Capítulo 12.

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El digidevil retrocedió en su asiento una vez que las pantallas de su setup se apagaron. Se sentía incómodo, tanto que ni siquiera podía distraerse jugando a gusto, y todo por el maldito calor que percibía corporalmente ante el inquieto estímulo de sus propias feromonas en el ambiente. Era raro que se sintiera así, su celo debería llegar la próxima semana, ¿por qué se sentía así tan pronto? Había estado tomando sus inhibidores, pero habían servido de muy poco en realidad, ¿debería cambiarlos o...?

¿...Era su celo el que se estaba adelantando?

Frotó una mano en la zona de su cuello. Sentía como su cuerpo cosquilleaba ante unas extrañas ráfagas de calor. Aunque no se sentía húmedo ahí abajo, así que asumió que solo sería la calurosa percepción del entorno, lo mejor sería abrir la ventana y esperar a que se ventile.

Sacó su celular de su bolsillo, desbloqueándolo con la huella y revisó una vez más el chat que tenía con Jacota. No habían hablado apropiadamente desde la última vez que se vieron, y honestamente comenzaba a extrañar el tener algo de compañía de su parte, o el simple hecho de oír su voz.

No era algo nuevo, ya desde hace un tiempo había comenzado a detectar cierto patrón en el comportamiento de su amante. Si bien había días en donde le hablaba bastante seguido, había otros en donde no daba señal de vida alguna. Le hacía sobrepensar bastante, ¿qué estaría haciendo?, ¿estaría con alguien más?, ¿estaría enfermo? ¿Qué tanto podía costar enviar un mensaje al día siquiera?

Al contrario de Jacota, Agoti enviado una enorme fila de mensajes. Algunos contando sobre su día, otros simplemente comentando alguna novedad o chisme, e incluso algún que otro meme el cual estaba seguro que el amargado techmenace no entendería aunque lo intentara, pero el check de color azul indicaba que el mensaje había sido visto. Aquella confirmación de lectura era lo que le hacía fundir los sesos. Si tenía tiempo para ver los mensajes también debería tener tiempo para responder, ¿no?

"Quizá debería dejarme marcar antes de que alguien más me lo quite" pensó de manera abrupta, sacudiendo la cabeza tan pronto como se dio cuenta de la estúpida idea que había cruzado por su mente.

— ¡No, no, no! —Se levantó, dejando su teléfono a un lado una vez que el calor invadió su rostro por la vergüenza.— Son las hormonas.... Son las hormonas. —Se explicó a sí mismo, caminando hacia la ventana para abrirla por completo y dejar ventilar la habitación por fin.

Ahora que lo pensaba, la casa estaba bastante silenciosa para ser un día de semana. Que sea de noche no significaba que haya inactividad en el hogar; Solazar jamás dormía, y Aldryx no había avisado que saldría, así que debería estar en algún lado. Quizá podría ir a molestarlo un rato, necesitaba distraerse de alguna u otra manera, con el teléfono sería difícil si seguía sintiéndose caliente.

Era eso o masturbarse hasta el cansancio.

Decidido ante su elección, el omega se puso las pantuflas y emprendió caminó fuera del cuarto, notando al instante la frescura del ambiente fuera de su habitación. Quizá debió haber salido hace un buen rato. Sin embargo, no tardó mucho en darse cuenta que su hermano no estaba en el hogar. No en su habitación, tampoco en la sala o cocina. Que raro.

— ¿Sol? —Preguntó asomándose en la oficina de su padre también, pero tampoco estaba, solo aquellas figuras de gatos blancos que el hombre fuego coleccionaba.

"Quizá esté con Daidem" pensó, ya que últimamente se había estado relacionando bastante con él. Era curioso, más porque al parecer se habían vuelto más unidos desde que Solazar terminó su relación con Amora. Si era muy honesto, extrañaba a esa mujer. Había cumplido muy bien el papel de madre todos los años que estuvieron en contacto. Ahora podía decir que a veces le hacía falta tener a alguien que le escuche de manera comprensiva y cariñosa, pero bueno, jamás entendería las necesidades de Solazar como Enigma, por lo que podía concluir era que... Los enigmas eran difíciles de satisfacer. Podía corroborar eso no solo con vivir bajo el techo de uno, sino también con las experiencias de Whitty, él era un libro abierto, al contrario de Solazar.

Yᴏᴜ Bᴇʟᴏɴɢ Tᴏ Mᴇ - [Tagoti-Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora