Colegas

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Cuando trabajas para la muerte no tienes muchos colegas, de hecho no tienes colegas. Missa estaba acostumbrado a viajar entre dimensiones, era un lugar oscuro y solitario, la única luz proveniente de las almas y la luz de los portales.

Así que comprenderán la sorpresa de la parca cuando un hombre con alas seguido por una bandada de cuervos cruzar uno de los portales. El hombre era rubio, de fríos ojos azules envuelto en una yakuta verde y un sombrero de cubeta verde con rayas blancas.

Missa se congelo al final del pasillo, observando con curiosidad como ese hombre, ese mortal miraba alrededor, esto era raro, muy raro. Era un extraño en el mundo de los no vivos.

Philza se congelo, nunca había visto a un ser tan hermoso, su cabello negro era oscuro, casi parecía un vacío, como si fuera el negro más negro creado por el hombre. Sus ojos eran morados, pero parecían contener galaxias, eran tan cautivadores que Phil podría jurar que se movían como una galaxia portátil. El hombre era etéreo y hermoso.

"¿Quién eres?" Dijo la muerte, apuntando al hombre con su guadaña, "¿Qué haces aquí, mortal?"

Philza bajo la guadaña con la punta de sus dedos, "Soy Philza, Philza Minecraft, el Ángel de la muerte."

Missa se sorprendió muchísimo, no sabía que su jefa había encontrado un ángel, pero no estaba sorprendido de que ella no lo haya mencionado, ambos eran un poco disperso y sus conversaciones no siempre tenían sentidos.

"Ah, muy bien," dijo Missa tratando de pensar que hacer con el inmortal en su reino, "¿La señora te mando?"

"Sí"

"Que bien..."

Ambos se quedaron callados, ambos parados en la oscuridad sin saber muy bien que hacer, hasta que un cuervo irrumpió el silencio.

"¡Missa!" La voz de la diosa salió del cuervo, "Se me había olvidado decirte, necesito que entrenes a Phil para que te ayude en tu trabajo en las dimensiones en las que viva, quiero quitarte un poco de carga laboral. Gracias, los quiero a los dos, bye - bye"

Ambos se miraron, tratando de no reírse ante el descuido de la diosa, al final sucumbiendo a las risas.

Missa le dio un pequeño ratón al cuervo que le había entregado el mensaje, como un 'gracias' silencioso para el córvido. Y luego le hizo una seña a Phil para que lo siguiera.

"Bueno", dijo la muerte buscando su siguiente alma, "si vas a trabajar conmigo vamos a empezar con los básicos, primero iremos un mundo multijugador a tomar un alma, luego te enseñaré a devolverla a su cuerpo si el servidor lo permite, si no vamos a traspasarla al banco de almas, ¿entendido?"

Philza asintió, tomando mentalmente nota de todo, aunque aún estaba procesando que estaría trabajando codo a codo con alguien tan peculiar como Missa. Había imaginado el reino de la muerte como un lugar lleno de solemnes secretos y prohibiciones, pero parecía que, al menos con Missa, todo era mucho más... cotidiano. Y eso le hacía aún más intrigante.

"Así que... un banco de almas," murmuró Philza, esbozando una sonrisa. "Suena como algo bastante serio."

Missa lo miró con una mezcla de diversión y algo de orgullo. "Es un sistema eficiente. Tenemos almas de todas las dimensiones, y cuando una necesita volver, se busca en el banco y se le da el acceso de regreso." Hizo una pausa, lanzándole una mirada rápida. "No creas que puedes tocarlo aún. Eso requiere mucha práctica."

"Entendido, jefe," respondió Philza con una sonrisa juguetona, siguiéndolo entre las sombras.

Missa lo guio a través de un vasto espacio oscuro, el suelo bajo sus pies parecía de ébano pulido, y ocasionalmente, pequeñas luces—quizás almas—cruzaban el espacio, destellando como estrellas fugaces. Philza se sintió extrañamente cómodo, como si este mundo ajeno y siniestro ya no fuera tan intimidante ahora que tenía a Missa como guía.

"Primero, vamos a practicar en un mundo sencillo," explicó Missa mientras se acercaban a un portal que brillaba con un tono plateado. "Es un servidor pacífico, pero aún hay accidentes. Así que, cada tanto, recogemos algún alma despistada."

Philza asintió. "Suena perfecto. Y tú... ¿Siempre has hecho esto solo?"

La pregunta hizo que Missa lo mirara con una expresión más suave. "Sí, en su mayoría. A veces la diosa aparece y ayuda, pero... es un trabajo solitario. Supongo que estoy acostumbrado a no tener colegas." Se encogió de hombros, como si eso fuera simplemente parte de su existencia.

Philza asintió en silencio, sintiendo una empatía inesperada por la soledad de Missa. "Bueno," dijo, sonriendo mientras se preparaba para cruzar el portal, "supongo que ahora tienes un colega."

Ambos compartieron una sonrisa cómplice antes de que la oscuridad los envolviera y empezara su primer entrenamiento en el extraño y misterioso mundo de los mortales y almas.

[[FLUFFTOBER 2024 DEATHDUO]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora