El olor dulce de los panqueques, el tocino y el café, llenaban el aire. Philza despertó por el dulce olor esparciéndose al cuarto, y aunque esperaba a Missa acurrucado a su lado, Chayanne amaba hacer el desayuno, Philza descubrió el lado izquierdo de la cama vacío y frío.
Philza se estiró y decidió ir a la cocina, quizás si tenía suerte tendría un par de minutos a solas con Missa sin los niños. Se topo con Missa tarareando una de sus canciones, mientras emplataba el desayuno.
Philza enrollo sus brazos al rededor de la cintura de Missa y dejo un par de besos en el cuello de Missa, "Buenos días, darling."
Missa se sobresalto al sentir los brazos de Phil en su cintura, "¡Philza! Me asustaste."
Philza sonrió e intentó robarse una tira de tocino del plato que Missa estaba terminando de llenar hasta el borde, "¿Dormiste bien?"
Missa le dio un golpecito en la mano, "Espera a los niños, y sí, siempre duermo bien en cuando me quedo en casa."
"Sí, yo también." Dijo Phil, acurrucando más a Missa entre sus brazos, "me encanta cuando estas en casa."
Missa sintió un pozo vacío en el estómago al escuchar la declaración de Philza, a él realmente le gustaría pasar más tiempo en casa, pero sus deberes como la muerte no se lo permitían. "Lo siento por eso, deje comida lista en el congelador, un par de salsas, el mole que hace mi madre y pozole, termine con la colada y tengo casi listos unos vestidos que Lullah me pidió, lamento si es poco, pero no me alcanzaba el tiempo."
Philza frunció el ceño, poniendo su mentón en el hombro de Missa, "¿Qué estás diciendo, love? Es más que suficiente."
Missa suspiro, "Es que siento que es muy poco, sobre todo por todo el tiempo que estoy fuera."
Philza bufó, "Missa, esto es más de suficiente," Phil dio vuelta a Missa para mirarlo, "eres un padre increíble, un cocinero asombroso y la mejor pareja que un hombre podría pedir."
Missa se empezó a sonrojar, "querido..." se quejó avergonzado.
"No, dejame terminar, balanceas tus responsabilidades como la muerta con tu vida con nosotros como si nada, cualquier persona se quebraría con tanta presión."
Missa bajó la mirada, sus mejillas aún más rojas. "Phil, yo..."
"No, escúchame," insistió Philza, su voz suave pero firme. "Cada momento que pasas con nosotros es un regalo. La comida que preparas, la ropa que arreglas, los vestidos que coses... todo eso es una muestra de tu amor. Pero incluso si no hicieras nada de eso, seguirías siendo perfecto para nosotros. Te amamos por quien eres, no por lo que haces."
Philza le dio un beso en la frente a su novio y le dedico una cálida sonrisa.
Una lágrima se deslizó por la mejilla de Missa. Philza la limpió con su pulgar.
"Eres compasivo, cariñoso, y tienes el corazón más grande que he conocido. Es irónico, ¿no? La Muerte tiene el corazón más lleno de vida que existe."
Missa soltó una risa temblorosa. "Phil, me estás haciendo llorar."
"Bueno, a veces necesitas escuchar estas cosas," respondió Philza con una sonrisa tierna. "Eres maravilloso, Missa. Y te amo más de lo que las palabras pueden expresar."
Missa finalmente se rindió y se hundió en el abrazo de Philza, escondiendo su rostro en el cuello de su pareja. "También te amo," murmuró contra su piel.
Philza lo abrazó con fuerza, acariciando su espalda. "Lo sé, mi amor. Lo demuestras cada día."
Se quedaron así por un momento, abrazados en la cocina, el desayuno momentáneamente olvidado. Finalmente, Missa se separó un poco, sus ojos aún brillantes por las lágrimas, pero con una sonrisa en su rostro.
"Gracias," dijo suavemente. "A veces... a veces olvido lo mucho que significo para ustedes."
Philza le dio un beso suave en los labios. "Pues me voy a asegurar de que no lo olvides nunca, eres mi mundo entero, my Missa"
Justo en ese momento, se escucharon pasos apresurados bajando las escaleras.
"¡Huelo panqueques!" Gritó la voz de Chayanne.
Missa y Philza se rieron, separándose pero manteniendo sus manos entrelazadas.
"Parece que el momento de paz se acabó," bromeó Philza.
"Así es la vida familiar," respondió Missa con una sonrisa. "No la cambiaría por nada."
"Ni yo," acordó Philza, dándole un último beso antes de que sus hijos irrumpieran en la cocina, listos para comenzar otro día.
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[[FLUFFTOBER 2024 DEATHDUO]]
FanfictionMi primer inteno de hacer un flufftober no me maten :p