Philza estaba claramente volviéndose loco. No quería pensar que el dios que lo seguía de arriba a abajo. Negando cualquier mención del dios, o cualquier 'regalo' que el dios dejaba en sus cosas.
Pero Missa parecía disfrutar cada segundo de eso, Philza parecía escuchar la risa contenida del dios siempre que encontraba una flor, una nota, una piedra brillante o una pluma, casi como si Missa estuviera jugando con él.
Philza arrugo otra nota que había encontrado en su mochila, "muy gracioso, Missa, muy gracioso." Murmuró entre dientes.
"¿Que es gracioso?" Preguntó Rose, mirando como su hijo peleaba solo con su mochila, "¿Todo bien?"
"Sí, sí, todo está bien," dijo Phil poniéndose la mochila, "Fit puso una de esas estúpidas notitas que le gusta poner en mi mochila."
Rose lo miro confundida por un momento para luego sacudir ligeramente su cabeza, y tomando un sorbo de su café, "Tengo un turno de 12 horas hoy, ¿Vas a estar bien?"
Phil se rio, "Ya no tengo 10 años, Rose."
La mujer se rio también, "Lo sé, lo sé, ya eres mayorcito, pero no puedo evitar preocupado por ti, ¿Si tu padre se acerca a la casa, me llamarás? ¿No lo enfrentarás tú solo? Prometeme eso."
Philza le sonrió con cariño a su madre, "No te preocupes, Rose, no voy a hacer nada estúpido."
Rose lo miró un momento más, con esa mezcla de preocupación y amor que solo una madre podía mostrar. "Más te vale," dijo suavemente, antes de darle un beso en la frente. "Sé que eres fuerte, pero no tienes que cargar todo solo."
Philza asintió, aunque sabía que, en realidad, había muchas cosas que ya estaba cargando solo, cosas que no podía explicar ni a su madre. La presencia constante de Missa era una de ellas. "Lo prometo, mamá."
Ella tomó su bolso y se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir, se giró una última vez. "Te quiero, Phil. Si necesitas algo, ya sabes dónde encontrarme."
"Yo también te quiero, Rose," respondió él, y vio cómo su madre desaparecía por la puerta.
Cuando finalmente quedó solo, soltó un largo suspiro, dejando que la máscara de tranquilidad que había llevado durante toda la conversación se desvaneciera. Sabía que Missa estaba cerca. Lo sentía, como siempre, esa presencia casi tangible.
"¿No eres adorable?" Philza rodó los ojos, por supuesto que Missa iba a estar aquí, "¿Qué estás haciendo?"
"Estoy intentando hacer mi desayuno," respondió Phil, moliendo un aguacate para su tostada, "Lo que está siendo bastante difícil teniendo a un dios acosador mirándome, ¿No tienes deberes divinos que atender?"
"Mhmm," dijo Missa, fingiendo que estaba pensando, "no, nada más interesante, nunca nada sería más interesante que tú."
Philza bufó, sabía que el dios solo lo estaba molestando, "ya te he dicho millones de veces, no soy nada especial."
"¿Nada especial?" Missa apareció sentado en la encimera de la cocina, justo al lado del aguacate de Phil. "¿Me estás diciendo que cualquier mortal puede hacer..." Con un gesto dramático, señaló la tostada que Phil estaba preparando, "... un aguacate tan perfectamente molido?"
Phil ni siquiera levantó la mirada. "Literalmente cualquier persona puede hacer esto."
"Oh, ¿entonces cualquier persona puede ver a un dios de la muerte y simplemente ignorarlo mientras hace su desayuno?" Missa se inclinó más cerca, su sonrisa cada vez más amplia. "¿Cualquier persona puede encontrar mis regalos y simplemente arrugarlos como si fueran papeles de propaganda?"
"Tus 'regalos' estaban en MI mochila," Phil señaló con el cuchillo el objeto mencionado. "¿Sabes que hurgar en las pertenencias ajenas es de mala educación?"
Missa jadeó dramáticamente, llevándose una mano al pecho. "¿Me estás dando lecciones de modales? ¿A mí? ¿Un dios milenario?"
"Claramente, alguien tiene que hacerlo," murmuró Phil, esparciendo el aguacate en su pan. "Miles de años y nunca aprendiste a tocar la puerta."
"Las puertas son para mortales," Missa agitó su mano desdeñosamente, pero su sonrisa traviesa no disminuyó. "Además, ¿dónde estaría la diversión en eso? Me encanta ver cómo intentas explicarle a la gente por qué hablas solo."
Phil finalmente levantó la mirada, entrecerrando los ojos. "¿Sabes? Para ser un dios de la muerte, eres sorprendentemente infantil."
"Y para ser un mortal, eres sorprendentemente gruñón," contraatacó Missa, materializando una pluma negra y dejándola caer sobre la tostada de Phil. "¿Qué tal un poco de decoración para tu desayuno?"
"Missa..."
"¿Sí, mi querido mortal favorito?"
"Tienes tres segundos para quitar esa pluma de mi desayuno antes de que empiece a recitar oraciones a otros dioses."
La risa de Missa llenó la cocina mientras la pluma desaparecía en el aire. "¿Ves? Por esto eres especial, Phil. No cualquiera amenazaría a un dios de la muerte durante el desayuno."
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[[FLUFFTOBER 2024 DEATHDUO]]
Fiksi PenggemarMi primer inteno de hacer un flufftober no me maten :p