Yᴏᴜ Bᴇʟᴏɴɢ Tᴏ Mᴇ - [Tagoti-Omegaverse]

Capítulo 9.

Sentado en la orilla de la cama, Agoti mantuvo sus manos en su propio regazo mientras esperaba que su amante regresara a la habitación luego de insultar a todo pulmón en la sala de estar. Confesarle de quién provenían las feromonas impregnadas en él no fue la mejor idea, ya que había tenido que lidiar con el berrinche que el alpha estaba llevando a cabo ahora durante los últimos 7 minutos, pero cualquier cosa era mejor que tenerle apretando su brazo por tanto rato en un lugar público. Podría jurar que incluso había cortado la circulación de su brazo, aún seguía doliendo un poco, pero el moretón pasaría en cuanto sus organismo terminara de asimilar la agresión.

Nada grave, solo lo común. Solo fue un pequeño descontrol de fuerza momentáneo.

Aunque seguía sin entender cual era el problema de los alphas. Ellos y su masculinidad frágil, ¿por qué lloraban con tan poco? Solo eran feromonas. Ni siquiera Solazar siendo un enigma tenía esa necesidad de pasársela reafirmando su dominio ante los demás.

Ja, incluso aún podía recordar el escándalo que hizo Aldryx aquella vez que su ex novia llegó con feromonas de otro alpha. Fue un show tremendo, ¿lo verían como una infidelidad? Nah, imposible, no era algo que uno como omega pueda controlar, ¿no? No podemos impedir que estos cavernícolas vayan por ahí impregnando al resto con su olor. Aunque, ahora que lo pensaba bien y se detenía a examinarlo, las feromonas de Tabi no eran apestosas. No le causaban ningún tipo de rechazo, incluso eran pacíficas para el.

¿En qué podían llegar a variar? Tenía que investigar.

— ¿Cuál es tu relación con ese soviético? —Preguntó Jacota señalándole agresivamente una vez que regresó a la habitación.

— Uhh... —Miró el dedo que le señalaba, posteriormente le vio al rostro. No entendía a qué quería llegar, era evidente que no se llevaba bien con Tabi.— Ninguna...?

— No me- Ufff. —Pareció perder la paciencia. No era tan común verlo, pero ahora la tonalidad azulada de su piel comenzaba a tornar algo rojiza. Esto ocurría cuando tendía a sobrecalentarse por alguna razón.— ¡No me mientas!

— Bien, en primer lugar: no me grites. Te oigo perfectamente, tarado. —Se puso de pie, encarando al enfurecido techmenace.— Y en segundo lugar: ¿Cómo te atreves siquiera a dudar de mi fidelidad hacia ti? Sabes que me gustas desde que somos adolescentes, ¿por qué de pronto miraría a otro? O peor, ¡¿a Tabi?!, ¿enserio?

— No lo sé, no me culpes por dudar. Como pareja dejas mucho que desear. —Se cruzó de brazos, recuperando la poca compostura que se podía permitir hasta ahora.

Okey... Aquello sí le había hecho sentir un poco mal, y por el control corporal que comenzaba a manejar Jaco en aquella instancia sospechaba que él parecía entender el dominio al que podía someterle con ese asunto. Había cosas las cuales sí le dejaban pensando y deprimían, o incluso que le insegurizaban mucho. Honestamente, su peor enemigo era su propia mente.

— ¿Disculpa?

— Ah, ¿ahora te haces el tonto? —Soltó una carcajada sarcástica.— ¿Cómo pretendes que yo te crea que me eres fiel? Ni siquiera consigues decidirte en si oficializar lo nuestro, ¿a qué le temes? Te da miedo que tus mil amantes dejen de darte pene, ¿verdad? ¿Es por eso que no te has querido vincular conmigo?

— ¿Qué? —Frunció el ceño.— No, sabes perfectamente que no es por eso.

— Hay artistas que aún estando vinculados siguen su carrera, ¿por qué tú no?

— Ya sabes que mi situación es complicada. No soy abiertamente un omega, todos mis fans creen que soy alpha.

— Pero ¡¿hasta cuándo?!